El nombre fue una total sorpresa, ya que se especulaba que pudiera llamarse Hornet o Neon, éste último con más fuerza gracias a que su paso por la marca fue bueno en general para el pequeño sedán. Si bien no fue algo espectacular, sumó buenos puntos por diseño, manejo, deportividad (en el caso de la versión SRT4) y hasta confiabilidad mecánica.
Aún así, los gurús del mercado en Chrysler fueron mucho más atrás en la línea de tiempo y revivieron un nombre más legendario: Dart. Seguramente no suena tan familiar como Neon para los conductores más jóvenes, pero con más de tres y medio millones de Dart fabricados entre 1960 y 1976 en Estados Unidos (y hasta los 80's en México), es una leyenda para los entendidos del mundo muscle-car.
Pues bien, el Dart 2013 promete mucho de todo: tecnología, seguridad, manejo y, por sobre todas ellas, personalización. Esto último se puede apreciar en las imágenes, que muestran un tablero multimedia con dos pantallas. La primera es el cuadro de instrumentos, en los que se podrá “jugar” con la ubicación y colores de los indicadores, entre otros aspectos. Además, incluye al centro del tablero la conocida pantalla de 8.4” que conocimos en la Journey, desde la que se pueden manejar aspectos como el navegador, audio, climatizador y demás. La luz ambiental del interior también cambiará de color.
Se podrá elegir entre 12 colores exteriores y 14 combinaciones interiores de color y acabados. También habrá seis opciones de rines, tres motores a elegir y tres transmisiones. Aunque no es oficial todavía, los motores serán un 1.4 litros turbo (de origen Fiat), y un par de motores aspirados de 2.0 y 2.4 litros, con potencias estimadas de 135, 150 y 175 HP, respectivamente. El primero se ofrecerá con una novísima caja automática de nueve velocidades, mientras que los dos atmosféricos podrán llevar caja manual o robotizada de doble embrague; ambas de seis velocidades. Vale la pena recordar que el Dart emplea la plataforma del Alfa Romeo Giulietta, por lo que en teoría debiera tener un manejo más europeo que americano.
En materia de seguridad, tendrá de serie elementos como 10 bolsas de aire –sí, diez-, ABS y controles de tracción y estabilidad, además de que opcionalmente se podrán instalar sistemas como el de aviso de cambio involuntario de carril y monitor de punto ciego. Ojalá que así llegue a nuestro mercado, siempre que Dodge decida no seguir los lamentables pasos de otras armadoras que, en la búsqueda de un mayor margen de utilidad, “desvisten” los modelos y los dejan si acaso con bolsas de aire frontales y ABS.
Ya falta poco, ya que lo conoceremos en Detroit a principios de enero, lo que quiere decir que seguramente lo tendremos en el mercado hacia mediados del año entrante.
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Definitivamente el Clase A está cumpliendo con su cometido de dar clientes jóvenes a Mercedes. Es un coche del cual se espera mucho a largo plazo por la cantidad de versiones que ofrecerá. Hoy ha tocado la presentación del CLA que es su versión con cajuela y eventualmente saldrá un cabrio y un SUV (el GLA que se dice será presentado ya en Frankfurt en el mes de septiembre).
Pero enfocándonos en el CLA, se trata de un auto que toma las líneas básicas del CLS, aquel modelo que vino a imponer la moda de la carrocería coupé de cuatro puertas, resultando en quizá no un producto muy cómodo sobre todo en la parte trasera, pero sí sumamente atractivo. Es un coche más personal que familiar.
En el apartado del diseño cabe mencionar que presume tener uno de los Cx más bajos, de 0.22, un valor casi de coche de carreras. En cuanto a dimensiones, el CLA mide 4.63 m de largo, frente a los 4.29 m del Clase A (para que lo ubiquemos mejor, un VW Passat CC, otro denominado coupé de cuatro puertas, mide 4.80 m).
El interior es más simple que los modelos más grandes de la marca, ya no tiene tantos botones y resulta muy fácil encontrar y accionar los mandos. Son dos cosas las que resaltan principalmente en cuanto uno se sube: la cantidad de luz que puede entrar al habitáculo gracias a un enorme techo de vidrio panorámico que se puede abrir completamente, y los asientos integrales (son de una solo pieza, las cabeceras ya no están separadas) que se ajustan al cuerpo de manera perfecta tanto en las bancas de adelante como en la trasera. Desde luego la calidad en todos los materiales y ensambles es de primera. No por ser el “Mercedes de entrada” escatimaron en este apartado. La cajuela tiene un volumen de 470 litros, es en total 129 litros más grande que la del Clase A y poco más chica que la del Clase C (apenas 5 litros).
En temas de seguridad, cuenta con numerosos sistemas de asistencia, pero el que llama más la atención por su utilidad es el Collision Prevention Assist que ayuda a prevenir los accidentes por alcance. Ahora funciona a partir de los 7 km/h, antes lo hacía a partir de los 30 km/h. Este funciona mediante un radar avisando al conductor de un golpe inminente con señales auditivas y luminosas, preparando el sistema de frenos para ayudar al conductor a aplicar la fuerza necesaria en el pedal para detener el auto. Hablando de suspensiones, el eje delantero es McPherson y el eje trasero multibrazo. Se ofrecen dos tipos de ajuste electrónico: Comfort y Sport.
Inicialmente (de aquí a que termine el 2013) se ofrecerán únicamente tres versiones. El CLA 200 con 156 HP en 484,900 pesos. El CLA 250 con 211 HP en 589,900 y el CLA Sport Edition 1 también con 211 HP en 669,000. Todos con sistema Start&Stop, transmisión de doble embrague de 7 velocidades y tracción delantera. Destacan las buenas cifras de consumo –que ya comprobaremos en la prueba a fondo que haremos dentro de poco-, por ejemplo, el combinado del 250 la marca lo anuncia en 16 km/l.
A corto plazo se podría esperar (primero en Europa) que se presente una opción con tracción integral y el CLA 45 AMG de 360 caballos.
Con el Panamera, Porsche dio un nuevo motivo para fijarse en la marca de deportivos a muchos de aquellos que necesitaban o no les gustaban sus modelos de dos puertas. Con la llegada del nuevo GTS hay nada menos que nueve versiones diferentes en la gama Panamera y con un abanico de opciones ciertamente sorprendente para un modelo de esta clase y categoría y que pasan, entre otros, por un Diesel, un híbrido y un Turbo.
El Panamera GTS monta el mismo motor V8 de 4.8 litros de cilindrada que está presente en los Panamera S/4S pero convenientemente “afinado” para sacarle 30 hp más de potencia. Además de esto, el motor V8 se ha ajustado para permitir 400 rpm más de giro, alcanzando ahora su régimen máximo en las 7,100 rpm, dando un mayor carácter de deportividad.
Uno de los nuevos elementos con que se ha dotado a este motor para conseguir esta ganancia de potencia, par y revoluciones es una admisión ampliada que cuenta con dos entradas, una a la izquierda y otra a la derecha del frontal que permiten que entre mayor cantidad de aire cuando así se necesita. A poca velocidad, las trampillas están cerradas y cuando se superan las 3,500 rpm se abren con lo que se genera una mayor potencia.
Al conocedor de coches, el ruido que emanan los Porsche, le suena a música celestial. En Porsche son conscientes de ello y, por este motivo, han decidido que esta sinfonía de explosiones sea escuchada con mayor profusión en el interior del Panamera GTS. Para ello se han incorporado un botón –situado en la consola que separa a conductor y acompañante- en el interior del Panamera que, cuando se pulsa, hace que el sonido de la admisión se envíe al habitáculo. La sensación es como si el motor nos acompañara sentado en las plazas traseras. Esto se agudiza aún más cuando levantamos el pie del acelerador, y las retenciones van acompañadas de las explosiones que caracterizan a los modelos.
Al encender el Panamera GTS, el sonido del motor nos deja saber que estamos ante un deportivo con todas las letras. Y esto se nota en cuanto iniciamos la marcha. La presencia del cambio automático PDK con siete velocidades hace que la conducción sea menos complicada ya que se llega al régimen de corte con tanta facilidad que puede tomarnos por sorpresa. Una vez adaptados al cambio de marchas, podemos poner la caja en modo manual e ir cambiando de marchas con las manetas tras el volante o en la misma palanca de cambios.
Lo cierto es que, salvo en contadas ocasiones, llevando el cambio en modo automático no notamos gran diferencia con el manual. La inmediatez con que se efectúan los cambios de marcha, sobre todo cuando se trata de las reducciones, hace que perdamos el motor en una marcha más larga de la que nos parece la más adecuada y, enseguida, nos demos cuenta de que el modo automático es muy parecido al que haríamos nosotros de forma manual.
Las prestaciones son de primer nivel, como corresponde a un modelo de la marca y valga como ejemplo el hecho de que para pasar de 0 a 200 km/h necesitemos menos de 18 segundos. El consumo mixto homologado también habla mucho de lo bien afinado que esta el motor: 9.17 km/l es una cifra muy ajustada para un modelo de este porte, potencia y peso.
El Panamera GTS dispone de la suspensión neumática adaptativa PASM (Porsche Active Suspension Mangement), como parte de su equipamiento de serie. Este sistema regula nivel, altura, dureza de muelles y la amortiguación. En su nivel “normal”, el Panamera GTS es 10 mm más bajo que los S/4S y su amortiguación es siempre más dura. También cuenta con lo que Porsche denomina Paquete Sport Chrono que tiene tres modos de funcionamiento: Normal, Sport y Sport Plus. Dependiendo del modo seleccionado se consigue que las transiciones entre aceleración y desaceleración –y viceversa- sean más o menos rápidas y dinámicas. La combinación de estos elementos destinados a que su comportamiento dinámico sea el de un auténtico deportivo con los 430 hp del motor hacen que los casi 5 metros de longitud y sus casi 2 toneladas de peso apenas se dejen notar cuando queremos exprimir al máximo sus posibilidades.
La presencia de la tracción total también ayuda a que en carreteras con muchas curvas, el Panamera GTS nos permita una conducción totalmente deportiva sin ponernos en ningún aprieto. Sólo las inevitables inercias de su peso ponen el límite a la hora de afrontar los tramos virados.
El tren trasero tiene cierto efecto direccional y ayuda a meter el coche en la curva, pero siempre con una docilidad muy considerable. La electrónica juega, por supuesto, un punto muy importante en este aspecto. Otra cosa es cuando desconectamos las ayudas electrónicas. Aquí, es mejor que las manos sean expertas y la carretera un circuito cerrado. Incluso en estas condiciones, el Panamera GTS demuestra que está diseñado, fabricado y planteado como un deportivo de altos vuelos para gozar al volante.
Como en todos los Porsche, hay un elemento clave que también pone su granito de arena a la hora de velar por nuestra seguridad, y no es otro que el equipo de frenos. En el caso del Panamera GTS se recibe el mismo que el que monta su hermano mayor, el Turbo. Sólo podemos decir que es infatigable y su capacidad para detener una y otra vez el GTS es admirable.
El Panamera GTS ya se encuentra disponible en la red de concesionarios de la marca, y su precio base es de 131.831 euros ($2239,5211). Es decir 13,873 euros ($235,672) más caro que un Panamera 4S y 25,554 euros ($434,1067) que un Turbo.
Definitivamente el Clase A está cumpliendo con su cometido de dar clientes jóvenes a Mercedes. Es un coche del cual se espera mucho a largo plazo por la cantidad de versiones que ofrecerá. Hoy ha tocado la presentación del CLA que es su versión con cajuela y eventualmente saldrá un cabrio y un SUV (el GLA que se dice será presentado ya en Fankfurt en el mes de septiembre).
Pero enfocándonos en el CLA, se trata de un auto que copia las líneas básicas del CLS, aquel modelo que vino a imponer la moda de la carrocería coupé de cuatro puertas, resultando en quizá no un producto muy cómodo sobre todo en la parte trasera, pero sí sumamente atractivo. Es un coche más personal que familiar.
En el apartado del diseño cabe mencionar que presume tener uno de los Cx más bajos, de 0.22, un valor casi de coche de carreras. En cuanto a dimensiones, el CLA mide 4.63 m de largo, frente a los 4.29 m del Clase A (para que lo ubiquemos mejor, un VW Passat CC, por ejemplo, mide 4.80 m).
El interior es más simple que los modelos más grandes de la marca, ya no tiene tantos botones y resulta muy fácil encontrar y accionar los mandos. Son dos cosas las que resaltan principalmente en cuanto uno se sube: la cantidad de luz que puede entrar al habitáculo gracias a un enorme techo de vidrio panorámico que se puede abrir completamente, y los asientos integrales (son de una solo pieza, las cabeceras ya no están separadas) que se ajustan al cuerpo de manera perfecta tanto en las bancas de adelante como en la trasera. Desde luego la calidad en todos los materiales y ensambles es de primera. No por ser el “Mercedes de entrada” escatimaron en este apartado. La cajuela tiene un volumen de 470 litros, es en total 129 litros más grande que la del Clase A y poco más chica que la del clase C (apenas 5 litros).
En temas de seguridad, cuenta con numerosos sistemas de asistencia, pero el que llama más la atención por su utilidad es el Collision Prevention Assist que ayuda a prevenir los accidentes por alcance. Ahora funciona a partir de los 7 km/h, antes lo hacía a partir de los 30 km/h. Este funciona mediante un radar avisando al conductor de un golpe inminente con señales auditivas y luminosas, preparando el sistema de frenos para ayudar al conductor a aplicar la fuerza necesaria en el pedal para detener el auto. Hablando de suspensiones, el eje delantero es McPherson y el eje trasero multibrazo. Se ofrecen dos tipos de ajuste electrónico, el Confort y el Sport.
Inicialmente (de aquí a que termine el 2013) se ofrecerán únicamente tres versiones. El CLA 200 con 156 HP en 484,900 pesos. El CLA 250 con 211 HP en 589,900 y el CLA Sport Edition 1 también con 211 HP en 669,000. Todos con sistema Start&Stop, transmisión robotizada de 7 velocidades y tracción delantera. Llaman la atención las buenas cifras de consumo –que ya comprobaremos en la prueba a fondo que haremos dentro de poco-, por ejemplo, el consumo combinado del 250 la marca lo anuncia en 16 km/l.
A corto plazo se podría esperar (primero en Europa) que se presente una opción con tracción integral y la versión 45 AMG de 360 caballos.
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Presione su dedo medio firmemente contra el pulgar y chasquee los dedos… ahora ya sabe cómo se siente salir disparado de una curva con el nuevo Ferrari FF. Imagínese que ambos dedos pesan 1.8 toneladas, así puede hacerse una idea muy aproximada de la eficacia de ingeniería que requiere para lograr que este caballo italiano de cuatro plazas sea tan ligero como una biela hueca de titanio.
Quien gusta de manejar tiene que amar el FF, incluso si éste tuviera el aspecto de un tenis viejo y gastado; en cualquier caso el FF no se ve así. Todas las dudas que se tenían sobre la forma atrevida de Pininfarina desaparecen cuando uno se para frente a esta audaz escultura y con curiosidad observa la majestuosa parrilla de cromo o acaricia la típica salpicadera ondulada y, asienta con la cabeza hacia la imponente parte trasera.
Ferrari se ha reinventado con el FF sin dejar a un lado sus fundamentos propios. El jefe Luca di Montezemolo dice: “A veces es importante romper con el pasado. El FF es la excepción máxima que podemos y queremos permitirnos”. Indiscutible.
El cuatro mágico
Una moderna declaración del signo de cuatro o en el “latín” de la Scuderia: Four Ferrari, abreviado FF. Con esto no sólo se refiere a los cuatro asientos –eso es algo muy comprensible–, sino principalmente por la tracción en las cuatro ruedas. En el Salón de Ginebra de marzo pasado, era fascinante mirar cómo los ingenieros de todas las marcas se arrodillaban frente a la complicada maqueta de la transmisión y contaban los engranajes, mientras entre ellos se preguntaban con la mirada: ¿en realidad funciona?
¡Sí, seguro! ¡Sí funciona! Como si la bestia roja hubiera clavado un arpón en el vértice de la curva: La nueva y más precisa dirección requiere movimientos del volante finos y pequeños y no forzarla con manotazos bruscos. Los pilotos del Ferrari 458 Italia conocen esta sensación al volante que es adictiva. Lo que ellos no conocen, es que un Ferrari – en los límites de la física– es un festín de agilidad, aún en un ambiente de baja adherencia como la nieve. Sólo en curvas largas la dirección parece un poco ligera. “Eso ya lo sabíamos”, sonríe Montezemolo, “aumentaremos la resistencia en diez por ciento”.
La Scuderia ha simplificado sin más ni más las habituales complicaciones de la tracción integral. Descarta la tradicional relación de eje delantero y trasero respecto a un diferencial central. En su lugar dispone un diferencial con asistencia de torque vectorial en el segundo eje y suma un diferencial más sencillo ubicado directamente delante del cigüeñal. La llamada Power Transfer Unit (PTU), cierra el trabajo de impulso si las ruedas traseras derrapan por falta de la tracción necesaria o cuando la dinámica del vehículo así lo necesita. Lo que pasa rara vez: 95 por ciento del tiempo es el FF una bestia pura de tracción trasera. Por cierto, en el "latín" de la Scudería este dueto de ejes de tracción se llama 4RM.
Pero eso no basta. Mientras que el resto de las tracciones integrales del mundo automotor distribuyen las fuerzas máximas completamente variables al eje trasero y regulan el poder en la parte delantera vía intervención del freno (por ejemplo, Audi RS5), el FF hace malabares con su diferencial asistido electrónicamente atrás, mientras la distribución de fuerza corre por cuenta de dos acoplamientos de fibra de carbón húmedos totalmente activos en las cuatro ruedas.
A través de su eficiente transmisión de doble embrague y siete relaciones, el FF aporta también por su distribución de peso una excelente condición para una súper agilidad y tracción: 53 por ciento de la carga va al eje trasero, y el gran motor se encuentra muy por atrás de las primeras ruedas. Perfectamente preparada, la computadora F1-Trac de Ferrari reconoce inmediatamente la situación de tracción de la calle y dosifica virtuosamente el uso de la fuerza. Solamente se puede percibir un brinco de propulsión minúsculo cuando las ruedas delanteras están en el asfalto y los neumáticos traseros tocan grava suelta.
Debido a la cara ingeniería mecánica, se quejarán los fanáticos: ¿Pero interesa esto en un Ferrari, si con esto avanza hacia una nueva dimensión en la categoría de cuatro asientos? Conducir con el acelerador tendrá nueva interpretación. Si el pie derecho exige demasiado, este prodigio de Maranello te lleva hacia adentro – directamente y sin vacilar—, tan ávidamente que en la salida de las curvas el contravolante es imprescindible. Cuando un motor de 12 cilindros y 600 HP de factura reciente durante la aceleración carga de sangre las mejillas y el voluntarioso propulsor grita un himno, todo se vuelve mágico.
De pronto, ¡Un túnel! La ventanilla baja, se abren las mariposas del acelerador y escuchamos este sonido melodioso y penetrante a través del olor del fino interior del FF, que a excepción de todo lo italiano trabaja excepcionalmente bien.
Evolucionado
Fue en 1992, cuando Montezemolo se hizo jefe de Ferrari, y Jean Alesi en ese entonces con su Formula 1 V12 no era muy exitoso, pero con un sonido similar volaba por la pista. Un sonido ronco borbotea del FF al frenar perfectamente antes de una curva; dos veces brama y en un pestañeo salta de cuarta a segunda; el indicador rojo de velocidades en el volante parpadea agitado, mientras el tacómetro se encuentra cerca de la zona de las 8,000 vueltas.
Pero el piloto interior quiere saborear primero la potencia, así que pone de nuevo cuatro marchas arriba y disfruta como el último orgullo de Maranello galopa con un sonido tranquilo a partir de las 1,000 vueltas y 500 Nm (máximo 683 Nm), como si le hubieran implantado un poderoso turbocargador, el cual no posee. Aún mejor, el múltiple de admisión absorbe cantidades de aire tan grandes como un italiano comiendo macarrones.
Tiene una estampa de verdadero devorador y encierra de alguna forma el encanto de la pasión tifosi que nos atrapa, por ejemplo, cuando pisamos el pedal del acelerador y a las 6,500 vueltas se percibe que el FF muerde como una cobra Aspid.
El motor V12 de 6.3 litros no sólo desborda emoción, sino que también hace alarde de datos sobrios y económicos. A pesar de tener 120 caballos de fuerza más que el 5.8 litros de su predecesor -visto en el Scaglietti-, debería consumir 20 por ciento más según las normas europeas: 15.4 litros cada 100 km (6.5 km/l) y es que también cuenta con el sistema Start&Stop. Son cosas que cuentan los clientes de Ferrari a sus mujeres, como si a ellas el consumo del auto les interesara. De cualquier forma aunque el FF se vendiera como medicina homeopática, el mundo y el medio ambiente no ganarían nada. Pero si no, este mundo se quedaría sin probar el sublime manejo del FF.
Hoy, cuatro adultos pueden disfrutar este exclusivo universo que sólo el Scaglietti ofrecía. Claro, menos serio y con una sensación superior de la dinámica del vehículo. También para quien prefiera sentirse cómodo como en su sala con su equipo de video y sonido, el FF ofrece también ese sentimiento, como si manejara un Mercedes, gracias a su sistema de amortiguación adaptable. Además no hay que olvidar todo el equipaje que se puede llevar en la cajuela, pese la protuberancia de la caja de velocidades.
Pero aún queda la pregunta ¿algo así, debe de costar de todas formas 258,200 euros -362,000 dólares-? Si se maneja como un FF, ¡sí seguro!
Motor | |
Situación | Delantero longitudinal |
Nº de cilindros | Doce en V a 65° |
Bloque / cabeza | Aluminio / aluminio |
Distribución | DOHC, 48 válvulas |
Alimentación | Inyección directa, VVT |
Cilindrada | 6,262 cc / 6.3 l |
Diámetro x carrera | 94.0 x 75.2 mm |
Compresión | 12.3:1 |
Combustible | Gasolina, 92 oct |
Potencia máxima | 660 HP a 8,000 rpm |
Par máximo | 683 Nm (503 lb-pie)a 6,000 rpm |
Transmisión | |
Caja | Robotizada, 7 velocidades |
Tracción | Integral |
Embrague | Bidisco en aceite |
Relación diferencial | ND |
Bastidor | |
Susp. del. | Doble horquilla |
Susp. tras. | Doble horquilla |
Elemento elástico | Resortes helicoidales |
Estabilizadora del / tras. | Sí / sí |
Frenos del. | Discos vent., 398 mm |
Frenos tras. | Discos vent., 360 mm |
Asistencias | ABS, ESP, TC |
Dirección | Hidráulica |
Giros/ø volante | ND |
Diámetro de giro | ND |
Neumáticos | 245/35 R20 - 295/35 R20 |
RENDIMIENTOS | |
Vel. máxima | 335 km/h |
Acel. 0-100 km/h | 3.7 s |
Consumo medio | 6.4 km/l |
En Monterey se presentaron varios autos de producción. El local fue el Mustang Boss 302 2012, pero también hubo algunas otras novedades: Infiniti G25 sedán y G37 IPL, al igual que el Jaguar XKR175. En cuanto a los exóticos, ahora conocemos al Bugatti Veyron Super Sport en persona, al igual que al Perana Z-One, Bentley Continental GTC 80-11 y Morgan EvaGT.
Respecto a los de competición, Lotus presentó dos carros: el Evora Cup GT4 y al Exos 125R Race Car. Mercedes hizo lo propio con un SLS AMG GT3 cromado. Sin embargo, fueron los eventos, subastas y los carros clásicos lo que se destacó del evento.
En cuanto a los eventos dentro de estos dos días, se destacan unos 10. En primer lugar, está el Rolex Motorsport Reunion, auspiciado por la lujosa firma de relojes. Por supuesto, hubo Concorso Italiano, donde hubo una sección dedicada al aniversario de los Ferrari F40.
Hablando de aniversarios, se celebraron los 75 años de Jaguar (con una inédita reunión de XK-SS), los 100 años de Alfa Romeo, el centenario de la Indy 500, junto con un tributo a Carroll Shelby y a Dan Gurney.
El show que acompañó a la razón de ser de Monterey fue The Quail Motorsports Gathering, donde se vieron bellísimos ejemplares. El domingo todos esperamos por el Tour de Elegancia, que puso en marcha a los participantes del legendario Concurso de Elegancia, que lo ganó un Delage D8S De Villars Roadster de 1933, que pasará a la historia por su merecido galardón como "The Best in Show".
Por supuesto, las subastas tuvieron mucha participación. Se destacaron tres: la de Gooding & Company, RM Auctions y RM Auctions for Ford. Dentro de la primera, donde se lograron 64.59 millones de dólares, se destacaron los siguientes carros: Jaguar SS100 1937 (1'045,000), Ford GT40 MkI 1966 (1'650,000), Ferrari 340 America Spider 1951 (2'530,000), Maserati 200SI 1956 (2'640,000), McLaren F1 1995 (3'575,000), Mercedes-Benz S 25/180 Boattail Speedster 1928 (3'740,000), Ferrari 250 GT SWB Berlinetta SEFAC Hot Rod ($6,105,000), Alfa Romeo 8C 2011 Monza 1933 (6'710,000) y un Ferrari 250 GT LWB California Spider Competizione de 7'260,000 dólares.
RM vendió 14 carros por encima del millón de dólares; sin embargo, nadie ofreció los 10,7 millones que pedían por un Ferrari 250 TR 1958 y por ende, se dejó como reserva. Los autos más caros fueron: Ferrari 500 Superfast de 1966 (1'127,500), Ferrari 275 GTB/6C Alloy Berlinetta 1966 (1'155,000), Duesenberg SJ Riviera Phaeton 1933 (1'430,000), Ferrari 500 Mondial Berlinetta 1954 (1'567,500), Ferrari 250 GT Series I Cabriolet 1958 (1'622,500), Packard Twelve Coupe 1933 (1'622,500), Ferrari 410 Superamerica Series III Coupe 1959 (1'760,000), Ferrari FXX Evoluzione 2007 (1'925,000), Jaguar D-Type 1955 (2'090,000), Ferrari 250 GT LWB California Spyder 1959 (2'612,500), Delahaye Type 175 S Roadster by Saoutchik (3'300,000), Ferrari 357 MM Berlinetta 1954 (4'620,000) y un rarísimo Talbot-Lago T150-C Lago Speciale Teardrop Coupe 1938 de 4'620,000.
En cuanto a la subasta hecha por RM Auctions para Ford, se vendieron muchos de los carros conceptos que han hecho en este milenio, junto con algunos carros de competición de los años sesenta y un par de sus inicios. El más costoso fue el Cooper Ford "King Cobra" 1964 de 450,000 dólares, y los más baratos fueron los Ford Prodigy Concept 2000 y el Lincoln Continental Concept Shell 2002, cada uno por 14,000 dólares.
En Pebble Beach hubo se reunieron muchísimas joyas de la automoción, que haría una lista prácticamente innumerable. Sin embargo, tratamos de rescatar lo más relevante. Y como una imagen vale más que mil palabras, te dejamos con la fotogalería.
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