Unidad probada
177,500 pesos
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INTITMIDADES
Como si nos hubiesen escuchados los genios de mercadotecnia de la casa nipona, el Versa incluye de serie bolsas de aire y frenos ABS. En el apartado de confort destaca el aire acondicionado, también de serie. En las versiones tope sobresale el equipo de sonido capaz de aceptar conexión con reproductores digitales de la firma de la manzanita. El volante incluye mandos de audio y el control de velocidad crucero. También hay Bluetooth para sincronizar el teléfono celular y algunos extras como los seguros automáticos o cristales y espejos de accionamiento eléctrico. A estas interesantes características se suma una cabina muy espaciosa, notable si consideramos que por tamaño y pretensión el nuevo Versa encaja en el segmento de los subcompactos con cajuela.
LINEA GRANDE
Por fuera, las formas aluden al exitoso hermano mediano, el Altima. El frontal deslumbra por el tamaño de sus faros, tan grandes que replantean el diseño del vano motor con un refuerzo estructural frontal muy evidente incluso para el ojo ajeno al tema de automóviles. Mientras,la cintura marcada define su amplia cabina cuyo gran volumen interno ocurre por gracia del techo arqueado, que termina muy atrás, dejando una tapa de cajuela casi europea, de boca estrecha. Eso sí, la capacidad de carga es notable, pero no todas las maletas de gran tamaño acceden a este espacio.
Como remate, las calaveras evocan sutilmente al Maxima, un guiño de distinción que combina con las manijas cromadas de nuestro ejemplar analizado. En el terreno de las medidas, el Versa no difiere en su ancho y distancia entre ejes respecto al predecesor; pierde un poco de altura (3 cm) así como un centímetro y medio en el largo total (445 cm).
AIRE DE FAMILIA
Pese tantos halagos, el interior nos comprueba donde practicaron las reducciones de costos. El diseño del tablero si bien tiene aires frescos -relojes iluminados, palanquitas y perillas nuevas-, y posee materiales plásticos competentes, duros, de buen tacto, califican ligeramente por debajo de su competencia más directa léase Ford Fiesta o incluso el Seat Ibiza.
El poste A bloquea un poco la visión hacia el cuarto delantero izquierdo, un detalle que quizá no importe en la vía rápida común, pero en tramos estrechos puede ocultar un riesgo o elemento sorpresa. Los asientos tampoco niegan la tesitura económica de la casa: son planos, sin buen soporte lumbar y la espalda tampoco goza de apoyo para cambios constantes de rumbo. A cambio, sobresale la buena disposión de huecos, encabezados por seis portavasos: dos adelante, uno por puerta delantera y dos atrás. Buen detalle.
CONDUCCIÓN REGULAR
Al someterlo a la ruta de montaña, el Versa comprueba dos cosas de los Nissan de toda la vida: un manejo agradable, predecible y hasta divertido si la circunstancia lo permite -donde encaja la filosofía Pure Drive-, combinado con sensaciones ahorrativas y de bajo costo en los mandos. Por ejemplo, el fino grosor del volante va a tono con la ligereza que transmite la dirección, mientras la palanca de velocidades concede inserciones un tanto lentas por el snecillo mecanismo de la caja de cinco relaciones (se extraña la de seis del Tiida anterior) y su tacto es titubeante. El pedal del freno también acusa un mordiente dudoso, lo que obliga a pisar con más fuerza para disminuir la velocidad. La amortiguación suave otorga una marcha blanda, capaz para la movilidad personal, insuficiente para una conducción rápida pese la agilidad apreciada.
Su motor es el mismo 1.6 litros del March, pero se percibe algo más perezoso en la primera mitad del tacómetro. Si bien desde las 3,000 revoluciones ya empuja, el verdadero músculo surge tras rebasar los cuatro mil giros. Ello no permite aceleraciones contundentes ni pisando a fondo todo el tiempo. La premisa no es velocidad sino cumplir de manera suficiente las necesidades de una familia joven.
Todo suma para que la actitud del Versa en curva sea subvirante, acentuada por el balanceo propiciado por la cabina alta. Ello induce márgenes amplios durante las maniobras en la montaña. En la autopista, sólo la rumorosidad y ritmos moderados por arriba de los 130 km/h confirman la economía de este nuevo Versa.
VALE LO QUE CUESTA
Si somos muy preocupados porque rinda nuestro dinero, ya nos consideremos compradores inteligentes o tacaños, el nuevo Versa resulta una opción muy deseable. A su buen tamaño y formas agradables, sencillas, que buscan atraer al mayor número de automovilistas sensatos, se combina un buen manejo, un motor ahorrativo y un equipamiento antes inimaginable en un subcompacto de no hace muchos ayeres.
Y es que por menos de 180 mil pesos, nuestro ejemplar con caja manual nos ofrece un sedán con buen espacio y cajuela, el mínimo necesario de seguridad (bolsas de aire y frenos ABS) y los extras de lujo que más demanda tienen hoy. Sin duda alguna, Nissan apuesta duro con este inesperado as en un mercado maltrecho por el inexplicable incremento de precios en modelos de acceso, el de mayor desplazamiento en el país. Parece que empieza una guerra de precios.
Datos Oficiales | |
Motor | |
Situación | Delantero transversal |
Nº de cilindros | Cuatro en línea |
Bloque / cabeza | Aluminio / aluminio |
Distribución | DOHC, 16 válvs., CVTC |
Alimentación | Inyección multipunto |
Cilindrada | 1,598 cc / 1.6 l |
Diámetro x carrera | 78.0 x 83.6 mm |
Compresión | 9.8:1 |
Combustible | Gasolina, 89 oct |
Potencia máxima | 106 HP a 5,600 rpm |
Par máximo | 142 Nm (105 lb-pie)a 4,000 rpm |
Transmisión | |
Caja | Manual, 5 velocidades |
Tracción | Delantera |
Embrague | Monodisco en seco |
Relación diferencial | 4.06 :1 |
Bastidor | |
Susp. del. | MacPherson c/brazo |
Susp. tras. | Ruedas tiradas |
Elem. elástico | Res. helicoidales |
Estabilizadora del / tras. | Sí / no |
Frenos del. | Discos vent., 254 mm |
Frenos tras. | Tambores, 203 mm |
Asistencias | ABS, EBD |
Dirección | Hidráulica, variable |
Giros / ø volante | 3.0 / 37 cm |
Diámetro de giro | 10.6 m |
Neumáticos | 185/65 R15 88H |
En Monterey se presentaron varios autos de producción. El local fue el Mustang Boss 302 2012, pero también hubo algunas otras novedades: Infiniti G25 sedán y G37 IPL, al igual que el Jaguar XKR175. En cuanto a los exóticos, ahora conocemos al Bugatti Veyron Super Sport en persona, al igual que al Perana Z-One, Bentley Continental GTC 80-11 y Morgan EvaGT.
Respecto a los de competición, Lotus presentó dos carros: el Evora Cup GT4 y al Exos 125R Race Car. Mercedes hizo lo propio con un SLS AMG GT3 cromado. Sin embargo, fueron los eventos, subastas y los carros clásicos lo que se destacó del evento.
En cuanto a los eventos dentro de estos dos días, se destacan unos 10. En primer lugar, está el Rolex Motorsport Reunion, auspiciado por la lujosa firma de relojes. Por supuesto, hubo Concorso Italiano, donde hubo una sección dedicada al aniversario de los Ferrari F40.
Hablando de aniversarios, se celebraron los 75 años de Jaguar (con una inédita reunión de XK-SS), los 100 años de Alfa Romeo, el centenario de la Indy 500, junto con un tributo a Carroll Shelby y a Dan Gurney.
El show que acompañó a la razón de ser de Monterey fue The Quail Motorsports Gathering, donde se vieron bellísimos ejemplares. El domingo todos esperamos por el Tour de Elegancia, que puso en marcha a los participantes del legendario Concurso de Elegancia, que lo ganó un Delage D8S De Villars Roadster de 1933, que pasará a la historia por su merecido galardón como "The Best in Show".
Por supuesto, las subastas tuvieron mucha participación. Se destacaron tres: la de Gooding & Company, RM Auctions y RM Auctions for Ford. Dentro de la primera, donde se lograron 64.59 millones de dólares, se destacaron los siguientes carros: Jaguar SS100 1937 (1'045,000), Ford GT40 MkI 1966 (1'650,000), Ferrari 340 America Spider 1951 (2'530,000), Maserati 200SI 1956 (2'640,000), McLaren F1 1995 (3'575,000), Mercedes-Benz S 25/180 Boattail Speedster 1928 (3'740,000), Ferrari 250 GT SWB Berlinetta SEFAC Hot Rod ($6,105,000), Alfa Romeo 8C 2011 Monza 1933 (6'710,000) y un Ferrari 250 GT LWB California Spider Competizione de 7'260,000 dólares.
RM vendió 14 carros por encima del millón de dólares; sin embargo, nadie ofreció los 10,7 millones que pedían por un Ferrari 250 TR 1958 y por ende, se dejó como reserva. Los autos más caros fueron: Ferrari 500 Superfast de 1966 (1'127,500), Ferrari 275 GTB/6C Alloy Berlinetta 1966 (1'155,000), Duesenberg SJ Riviera Phaeton 1933 (1'430,000), Ferrari 500 Mondial Berlinetta 1954 (1'567,500), Ferrari 250 GT Series I Cabriolet 1958 (1'622,500), Packard Twelve Coupe 1933 (1'622,500), Ferrari 410 Superamerica Series III Coupe 1959 (1'760,000), Ferrari FXX Evoluzione 2007 (1'925,000), Jaguar D-Type 1955 (2'090,000), Ferrari 250 GT LWB California Spyder 1959 (2'612,500), Delahaye Type 175 S Roadster by Saoutchik (3'300,000), Ferrari 357 MM Berlinetta 1954 (4'620,000) y un rarísimo Talbot-Lago T150-C Lago Speciale Teardrop Coupe 1938 de 4'620,000.
En cuanto a la subasta hecha por RM Auctions para Ford, se vendieron muchos de los carros conceptos que han hecho en este milenio, junto con algunos carros de competición de los años sesenta y un par de sus inicios. El más costoso fue el Cooper Ford "King Cobra" 1964 de 450,000 dólares, y los más baratos fueron los Ford Prodigy Concept 2000 y el Lincoln Continental Concept Shell 2002, cada uno por 14,000 dólares.
En Pebble Beach hubo se reunieron muchísimas joyas de la automoción, que haría una lista prácticamente innumerable. Sin embargo, tratamos de rescatar lo más relevante. Y como una imagen vale más que mil palabras, te dejamos con la fotogalería.
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Y es que no importa si se trata de modelos conceptuales o de producción. El tema es que los tres grandes de Detroit han hecho un gran esfuerzo para demostrar a las multitudes que lo mejor está por venir, y que no se queda en planes o promesas, sino realidades tangibles que se concretarán en el corto plazo.
El tema verde sigue vivo, de eso no hay duda. Pero eso no quiere decir que sea el máximo objetivo de las marcas ahora mismo. Y con ello queremos decir también que se ha buscado inyectar más emociones que antes, y emociones que van ligadas al diseño, la potencia, tecnología, equipamiento y demás elementos del coche, no necesariamente –por ahora- el consumo de combustible.
Por el contrario, se han centrado mucho en los motores y lo que son capaces de ofrecer en materia de sensaciones y capacidades dinámicas a sus propietarios. Y ninguna marca se salva. Chrysler, por ejemplo, dejó claras la cosas con su Dart, que entre sus detalles incluye un motor turbo y una venidera caja automática de nueve, sí nueve, velocidades. Es cierto que será frugal, pero también muy rápida y divertida. Mientras, en el otro extremo del espectro quedó clara la importancia que el grupo le ha dado a Mopar, su división de alto desempeño que, entre otras novedades, ofrece para el Charger un motor opcional de 7.0 litros, fabricación total en aluminio y 590 caballos de potencia. ¿Coches verdes? Por el momento no gracias.
Ford no se aleja, y además de su largamente admirado y comentado Fusion, calladamente presenta la versión más picante del Shelby en su variante para tomar el sol, que tiene bajo el cofre un V8 supercargado de 5.8 litros y nada menos que 650 caballos. ¿Y los híbridos? Esos hay que dejarlos bajo el cofre del Fusion, porque este Mustang promete más emociones que nunca desde 1964 y medio.
Claro que GM no se puede hacer a un lado, y además de recordar a la gente que en su gama hay modelos tan frugales como el Spark, tienen bestias de 580 caballos dispuestos a robar no solo miradas, sino también la atención incluso de los más conservadores. ¿Alguien notó en un rincón al Camaro ZL1 con su paquete de fibra de carbono y sus salidas cuádruples de escape? Bueno, incluso hubo un Sonic RS, con toda la “farmacia” de la división deportiva de la casa, dispuestos a quemar llanta aunque se trate de un hatch subcompacto de origen sencillo. Ni hablar de conceptos como el Code 130R que incluso comparte ciertos emblemas con el Corvette, dejando claro que la intención de GM es la de inyectar pasión y adrenalina en modelos que bien podrían quedarse sólo en el apartado “eficiencia”, aunque no necesariamente emociones. Pues bien, el Code promete cambiar las cosas.
Falta mucho para que todo lo visto hoy se materialice. Es más, mucho ni siquiera alcanzará la producción en serie, pero lo valioso aquí es que servirá de inspiración para que, como nunca antes en su historia, los autos norteamericanos sean más atractivos y cumplidores que antes, entendiendo de forma mucho más clara que si no seducen al comprador más allá que sólo en la cartera, el futuro no puede ser del todo brillante. Bien por el primer gran Salón del 2012. Buenas cosas están por venir
Unidad probada
549,500 pesos
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Intimidades
La nueva Nissan Pathfinder recurre al mismo principio de construcción bajo el esquema de monocasco con un bastidor inferior que refuerza no sólo al conjunto, sino que le concede cualidades propias de un todoterreno formal, más de SUV. Una de las ventajas de esta nueva plataforma es el uso extensivo de acero de alta resistencia, lo que permite un ahorro de peso en el orden de los 227 kg (500 libras). Claro, esa ganancia parece disminuida al mirar el resultado en báscula -1,965 kg- y eso que nuestro ejemplar analizado no monta el segundo eje de tracción y su mecanismo de reductora inteligente.
Además de una forma más larga y ancha -razón por la que es llamada crossover por Nissan-, traducida en un notable incremento de las cotas de habitabilidad, la nueva Pathfinder presume mejores materiales al tacto. Mantiene por tema de línea genética y aprovechamiento de recursos algunos elementos de mando e información ya apreciados en sus otros hermanos como los relojes, el volante, el conjunto de la consola frontal -aire acondicionado, equipo de sonido, mandos del navegador GPS-, etc. Entre los pocos extras a destacar figura el sistema de cámaras que reconoce todo el entorno de la camioneta, lo que crea una imagen aérea si no fiel, muy buena para estacionarse o moverse en pasos muy estrechos.
Nissan no contaba con un vehículo familiar accesible de siete plazas, lo que explica el crecimiento en asientos de la Pathfinder con intención a complementar toda su gama de SUVs. Acorde esa promesa, la primera fila de asientos resulta muy cómoda, sin tanto apoyo en los hombros pero tampoco es un sedán de pronta aceleración. La segunda fila posee la habilidad de correr longitudinalmente, lo que concede más flexibilidad en acomodo de pasajeros en la tercera fila, ya no tan pequeña como una generación atrás. En ambos casos, se abaten por completo en caso de requerir mayor volumen de carga, una cualidad muy SUV apreciada por los amantes de la practicidad. Abunda el espacio para objetos personales, con obligado énfasis en portavasos de gran tamaño en las puertas. Acompañan correctamente a la segunda y tercera línea de asientos un gran techo solar panorámico, disponibilidad de aire acondicionado, pantallas para DVD y varias bocinas para viajar tan cómodos como en la primera fila.
Uno de los recuerdos de las primeras Pathfinder conocidas en México era su amabilidad al conducir. Esa cualidad repite en esta renovada SUV, donde el acomodo frente al volante y demás mandos sólo consume un poco de tiempo dado el mayor largo y ancho, nada que en un par de cientos de kilómetros tarde en asimilarse. Lo mejor es el uso de un tren motor muy eficiente en términos dinámicos: el V6 de 3.5 litros admirado en el Altima disminuido a 260 HP, cuya comparsa, transmisión automática de corte CVT Jatco de tercera generación, explota mucho mejor las entregas de energía y respuestas del endotérmico.
La nueva caja dispone de tres modalidades: Drive o normal, donde la CVT mantiene al motor en el régimen más óptimo tanto de consumo como de exigencia del acelerador. La segunda, sobremarcha desconectada (O/D off), donde el V6 siempre gira por arriba de las 2,000 rpm. Muy útil para tráfico citadino -de ahí la designación- pero también válida para conducción veloz, siempre en la medida de su tamaño y orientación. Y modo L (Low o baja), considerada para el sistema de 4x4 pero competente si acometemos senderos de tierra o carentes de urbanización que demanden más torque a bajas velocidades.
En cuanto a su comportamiento, resulta predecible dada su masa concentrada adelante así como una dirección no tan exacta, que induce un subviraje evidente bajo cambios de rumbo no necesariamente exigentes. Sumado a un balanceo inherente por su altura y en cierta forma propiciado por una suspensión más suave que firme, orilla a ser prudente en carreteras de montaña. Claro que el empuje del V6 condimenta la conducción en este ambiente al punto de volverla divertida sin esa efectividad esperada de un vehículo velocista, obviedad transparente dadas sus pretensiones familiares.
Otra ventaja del V6 es el rodaje en autopista, donde los mejores ritmos se hallan entre los 140 y 160 km/h. El 3.5 litros respira pleno y la caja administra de manera eficiente nuestras solicitudes de aceleración. Ideal para viajes largos en familia. En el rubro de rendimiento de combustible, nuestra Pathfinder observó una media de casi 14 km/l a promedios de 100-110 km/h. Nada mal en consideración a su masa. Sólo los frenos sufren un poco, pues las distancias cumplen bien; destaca la suavidad con que actúan, al igual que el control de estabilidad, acertado y casi discreto.
Nissan exhibe una clara sensibilidad a un segmento soslayado en virtud de una ebullente oferta de SUVs lights pequeñas. Su Pathfinder demuestra que el mercado de las SUVs en tamaño formal todavía resulta atractivo. Y si bien no hay tantos contendientes directos –el primer rival es la Toyota Highlander-, su relación valor/precio provoca interés en más de un automovilista tradicional o de gustos modernos que prefiere esa practicidad antes que el prestigio de una firma Premium en tamaño reducido. Un consumidor más sensato pero no enemigo de los lujos mínimos o amenidades de estos días. Por casi 550 mil pesos, la nueva Pathfinder si bien no es una ganga, sí resulta una opción muy interesante a ese automovilista racional pero no tacaño.
FICHA TÉCNICA NISSAN PATHFINDER 2013
Motor | ||
Situación | Delantero transversal | |
Nº de cilindros | Seis en V a 60º | |
Bloque / cabeza | Aluminio / aluminio | |
Distribución | DOHC, 24 válvulas | |
Alimentación | Inyección multipunto | |
Cilindrada | 3,498 cc / 3.5 l | |
Diámetro x carrera | 96.0 x 81.0 mm | |
Compresión | 10.3:1 | |
Combustible | Gasolina, 87 oct | |
Potencia máxima | 260 HP a 6,400 rpm | |
Par máximo | 325 Nm (240 lb-pie) a 4,400 rpm | |
Transmisión | ||
Caja | Automática, tipo CVT | |
Tracción | Delantera/Integral | |
Embrague | Convertidor de par | |
Relación diferencial | 5.57 :1 | |
Bastidor | ||
Susp. del. | MacPherson c/brazo “L” | |
Susp. tras. | Multibrazo, 3 elem. | |
Elem. elástico | Resortes helicoidales | |
Estabilizadora del / tras. | Sí / sí | |
Frenos del. | Discos vent., 320 mm | |
Frenos tras. | Discos vent., 308 mm | |
Asistencias | ABS, VDC, TC | |
Dirección | Electrohidráulica, variable | |
Giros / ø volante | 3.3 / 37 cm | |
Diámetro de giro | 11.8 m | |
Neumáticos | 235/55 R20 102H | |
RENDIMIENTOS | ||
Vel. máxima | N.D. | |
Acel. 0-100 km/h | N.D. | |
Consumo en ciudad | 8.4/7.9 km/l | |
Consumo en carretera | 10.9/10.5 km/l | |
Consumo medio | 9.2/8.8 km/l | |
Emisiones de CO2 | 231 gr/km | |
Aceleraciones | ||
0-100 km/h | 11.08 s | |
0-120 km/h | 15.09 s | |
0-140 km/h | 20.42 s | |
0-160 km/h | 27.81 s | |
0-400 m | 17.90 s | |
0-1,000 m | 32.10 s | |
Rebases | ||
20-120 km/h | 13.77 s | |
50-120 km/h | 10.61 s | |
80-120 km/h | 7.06 s | |
Frenadas | ||
160-0 km/h | -- | |
140-0 km/h | 87.5 m | |
120-0 km/h | 61.8 m | |
100-0 km/h | 42.3 m | |
Consumos | km/h | km/l |
Ciudad | 27 | 7.2 |
Carretera | 105 | 13.9 |
Media (70, 30%) | 50 | 9.2 |
Autonomía media | 681 km |
Filed under: Kia
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