Por tamaño, el IBx quedaría ubicado en el sub-segmento de los SUV compactos, en donde también compiten el exitoso Nissan Qashqai o el Skoda Yeti, éste último también del grupo Volkswagen. Su diferencia radica en que tiene dos puertas laterales y no cuatro como el de sus teóricas alternativas.
Al igual que el prototipo IBE, el IBx sigue la nueva línea de diseño de Seat que a futuro incorporarán sus futuros lanzamientos.
De existir como un supuesto modelo de serie, el IBx tendría como opción una gama de motores Diesel o gasolina y sistemas de tracción sencilla o total permanente. Lo único que se sabe es que el prototipo es un híbrido que en modo eléctrico puede recorrer una distancia de 45 kilómetros.
De acuerdo a nuestra base de datos de pruebas, el TT RS ha sido, junto con el Porsche Panamera Turbo, el coupé más rápido que hayamos probado en AUTOMÓVIL Panamericano, registrando escalofriantes 4.7 segundos para hacer el 0 a 100 km/h ¡a la altura del DF! El Panamera Turbo necesitó de 4.5, mientras que el Porsche 911 Turbo hizo 4.9; en éstas ligas está metido el TT RS.
Por si esa brutalidad no fuera suficiente, Audi ha agregado algo más de sazonador al jugoso y grueso corte que tiene ya en la parrilla, en la forma de 20 “caballitos” adicionales, para un gran total de 360, provenientes del mismo 2.5 litros TFSI (turbo e inyección directa) de cinco cilindros. Es como el motor del Jetta VI pero con mucho mayor tecnología, refinamiento y, desde luego, potencia.
Dependiendo del mercado al que vaya destinado, el TT RS Plus estará disponible tanto en carrocería coupé como roadster, y a elegir entre caja manual de seis velocidades o S-Tronic robotizada de siete. En todos los casos la tracción es integral permanente Quattro. El sistema de frenos también es específico de la versión, ya que cuenta con discos de 370 mm de diámetro, con pinzas de cuatro pistones.
Estéticamente se pueden apreciar detalles distintivos como la parrilla, las cubiertas de los espejos –en fibra de carbono-, las salidas de los escapes y el pomo de la palanca de velocidades. Los rines también tienen un acabado especia, y para muchos son el elemento decorativo más desafortunado del coche. Tienen el mismo diseño de siempre aunque pintados en negro y rojo; una solución tuning poco elegante. Un detalle que seguramente será pasado por alto por los propietarios tan pronto pisen el acelerador a fondo.
Les dejamos unos videos del TT RS en pista. Que los disfruten:
Comunicado oficial:
Even more dynamic: the Audi TT RS plus
Coupé and Roadster boosted to 265 kW (360 hp)
Zero to 100 km/h in 4.1 seconds; top speed increased to 280 km/h
Average fuel consumption just 8.5 liters per 100 km
Even more powerful, even faster, even more dynamic: Early 2012 will see the launch of the Audi TT RS plus. This compact sports car, in both Coupé and Roadster versions, stands out for its awe-inspiring performance. Its power-boosted five-cylinder turbo delivers 265 kW (360 hp), sufficient for a top speed of 280 km/h (173.98 mph).
The 2.5-liter TFSI in the Audi TT RS plus is a high-performance engine. Compared with the engine on which it is based, this turbocharged direct-injection unit delivers 15 kW (20 hp) more power. It produces 465 Nm (342.97 lb-ft) of torque, 15 Nm (11.06 lb-ft) more than before. Customers can choose between a manual six-speed transmission and the seven-speed S tronic with its lightning-fast gearshifts. The dual-clutch transmission comes with a launch control function which optimizes acceleration from a standing start. The quattro permanent all-wheel drive system, which operates with a multi-plate clutch, transfers engine power to the road in supreme style.
The TT RS plus unites dynamics and efficiency in a most impressive way. Against the backdrop of the five-cylinder engine's characteristic roaring and growling, the Coupé with S tronic catapults from a standstill to 100 km/h (62.14 mph) in 4.1 seconds (with manual transmission: 4.3 seconds). The Roadster completes the same exercise in 4.2 seconds (with manual transmission: 4.4 seconds). Top speed is limited to 280 km/h (173.98 mph) for all versions of the car. The Coupé with S tronic uses an average of just 8.5 liters of fuel per 100 km (27.67 US mpg); the Roadster uses 8.6 liters per 100 km (27.35 US mpg).
Alongside numerous efficiency-improving measures, these top figures are due primarily to the extremely lightweight Audi Space Frame (ASF) bodies made of aluminum at the front and sheet steel at the rear. The Coupé with manual transmission, including quattro drive, weighs just 1,450 kilograms (3,196.70 lb); its power-to-weight ratio is 4.0 kilograms (8.82 lb) per horsepower. The power-to-weight ratio of the Roadster is 4.2 kilograms (9.26 lb) per horsepower.
The high-performance brake system is able to cope with the engine's power at all times. Four-piston fixed calipers in conjunction with perforated brake disks are installed on the front axle. The Audi TT RS plus is fitted with 19-inch cast wheels of five-arm "Rotor" design; they are painted black with contrasting red rim flanges. The wheels are fitted with 255/35 tires. The adaptive damping system known as Audi magnetic ride is available as an option. A large, fixed rear wing increases downforce at the back of the car.
The Singleframe radiator grille also sets the Audi TT RS plus apart visually: Its diamond-pattern mesh is in highly polished anthracite, its trim frame has a matt aluminum-look finish. The housings of the exterior mirrors are made of carbon fiber-reinforced polymer (CFRP). The dual-branch sport exhaust system has black oval tailpipe trims. A sound flap further intensifies the sound of the engine. The Carbon design package gives the engine compartment a more exclusive look. The knob on the gear or selector lever features an aluminum-look trim ring and a TT RS plus badge.
The TT RS plus Coupé with manual transmission costs €60,650 in Germany or €62,800 with the seven-speed S tronic . The TT RS plus Roadster has a list price of €63,500 or €65,650 respectively.
VW JETTA CLASICO
INTIMIDADES
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RENAULT SCALA
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Las condiciones económicas de nuestro país y la falta de una regulación en la venta de automóviles nuevos le da a las marcas facilidades impresionantes para vender prácticamente lo que se les antoje. Por eso en el mercado automotriz podemos encontrar autos como el Nissan Tsuru y el Chevrolet Chevy por ejemplo, los cuales llegaron a principios de la década de los noventa y se han mantenido con puros cambios cosméticos. Con estos ejemplos enfrente, muchas marcas quieren emularlos con sus propias versiones que les permita competir con los susodichos o al menos mejorar su volumen de ventas.
Volver al pasado
Comenzando en orden alfabético, tenemos al Renault Scala, un auto que nos llega desde las lejanas tierras de Corea y no es otra cosa que un Sentra de la generación anterior que salió hasta el 2006, y debido a la alianza entre Nissan y Renault, se fabrica en la nación oriental en las instalaciones de Samsung. Tiene varios cambios con respecto al Sentra que conocimos, como el frente, los faros, las calaveras y por supuesto los rines. En el interior también hay cambios en tablero, las puertas y los plásticos pero se mantiene el diseño y la disposición de la botonería casi en el mismo lugar. En cuanto al motor refiere, se cambia el cuatro cilindros de 1.8 litros de 126 HP que ahora usa el Tiida por un 1.6 de 16 válvulas y 110 HP que tiene apertura variable en la admisión, aparejado en este caso a una caja automática de cuatro relaciones. Como detalle interesante, usa cadena en lugar de una banda de distribución de plástico, lo que evitará su cambio frecuente como en muchos otros autos. El equipamiento de la versión Dynamique que probamos es completo, ya que tiene vidrios, seguros y espejos eléctricos, ajuste de altura en el asiento del conductor, control de audio en el volante y entrada auxiliar en el estéreo, pero lo más importante es que ofrece bolsas de aire frontales y sistema de frenos ABS con EBD y Asistente de Frenado de emergencia (SAFE). Extrañamos el ajuste de profundidad del volante dado que sólo tiene de altura.
El contendiente es un viejo conocido también, el Volkswagen Jetta de cuarta de generación al cual la planta ya denomina simplemente Clásico, que se fabrica en la ciudad de Puebla. Comenzó su vida en el año 2000 y tiene poco tiempo que sufrió un cambio en el frente, faros y calaveras. En el interior no hay cambios de estilo, pero si le quitaron varias cosas para modificar a la baja el precio, como el liberador eléctrico de la cajuela y el del tapón de gasolina que estaban en la puerta del conductor, cambiando este último al hueco que existe entre los asientos delanteros. También quitaron el aviso acústico y el testigo del cinturón de seguridad. En el asiento trasero removieron el cinturón central de tres puntos (que el Scala sí lo tiene) dejando uno pélvico. De hecho, la versión que nos facilitaron era la GL manual sin el paquete de seguridad, lo que implica la falta de las bolsas de aire y frenos ABS. Además, no tiene vidrios y espejos eléctricos, sólo los seguros. Pero eso sí, viene con unos rines de aluminio de 16” y unos asientos denominados “Leatherette”, que es una imitación, no una vestidura, de piel. A su favor tiene el sistema de sonido con Bluetooth para el celular que tiene entrada auxiliar y de USB. El motor sigue exactamente igual, el eterno 2.0 litros de 115 HP de ocho válvulas que VW ha usado desde hace tanto tiempo.
Ventajas opuestas
Cada contendiente tiene atributos en distintas áreas. Siguiendo en orden, el Scala posee un buen puesto de conducción con asientos cómodos que sujetan bien el cuerpo; acomodarse para manejar es sencillo. En la banca trasera hay buen espacio para cuatro, apretado para cinco mientras que la cajuela es suficiente. La suspensión McPherson adelante y eje Panhard modificado atrás están del lado duro pero agradable. En ciudad no tiene queja, el motor trabaja relajado con la caja cambiando siempre a no más de 2,000 vueltas para lograr un bajo consumo de gasolina y con suficiente reserva para hacer cambios de carril rápidos gracias a su caja automática proactiva. En carretera las cosas cambian por dos factores que no le ayudan: el motor y las llantas. En casi todas las carreteras que salen del D.F. hay que superar los 2,000 metros de altura, y aquí es donde al 1.6 con 111 lb-pie le cuesta mover los 1,210 kilos que pesa el Scala incluso con la gran ayuda de la caja, que hace su mejor esfuerzo. A ritmo alegre en curvas, las llantas 185/65 R15 chillan debido a que son ligeramente delgadas y en las versiones inferiores adelgazan más. Detalle a mejorar.
En el VW Clásico la posición de manejo también es buena pero más fácil de encontrar gracias al ajuste de profundidad del volante y el asiento sujeta bien y cómodamente al cuerpo. El espacio en la segunda fila es escaso y la cajuela, casi cavernosa. La palanca de la caja manual tiene tiros cortos y rápidos, una delicia para los pocos seres que todavía gustamos de este tipo de transmisiones. El motor 2.0 litros tiene la cualidad de gozar de mucho torque (122 lb-pie) y presentarlo a bajas revoluciones, que se traduce en una buena respuesta en casi todas las situaciones.
En carretera, el ajuste duro de la suspensión y los rines de 16” con neumáticos de medida 205/55 invitan a entrar con confianza y rapidez en las curvas. Lo que nos decepciona es la falta de bolsas de aire y los frenos ABS.
Sin duda alguna la directriz a seguir con este par es vender un auto compacto al mejor precio posible. Y en la redacción entendemos que les quiten ciertas cosas para generar ahorro, pero sólo hasta cierto punto, porque no podemos dilucidar cómo es posible que el Scala que viene casi desde el otro lado del mundo tenga un precio inferior en más de 20,000 pesos que el VW Clásico fabricado en México. Hablando de autos igual de equipados, ya que el VW automático y con paquete de seguridad está en 219,401 pesos. En el caso de esta comparativa el Scala Dynamique vale 198,000 pesos mientras que el Clásico GL cuesta 191,500. ¿Vale la pena pagar 6,500 pesos más por tener bolsas de aire, frenos ABS, caja automática y todo el equipo eléctrico? Si contemplamos solamente la seguridad para empezar, por supuesto que sí. La mayoría de la gente busca más la transmisión automática y de la misma manera no todo el mundo es un entusiasta del desempeño. Sospechamos que el ADN de Nissan que tiene el Scala redundará en una buena calidad y duración. Si conjugamos los factores de precio, seguridad y equipamiento, el Scala gana indiscutiblemente. El VW Clásico es un excelente automóvil, divertido y aguantador pero ¿no creen ustedes que vale más la pena tener bolsas de aire y frenos ABS que vestiduras “Leatherette” y rines de 16 pulgadas? Mientras no tengamos una regulación gubernamental como en otros países en donde la seguridad no es opcional, seguiremos consumiendo lo que las marcas quieren y no lo que los consumidores necesitamos
Motor | RENAULT SCALA | VW JETTA CLASICO |
Situación | Del. transversal | Del. transversal |
Nº de cilindros | Cuatro en línea | Cuatro en línea |
Bloque/cabeza | Aluminio/aluminio | Fundición/aluminio |
Distribución | DOHC, 16 válvulas, VVT | SOHC, 8 válvulas |
Alimentación | Inyección multipunto | Inyección multipunto |
Cilindrada | 1,596 cc / 1.6 l | 1,984 cc / 2.0 l |
Diámetro x carrera | 76.0 x 88.0 mm | 82.5 x 92.8 mm |
Compresión | 10.5:1 | 10.0:1 |
Combustible | Gasolina, 87 oct | Gasolina, 87 oct |
Potencia máxima | 110 HP a 6,000 rpm | 115 HP a 5,400 rpm |
Par máximo | 151 Nm (111 lb-pie) a 4,250 rpm | 165 Nm (122 lb-pie) a 2,800 rpm |
Transmisión | ||
Caja | Automática 4 velocidades | Manual 5 velocidades |
Tracción | Delantera | Delantera |
Embrague | Convertidor de par | Monodisco en seco |
Relación diferencial | N.D. | 4.32 :1 |
Bastidor | ||
Suspensión del. | MacPherson | MacPherson |
Suspensión tras. | Eje Panhard recortado | Eje arrastrado |
Elemento elástico | Resortes helicoidales | Resortes helicoidales |
Estabilizadora del/tras. | Sí / no | Sí / sí |
Frenos del. | Discos ventilados | Discos ventilados, 280 mm |
Frenos tras. | Tambores | Tambores |
Asistencias | ABS, EBD, SAFE | N.D. |
Dirección | Hidráulica, variable | Hidráulica, variable |
Giros/ø volante | 2.8/38 cm | 3.0/37 cm |
Diámetro de giro | 10.6 m | 10.9 m |
Neumáticos | 185/65 R15 88H | 205/55 R16 91H |
Rendimientos | ||
Vel. máxima | 180 km/h | 195 km/h |
Acel. 0-100 km/h | 12 s | N.D. |
Consumo ciudad | 12.6 km/l | 11.1 km/l |
Consumo carretera | 14.4 km/l | 19.5 km/l |
Consumo medio | 16.0 km/l | 15.1 km/l |
Emisiones de CO2 | 144 gr/km | 153 gr/km |
Carrocería | ||
Peso | 1,212 kg | 1,307 kg |
Largo x Ancho x Alto | 451 x 171 x 145 cm | 440 x 173 x 144 cm |
Distancia ejes/vias | 253/149 - 147 | 251/150 - 149 |
Cajuela | 410 litros | 455 litros |
Nuestras Mediciones | ||
Aceleración / rebases | ||
Acel. 0-100 km/h | 18.36 s | 16.79 s |
Acel. 0-400 m | 22.51 s | 20.20 s |
Acel. 0-1,000 m | 40.46 s | 37.01 s |
20-120 km/h | 28.66 s | 22.98 s |
50-120 km/h | 24.59 s | 18.99 s |
80-120 km/h | 17.73 s | 15.00 s |
Velocidad máxima | 160 km/h | 190 km/h |
Frenadas | ||
140-0 km/h | 87.2 m | 82.6 m |
120-0 km/h | 63.1 m | 62.3 m |
100-0 km/h | 43.9 m | 42.6 m |
Consumos | ||
Ciudad km/l | 12.1 | 9.2 |
Carretera km/l | 15.1 | 18.8 |
Media (70, 30%) | 13 | 12 |
Dinamómetro | ||
Potencia | 110.2 HP a 5,990 rpm | 117.6 HP a 5,170 rpm |
Par | 150 Nm (111 lb-pie) | 186 Nm (136.06 lb-pie) |
Rel. peso/potencia | 11.00 kg/HP | 10.91 kg/HP |
En Aston Martin dieron muchas vueltas hasta que culminaron una obra de arte como la del Rapide. Se habló durante años del cuatro puertas de la firma de Gaydon, pero se hizo esperar más de la cuenta. El primer prototipo no lo vimos hasta el Salón del Automóvil de Detroit en 2006, pero tardó casi cuatro años más hasta que el Rapide —nombre que le viene del Lagonda Rapide de principio de los ´60 que empleaba la plataforma y mecánica del DB4— llegó a la calle. Estaba basado en el DB9 y hay que reconocer que hicieron un gran trabajo. Es sin duda el sedán cuatro puertas más bonito y espectacular del mercado y, ni Porsche Panamera ni Maserati Quattroporte pueden hacerle sombra en este sentido.
Pero en Aston Martin necesitaban hacer algunas “reformas” en su Rapide y han aprovechado la coyuntura para incrementar su potencia, sus prestaciones y, por tato, sus sensaciones. Pensando en el mercado norteamericano con duras normativas de seguridad y ante la competencia europea que también está pegando fuerte, la firma británica tenía que mejorar el sistema de colisión contra peatones.
Han rediseñado el frontal ligeramente con algo más de abombamiento en el cofre —que a simple vista casi no se nota— y el motor se ha desplazado 19 mm más abajo, retrasándolo un poco más, de manera que quede más cámara de aire entre ambos elementos y en caso de golpe a la cabeza de un peatón, pues éste sufra los mínimos daños posibles. Además, la parrilla del frontal también se ha recolocado ligeramente, para poder salvar el uso del metal en la misma. Porque de no ser así, hubiesen tenido que emplear el plástico y para Aston Martin eso hubiese sido una aberración. Como nos dijo el director de diseño de la marca Marek Reichman “si algo parece que es aluminio, es que es aluminio; si parece que es fibra de carbono, es que es fibra de carbono. No se simulan materiales nobles con plásticos. En Aston Martin todo es verdadero y auténtico”.
Mecánicamente también sabían que había que mejorar un poco, porque la competencia aprieta fuerte. Así que para el nuevo Rapide S, que es como pasa a denominarse ahora el renovado sedán de la marca, se incrementa la potencia del impresionante V12 de 6 litros de los 477 de su antecesor a los 558 HP… ¡casi nada! Y eso que lo hacen con una mecánica de buen rendimiento pero algo anticuada por su empleo de la inyección de gasolina indirecta, cuando las modernas de inyección directa ofrecen más posibilidades.
Por supuesto que las prestaciones se han mejorado, con 3 décimas en el 0 a 100 km/h y 11 km/h en la velocidad máxima. Aunque quizás donde se haya echado el resto haya sido en la suspensión. El bastidor se ha trabajado a fondo para asimilar el incremento de potencia. No se podían dejar las cosas como estaban, porque aumentar un 15% el rendimiento de una mecánica no es para tomarlo a la ligera. El Rapide S corre más que el Rapide anterior y hay que tomar medidas apropiadas con una amortiguación de control electrónico que permite tres programas de comportamiento: Normal, Sport y Track. Además las estabilizadoras son más gruesas y los elementos de la suspensión más duros, aunque solo lo suficiente para dejarlo bastante cómodo. Esto siempre refiriéndonos a la posición Normal, ya que las Sport y, sobre todo la Track, ya no resultan tan confortables.
Para la vida diaria lo mejor es llevarlo siempre en la posición Normal, ya que la amortiguación pilotada se encarga de comportarse adecuadamente según la conducción que estemos haciendo. Curiosamente no parece un coche que puede llegar a pesar 2.2 ó 2.3 toneladas dependiendo de los cuatro ocupantes. Parece más ligero de lo que es y su comportamiento es de un verdadero deportivo. No es un Vanquish, pero no le anda lejos. La potencia de los frenos también es excelente, aunque nos queda la duda de si se agotarán —algo que no pudimos comprobar en nuestra toma de contacto—; resulta sorprendente que no se ofrezcan ni en opción los frenos cerámicos, que garantizarían una mayor longevidad y aguante.
Otro detalle es que la caja no es de doble embrague, sino automática, acoplada a una propulsión posterior. No es lo más avanzado tecnológicamente pero es muy eficaz. No se echa de menos porque los cambios son muy rápidos y el manejo con las levas tras el volante es perfecto. Llama la atención los robustos controles a modo de teclas en el tablero para seleccionar el modo de programa del cambio. Porque todo en Aston es de máxima calidad y el interior es de una factura impecable. Difícil de igualar y, sobre todo, con una clase que nadie se atreve a discutir. Hasta sentado en las plazas traseras se comprueba que se va en un auto muy especial. Los asientos son como los delanteros, tipo baquet individuales posicionados muy bajos. Se va muy cómodo y personas de hasta 1.95 m pueden ir sin tocar con la cabeza en el techo y las piernas en el respaldo del asiento delantero.
Resumiendo, el Rapide S ha mejorado a su antecesor no solo en potencia y prestaciones, sino en un bastidor mucho mejor puesto a punto. Estéticamente cambian algunos detalles, pero hay que reconocer que una silueta así es muy difícil de mejorar. La elegancia de un Aston Martin cobra su máxima expresión en esta versión de cuatro puertas, cuatro plazas… y con una buena cajuela. Porque el Rapide S demuestra que no hay por qué renunciar a nada.
Considerado el comentario de que Opel sería vendida a un autoconstructor chino como un simple rumor, General Motors desestima abiertamente la opinión del ejecutivo de VW al calificarla como una simple especulación.
Y es que durante la revuelta financiera de hace dos años, Opel estuvo a punto de ser vendida al grupo financiero Magna, con el apoyo de inversores rusos. Al final, la casa matriz se retractó y no hubo arreglo para su disposición institucional a otras compañías.
Pese estos rumores, Opel continúa siendo una de las principales fuentes de tecnología de chasís y suspensiones para todo el grupo, incluidos ejemplares tipicamente norteamericanos como los Buick.
Sin embargo, los reportes financieros de GM acusan a Opel y Vauxhall como merma, con 1.6 millardos de dólares en pérdidas durante el 2010.
El tenor de estas declaraciones puede radicar en la carrera que ambos autoconstructores -GM y VW- junto a Toyota protagonizan para ganar el liderazgo mundial de producción y ventas de automóviles en el mediano plazo.
Ya hemos conocido al futuro "súper Porsche", en la forma del 918. Ahora toca turno al Coupé, que bien pudiera tener dos tareas en la línea de tiempo de la marca. Sería un modelo que, de entrada, se posicionaría entre el actual Cayman y el 911, para eventualmente reemplazar al primero y dar a su vez cabida a futuro Small Roadster como el nuevo escalón de entrada a la gama Porsche.
El venidero Coupé tendrá, como es de esperarse, motor ubicado en posición central-trasera, con tracción al eje posterior y un rango de propulsores turbo de cuatro cilindros así como B6 atmosféricos. El rango de potencias será de 270 a 350 caballos, con la opción de transmisión manual de seis velocidades o automática PDK de siete.
El Audi R18 TDI número 2 del suizo Marcel Faessler, el alemán André Lotterer y el francés Benoit Treluyer se ha impuesto en las 24 Horas de Le Mans, de automovilismo de resistencia, quizás la carrera más emblemática de la historia del automovilismo.
La marca alemana, que reedita la victoria del año pasado, se impuso a Peugeot, que copó las cuatro posiciones siguientes en la meta. Lotterer fue el encargado de cruzar victorioso la línea de meta. En total completó 354 vueltas, lo que equivale a 4,814.4 km. a una media de 200.6 km/h.
De los tres Audi que comenzaron la carrera sólo acabó uno, eso sí, en el primero puesto. El sábado, antes de cumplirse la primera hora de la carrera, abandonó el número 3 después de que el británico Alan McNish sufriera un espectacular y violento accidente del que salió ileso.
Durante la octava hora de carrera cayó el Audi número 1, el de los ganadores en 2010: los alemanes Mike Rockenfeller y Timo Bernhard y el francés Romain Dumas. Fue Rockenfeller el que se accidentó, también formas espectacular pero sin consecuencias para el piloto. Tanto McNish como Rockenfeller acabaron en el hospital para estar en observación.
Los vencedores, que fueron segundos en la edición de 2010, no pudieron aflojar en momento alguno porque el Peugeot número 9 de los franceses Sebastien Bourdais y Simon Pagenaud -éste en el último turno- y el portugués Pedro Lamy apenas entró a 13.8 segundos después de 355 vueltas al larguísimo circuito francés (13.629 km.).
La tercera plaza fue para el Peugeot número 8 del francés Stéphane Sarrazin, el checo Franck Montagny y el británico Nicolas Minassian.
Fue una carrera dura, con muchos momentos de tensión y con alguna actuación discutible por parte de alguno de los coches de la escudería Peugeot, que no facilitaron el adelantamiento al monoplaza de Audi cuando este pasaba a doblarlo, con lo que intentaban que el Peugeot número 9 le recortara tiempo. También tuvo fases muy amplias de safety car, provocados por los espectaculares accidentes de los Audi pilotados por McNish y Rockenfeller.
Ganador de la edición de 2009, Gené, que cruzó la línea de meta en cuarta posición , lo hizo a cuatro vueltas de los vencedores. El equipo del español llegó a liderar en algunos momentos la carrera y posteriormente ocupó largamente la segunda plaza, pero al final se quedó fuera del podio.
Además, el también español Antonio García, que formó equipo con el monegasco Olivier Beretta y el estadounidense Tommy Miller al volante de un Chevrolet Corvette, se impuso en la categoría GTEPro con el undécimo puesto absoluto . El equipo ganó con una vuelta de margen sobre el segundo clasificado, el AF Corse Ferrari número 51. Se trata del tercer triunfo en su categoría del madrileño en esta legendaria carrera.
En la categoría LMP2, el ganador fue el Zytek Nissan del francés Olivier Lombard, el británico Thomas Kimber-Smith y el saudí Karim Ojjeh.
Sin embargo, dicha versión todavía se ve muy lejos, por lo que debido a la demanda y las ansias del mercado por tener un Beetle diferente, Volkswagen esta listo para presentar en el próximo Salón de París la línea de accesorios R-Line para este modelo.
El catalogo se compone de un kit de carrocería con nuevas defensas, estribos y spoiler trasero que, como se puede ver en las imágenes, cambian de manera radical el aspecto original de The Beetle. Como aderezo, también se ofrecerán nuevos diseños de rines en 18 y 19 pulgadas.
El interior podrá ser personalizado con accesorios de la línea R-Line. Para este fin, están disponibles asientos de piel, bordados con el logo “R”, así como diferentes detalles de personalización en consola, pedales y palanca.
Obviamente, todos estos cambios tienen un precio, el cual de entrada será de 1,290 Euros; algo asi como $ 21,660 pesos para el kit exterior y de 1,675 Euros ($ 28,125 pesos aproximadamente) si se eligen los accesorios interiores, también.
Unidad probada
1,199,000 pesos
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INTIMIDADES
Hace 10 años, hablar de un V8 biturbo era ciencia oculta para el automovilista promedio. Los turbocargadores sólo eran vistos como una posibilidad mecánica necesaria en los cuatro cilindros para ganar potencia frente al siempre generoso torque que erogaban los dominantes V8 de corte clásico y los raros pero deseados V12. Claro, la evolución también alcanzó un par de décadas atrás a una generación de V6 dotados del soplo mágico de la turbina, oportunidad de ejemplares japoneses en carrocería egoísta vulgo coupé.
Pero los tiempos cambian y la demanda por más potencia e inmediatez en la respuesta por parte de entusiastas más pudientes abre una brecha ya explorada en el pasado reciente por firmas Premium.
Sin aspavientos
Casi no hay indicios que delaten sus capacidades velocistas excepto los anagramas en parrilla y cajuela, enormes discos delanteros con pinzas de seis pistones y un mínimo alerón que bordea la tapa del tercer volumen. Las siglas que sí extrañan son las de V8 T. Porque no es común evocar este propulsor a pesar de que ya existen en el mercado las opciones de BMW y Cadillac, con sus respectivos dispositivos de turbina y supercargador.
Por dentro el énfasis deportivo de la casa aflora mediante los asientos específicos en gamuza y piel, diseño vistoso antes que envolvente; esos están reservados para las vertientes RS. Los mandos no reportan gran cambio frente a lo visto en el A6 actual; sólo los insertos en fibra de carbono y algunos detalles hablan de un modelo diferente.
Su equipamiento no tiene queja, muy completo en todas las áreas. Y las calidades de ensamble y materiales apegados al sello de excelencia de Ingolstadt.
Emoción desbordada
La primera impresión, en este caso, no corresponde a lo que puede entregar en vías rápidas el S6. Su aspecto discreto hace creer que es tan convencional como un sedán Premium natural. Pero basta pulsar el botón de encendido para darse cuenta de que no es común: el V8 ruge a plenitud en sus primeros segundos de aliento, para luego quedarse en unas cómodas 600 rpm de su ralentí.
Ese “bostezo” anticipa emotividad y tras los ajustes obligados en mandos y asiento, dejamos la ciudad, donde las calles y sus restricciones coartan el impulso por correr de esta serena belleza.
Su ambiente natural son las autopistas planas, amplias, donde el V8 nos concede la gracia de ir a sorprendentes 200 km/h con apenas 3,200 giros del motor en la séptima relación de la transmisión de doble embrague. Todo con un aplomo consistente, comunicativo, no tan intuitivo como ocurre en deportivos de mayor prosapia. No obstante, resulta muy fácil colarse entre el tráfico, que parece más lento de lo acostumbrado. La vehemencia del V8 y la proactividad de la caja nos facilitan la conducción velocista, a veces insolente, porque nos concede dejar a todo mundo detrás de nosotros con tan sólo un pisotón del pie derecho. Vanidad de entusiasta: soy el más rápido ahora.
Dada la energía del V8, basta recorrer 1/4 del acelerador para que surja esa apuración tan deliciosa que sólo un turbocargado puede entregar. En el tacómetro el vigor nace desde las 2,300 vueltas y el canto grave embriagante surge a partir de las 3,500 rpm, manteniéndose hasta poco antes de los 6,000 giros.
Esa circunstancia tan volátil la determina el modo seleccionado de los cincos disponibles (Efficiency, Comfort, Dynamic, Auto e Individual). El exigente es el Dynamic, que coordina no sólo la respuesta del tren motor, caja y dirección, sino que alcanza a la suspensión neumática, el diferencial central, la tensión del cinturón de seguridad, la sonoridad de los escapes y el ESP.
Éste último, en el modo Dynamic, demuestra su afinación juguetona cuando acometemos zonas de curvas cerradas, carreteras de montaña que requieren manos hábiles, reflejos precisos y juicio equilibrado. Porque el eje trasero se insinúa en los cambios rápidos de rumbo si superamos el cuarto de carrera del pedal que alimenta gasolina. Muy divertido pero obliga a dejar un ligero margen en ocasión de una apreciable masa rodante (casi dos toneladas). Ello propicia un subviraje controlado, que por el desliz de las ruedas traseras puede volverse en sobreviraje si no lo anticipamos. Claro, el control de estabilidad no deja de vigilarnos y en un caso extremo dará el toque necesario para insertarnos en la dirección deseada.
Sólo la retroalimentación del volante tiende a perderse un poco en los límites del trazo, lo que otorga una ligera sensación de flotabilidad que nos fuerza a concentrarnos por completo para salvar la curva sin riesgos.
En cuanto a la calidad de marcha, gracias a la tecnología neumática, puede escogerse desde la comodidad urbana hasta la exigencia de la carretera. Por cierto, el modo Efficiency no sólo alarga los cambios y suaviza la aceleración, sino que dispone del sistema Start/Stop que economiza un poco de combustible.
Respecto los frenos, notable su respuesta y consistencia durante nuestras pruebas. No hubo fatiga durante la evaluación pero sí en nuestro habitual recorrido de montaña, un tramo de poco más de 15 km, donde al final mostraba señales de cansancio. A descargo, la exigencia fue brutal, sobre todo en la consideración de la masa de este S6.
Valoración
Por un desfalco de 1.2 millones de pesos puede adquirir este magnífico sedán que incluye mucho equipamiento y prestigio pero le concede esa oportunidad de gozar un automóvil muy rápido, versátil en su dinamismo y suficientemente práctico para la familia. Cierto, las alternativas pueden ser un BMW 550i, un Jaguar XF SC o un Cadillac CTS-V. O tan próximas como la oferta de la propia casa, léase Audi S7.
Al final, el pago dependerá de su preferencia y capacidad, todo por gozar de un tres volúmenes discreto capaz de crear boquiabiertos entre aquellos que presumen su movilidad de manera más vistosa que efectiva.
Ficha técnica:
Datos Oficiales | ||
Motor | ||
Situación | Delantero longitudinal | |
Nº de cilindros | Ocho en V | |
Bloque / cabeza | Aluminio / aluminio | |
Distribución | DOHC, 32 válvulas, VVT | |
Alimentación | Inyección directa con dos turbocargadores | |
Cilindrada | 3,993 cc / 4.0 l | |
Diámetro x carrera | 84.5 x 89.0 mm | |
Compresión | 10.1:1 | |
Combustible | Gasolina, 92 oct | |
Potencia máxima | 420 HP entre | |
5,500 y 6,400 rpm | ||
Par máximo | 550 Nm (405 lb-pie) entre 1,400 y 5,200 rpm | |
Transmisión | ||
Caja | Manual robotizada, 7 vels. | |
Tracción | Integral permanente | |
Embrague | Bidisco en aceite | |
Relación diferencial | 4.09 :1 | |
Bastidor | ||
Susp. del. | Triángulos sobrepuestos | |
Susp. tras. | Multibrazo, 4 elem. | |
Elem. elástico | Resortes neumáticos | |
Estabilizadora del / tras. | Sí / sí | |
Frenos del. | Discos ventilados | |
Frenos tras. | Discos ventilados | |
Asistencias | ABS, ESC, TC | |
Dirección | Eléctrica, variable | |
Giros / ø volante | 2.8 / 36 cm | |
Diámetro de giro | 11.9 m | |
Neumáticos | 255/40 R19 100Y | |
RENDIMIENTOS | ||
Vel. máxima | 250 km/h | |
Acel. 0-100 km/h | 4.6 s | |
Consumo en ciudad | 7.4 km/l | |
Consumo en carretera | 13.3 km/l | |
Consumo combinado | 10.4 km/l | |
Emisiones de CO2 | 225 gr/km | |
Prueba de impacto | ||
Certificación | EuroNCAP | |
Protección adulto | 91% | |
Protección niño | 83% | |
Nuestras mediciones | ||
0-100 km/h | 5.25 s | |
0-120 km/h | 7.16 s | |
0-140 km/h | 9.38 s | |
0-160 km/h | 12.22 s | |
0-400 m | 13.43 s | |
0-1,000 m | 24.57 s | |
Rebases | ||
20-120 km/h | 7.30 s | |
50-120 km/h | 5.70 s | |
80-120 km/h | 3.64 s | |
Frenadas | ||
160-0 km/h | 99.5 m | |
140-0 km/h | 76.7 m | |
120-0 km/h | 55.9 m | |
100-0 km/h | 37.8 m | |
Consumos | km/h | km/l |
Ciudad | 27 | 6.7 |
Carretera | 109 | 12.2 |
Media (70, 30%) | 51 | 8.3 |
Autonomía media | 622 km |
En los números anteriores pudimos conocer ya al futuro "súper Porsche", en la forma del 918. Ahora toca turno al Coupé, que bien pudiera tener dos tareas en la línea de tiempo de la marca. Sería un modelo que, de entrada, se posicionaría entre el actual Cayman y el 911, para eventualmente reemplazar al primero y dar a su vez cabida a futuro Small Roadster como el nuevo escalón de entrada a la gama Porsche. El venidero Coupé tendrá, como es de esperarse, motor ubicado en posición central-trasera, con tracción al eje posterior y un rango de propulsores turbo de cuatro cilindros así como B6 atmosféricos. El rango de potencias será de 270 a 350 caballos, con la opción de transmisión manual de seis velocidades o automática PDK de siete.
La casa americana Chrysler ha anunciado el día de hoy un cambio radical en su personal comenzando con el nombramiento de Ralph Gilles como Presidente y CEO de la división Street and Racing Technology para controlar la calidad y procesos de fabricación de dicho departamento; sin dejar a un lado su papel como diseñador.
A lo largo de la historia la división SRT de Chrysler siempre ha sido percibida como un departamento adicional enfocado a satisfacer a aquellos compradores entusiastas que gustan de la deportividad, sin embargo a partir de este año Chrysler ha decidido cambiar la percepción de la filial y transformara en una marca propia.
Finalmente, Chrysler también confirma que a partir de ahora la nueva marca SRT también se hará cargo de todo lo que tenga que ver con el departamento de carreras deportivas.
Lo anterior no significa que la nueva marca venga a desbancar a Dodge, Jeep o Chrysler, simplemente representa un esfuerzo para unir todo el trabajo bajo una misma dirección.
Siguiendo con los cambios de personal, Chrysler también nombró a Fred Díaz como Presidente y CEO de Chrysler México; y a Reid Bigland como Presidente y CEO de la firma Dodge en Estados Unidos además de seguir a cargo de la dirección de Chrysler Canadá.
Por su parte y para finalizar con los cambios (por lo menos hasta este momento), David Buckingham se encargará de el recién creado departamento de Operaciones de Chrysler Canadá, mientras que Joe ChamaSrour tendrá la responsabilidad de reportarle a Mike Manly como parte del equipo de Operaciones Internacionales.
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