La simpleza es seductora: la cubierta se abre, el techo gira 180 grados a su lugar, la cubierta baja nuevamente y ¡presto! Tienes un sexy convertible italiano.
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El propulsor que empuja este barco es el Wärtsilä-Silzer RTA96-C de impactantes 109,000 caballos de potencia y fue colocado en el buque Emma Maersk en el 2006. Pesa cerca de 2,300 toneladas, tiene poco más de 13 metros de altura y 27 de largo. Esta compuesto por 14 cilindros, cada uno consumiendo casi 200 gramos de combustible por ciclo.
Si lo que se desea es torque, no queda a faltar ya que este portento de la tecnología gira a no más de 102 revoluciones por minuto. El motor diesel de dos ciclos con turbocargador utiliza tecnología Common Rail con un sistema de alta presión para suministrar el combustible de manera individual a cada uno de los inyectores.
Hoy en día, 25 de estos monstruosos motores se encuentran en funcionamiento y se esperan 86 más.
Por el momento, la X6 de tres puertas creada por Armortech está en etapa de desarrollo, por lo cual las únicas fotos que tenemos son bocetos. Sin embargo, el proyecto emprendido por los rusos no tiene marcha atrás.
La modificación es muy profunda. Todo gira en torno a las puertas y el techo, en donde parten de modificar el pilar B y trasladarlo 25 centímetros hacia atrás. Las ventanas que se encuentra en el pilar D se adelantan 20 centímetros y aumentan su tamaño.
El patrón de diseño se mantiene, pero ahora sí es un coupé. Dado que tienen varias propuestas para el modelo final, consideran dejar el marco de la puerta visible o no, hacer una puerta muy grande o no tanto, o ensanchar la carrocería.
El interior sigue siendo de 4 plazas, pero Armortech modifica los asientos delanteros con la función ‘easy-entry'. Por supuesto, aprovechan para decorarlo con tapizado en piel Nappa y Alcantara, y cambiar algunos materiales.
En palabras de los ingenieros de Mercedes-Benz, en el desarrollo de este nuevo componente se enfocaron en un tamaño reducido y un peso bajo. Es por ende más liviana que la predecesora 7G-Tronic y ocupa el mismo espacio.
Puede transferir un máximo de 1000 Nm de torque (por lo cual estará capacitada para prácticamente todas las plantas motrices en la gama de automóviles y camionetas de la casa germana) y se mantiene –obviamente con mejoras tecnológicas– de convertidor de par, cuyo lugar de almacenamiento está hecho en aluminio, mientras el sitio en el que se guarda el resto de la caja es de plástico y el compartimiento para el aceite es de una aleación de magnesio.
En el caso del E350 BlueTEC, la reducción de consumo a velocidades constantes se da, en especial, porque en novena marcha a 120 km/h el motor gira a apenas 1,350 revoluciones. Se especifica que la reducción de ruido externo del propulsor es de hasta 4 dB. La 9G-Tronic también presenta una evolución en términos de NVH (ruidos, vibraciones y asperezas).
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El nuevo acuerdo alcanza una dimensión internacional y convierte a la marca de los cuatro aros en el Auto Oficial del FC Barcelona en cualquier parte del mundo.
En virtud de este nuevo acuerdo Audi puede utilizar los títulos, marcas registradas, logotipos y símbolos distintivos del FC Barcelona en cualquier idioma y en cualquier parte del mundo. Asimismo, esta nueva dimensión internacional del acuerdo vincula a Audi con el FC Barcelona durante los partidos de la Gira Mundial que el equipo realizará en los veranos durante las pretemporadas.
El contrato de patrocinio incrementa además la presencia de la marca de los cuatros aros en las instalaciones, medios de comunicación y prácticamente todo lo que tenga que ver con el club. Estos nuevos derechos se suman a los ya vigentes como son la cesión de espacios publicitarios y entradas, derechos de uso de las instalaciones e imágenes del club y sus jugadores, organización de eventos, entre otros. Además la empresa alemana cederá al FC Barcelona vehículos Audi para los jugadores del equipo y representantes del club.
Los BMW Art Cars están disponibles en www.bmw-artcartour.com y, además del muchas fotografías, cada una de las 17 "obras de arte rodante" tiene su propio video.
“Después de cuatro décadas y un total de 17 BMW Art Cars, ahora todos pueden admirar estas obras de arte. El sitio web interactivo hace homenaje al repertorio, único en la historia de automóviles y arte. La ventaja de tener disponible este material en Internet permite a la gente descubrir y admirar la colección en su totalidad; ya que por lo regular una parte de la exhibición está de fijo en el Museo BMW de Munich; mientras que otras piezas están de gira por importantes museos alrededor del mundo.” dijo Bill McAndrews, Vicepresidente de Estrategia de Comunicaciones y de Comunicaciones Corporativas.
Desde 1975 reconocidos artistas provenientes de diferentes puntos del mundo han contribuido a la creación de esta serie de arte contemporáneo que en 2010 celebró su 35° aniversario. Un total de 17 artistas hombres y mujeres provenientes de 9 países y de los 5 continentes han contribuido a la especial diversidad y estética de la colección, artistas tales como Alexander Calder, Frank Stella, Roy Lichtenstein, Andy Warhol, A.R. Penck, David Hockney, Jenny Holzer y Olafur Eliasson.
Este diseñador californiano que fundó su propia empresa de diseño, construcción y modificación de autos en 1998, que ha sido multi galardonado e invitado a colaborar en un sin fin de proyectos con distintas marcas y empresas del medio automotriz, asi como programas de televisión y un activo participante en cada edición del SEMA Show en Las Vegas; estuvo presente en las instalaciones CESVI México, donde pudo ser testigo de las técnicas y tecnologías en reparación y restauración automotriz que tienen como principal objetivo la calidad y la satisfacción total del cliente.
Foose hizo incapié en la importancia de contar con centros epecializados como CESVI ya que favorecen y aportan mucho a la seguridad vial, la cual es imprescindible en todos los paises, asi como el desarrollo tecnológico y de los diferentes materiales que se utilizan en los diferentes procesos y sobre todo, la capacitación de los técnicos y restauradores para obtener los mejores acabados y calidad posibles.
Actualmente Chip Foose se encuentra de gira por varios paises patrocinado por 3M, y no se fue de México sin dar muestra de su indiscutible carisma y sencillez que siempre lo ha caraterizado, retratándose con muchos técnicos y colaboradores de CESVI donde comentó la grata impresión que le dejó la exposición en la que ha participado en dos ocaciones.
Se realizarán festejos del aniversario que comenzarán con la exposición de clásicos retro “Retro Classics” en Stuttgart. Del 7 al 10 de marzo, el Museo Porsche anticipará el año del aniversario con cuatro muestras especiales: uno de los primeros modelos 911 Turbo Coupé, un estudio del 911 Cabriolet del año 1981, una versión 1997 de carretera del 911 GT1 y el Type 754 T7 preserie. Este chasis creado por el Profesor Ferdinand Alexander Porsche fue un hito en el camino hacia el diseño del 911.
La empresa también enviará un modelo 911 original de 1967 por una gira mundial. Durante el transcurso del año, este 911 de colección viajará a cinco continentes, donde será exhibido en lugares como Pebble Beach (California, Estados Unidos), Shanghái, Goodwood (Reino Unido), París y Australia. Como embajador de la marca Porsche, este 911 estará presente en muchas ferias internacionales, rallies históricos y eventos automovilísticos de competición. Los seguidores e interesados pueden seguir el itinerario del auto en el sitio porsche.com/follow-911.
El Museo Porsche organizará la celebración “50 años del Porsche 911” del 4 de junio al 29 de septiembre de 2013, con una muestra especial sobre la historia y el desarrollo del 911. En la primavera, la casa editorial del museo, Edition Porsche-Museum, publicará una edición aniversario titulada “911x911.”
Al tomar sus componentes del ya visto Audi S3, no es mayor sorpresa que el Golf R incorpore un propulsor de dos litros sobrealimentado, cuya potencia roza los 300 caballos y ya equipa algunas mejoras de eficiencia con respecto a la misma planta motriz vista de años atrás.
El sistema de tracción total permanente –Haldex– también se optimizó, siendo en palabras de la marca la quinta generación de este mecanismo presente en anteriores versiones tope del Golf.
Se podrá elegir bien una caja manual de seis velocidades o una de doble embrague (DSG) con el mismo número de marchas. La aceleración de 0 a 100 km/h en el primer caso se anuncia en 5.1 segundos, con la transmisión manual robotizada dicha cifra baja a los 4.9. Su velocidad máxima, limitada electrónicamente, asciende a los 250 km/h.
Pese al aumento en las prestaciones, el consumo medio homologado de gasolina se redujo hasta en un 18%. El mejor registro es de 14.5 km/l en el DSG (0.5 menos en el manual).
Otras modificaciones hechas para asimilar el mayor nivel de rendimiento es una suspensión rebajada en 20 milímetros, que integra amortiguadores de dureza ajustable. El control de estabilidad es del todo desconectable y la dirección es de desmultiplicación variable, es decir que el efecto del volante es más marcado en las ruedas si se gira más, mientras que en la posición cercana al centro no es tan rápida.
Algunos cambios en la decoración externa e interna incluyen rines específicos de 18 pulgadas, calaveras oscurecidas, cuatro salidas de escape, asientos de mayor soporte o un volante distinto.
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Se trata de una motorización híbrida a diésel que llega con los modelos Range Rover y Range Rover Sport, convirtiéndolas en las primeras SUVs premium de su tipo en incorporar este sistema a nivel global.
La planta motriz base es el ya conocido 3.0 diésel de seis cilindros a la cual se le suma un motor eléctrico con 35 kW (46.9 hp) de potencia que va montado debajo del piso del vehículo en un armazón hecho de boro para evitar el contacto con el habitáculo o el portaequipaje. En conjunto, producen 335 HP y sorprendentes 700 Nm (516 lb-pie) de par que se transmite a las ruedas mediante la caja automática ZF de ocho relaciones.
Cabe señalar que el sistema híbrido pesa menos de 120 kilogramos, incluyendo ya las baterías con iones de litio, el convertidor y el propulsor eléctrico. Éste último genera por sí solo una cifra final de 170 Nm (125 lb-pie) de torque, los cuales sirven para potenciar la aceleración del vehículo y para impulsarlo cuando se selecciona el modo EV de manejo. Asimismo, el tren eléctrico actúa como un generador para recuperar y almacenar la energía cinética generada al momento de usar los frenos. Tan sólo con el motor eléctrico se puede circular a una velocidad de hasta 48 km/h, antes de que el diésel entre a funcionar.
Tanto la Range Rover Hybrid como la Range Rover Sport Hybrid aceleran de 0 a 100 km/h en menos de siete segundos y alcanzan una velocidad tope de 218 km/h, ello con relación de emisión de CO2 de 169 g/km. La armadora inglesa anuncia un rendimiento de combustible de 18.74 km/l en un ciclo combinado. A ello contribuye su estructura de aluminio en su totalidad.
La meta es, sin duda, conseguir el mejor rendimiento posible y emisiones contaminantes significativamente menores, sin perder las reputadas capacidades de estos todoterreno. Para probarlo, Land Rover organizó una gira mundial que comenzará en Solihull y finalizará en Mumbai. En una expedición de 16,000 km por doce países, se conducirán estos dos nuevos 4x4 por algunos de los sitios más complicados del globo, contando el paso Silk Road de 4,000 kilómetros de longitud y que conecta a Asia con el Mediterráneo.
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El segmento de los sedanes compactos marcha a pasos agigantados, sobre todo en la última década. Los modelos más exitosos, a lo largo de los años, se alejan cada vez más de su tamaño original, incluso de su equipamiento y desempeño. Ahora un Jetta no tiene nada qué ver con aquél superventas de hace una década. El Focus que recién llega apuesta también a "modificar" el segmento, vía mayores dimensiones o equipamiento sólo visto en modelos superiores, mientras el Corolla se mantiene vigente con un retoque estético.
Curiosamente el tiempo ha provocado que se cambien los papeles. Años atrás, los japoneses eran quienes proponían y colocaban el listón del segmento muy arriba mientras los americanos apostaban a ofrecer las versiones más baratas; Toyota busca ahora darse espacio para la recuperación y poder mostrar una nueva generación cuanto antes.
Cumplidor
El valor de Toyota es confiabilidad, autos poco complicados, sencillos de conducir, cómodos, con lo justo y necesario. No hacen falta los botones de un solo toque para todas la ventanillas, ni un quemacocos o faros de xenón y qué decir de un GPS o centro multimedia.
Este Corolla es un auto que resuelve con un equipo de sonido suficiente, vidrios, seguros y espejos eléctricos, computadora de viaje, ABS y cuatro bolsas de aire (dos frontales y dos tipo cortina para primera y segunda fila); el motor, frenos y caja están orientados principalmente para ciudad.
Una transmisión de cuatro suena veterana, pero resuelve y funciona bien con el 1.8 litros de 132 caballos para la versión XLE que tuvimos para prueba. Nada para romper récords, pero se entiende si la apuesta de la marca es ofrecer movilidad a un precio más accesible que la competencia.
En autopista, si queremos ir a ritmos más alegres, el consumo se dispara y el motor gira muy alto para responder a la exigencia. Muy justo en definitiva, sienta mejor la versión XRS con el 2.4 L y una caja de cinco.
La maquillada le permite actualizarse a pesar de que por dentro se percibe el paso de los años. Los materiales presentan un buen ensamble, se ofrecen una cajuela y espacio interior suficientes, pero no son el benchmark del segmento.
Una opción cumplidora para quien busque movilidad y precio, y que le permite a Toyota estar presente en lo que se prepara la nueva generación de este superventas mundial.
Rango de precio | De 216,600 a 275,000 pesos |
Atención al cliente | 01-800-786-9682 www.toyota.com.mx |
Motor | |
Nº de cilindros | Cuatro en línea |
Cilindrada | 1,798 cc / 1.8 l |
Potencia máxima | 132 HP a 6,000 rpm |
Par máximo | 174 Nm (128 lb-pie) a 4,400 rpm |
Transmisión | |
Caja | Automática, 4 velocidades |
Tracción | Delantera |
Bastidor | |
Susp. del. | MacPherson |
Susp. tras. | Ruedas tiradas |
Frenos del. / tras. | Disc. 271 / Tam. 228 mm |
Largo/Ancho/Alto | 457 x 176 x 146 cm |
RENDIMIENTOS | |
Vel. máxima | 180 km/h |
Acel. 0-100 km/h | 10 s |
Consumo medio | 12.3 km/l |
Nuestras Mediciones | |
Aceleración/rebases | |
Acel. 0-100 km/h | 11.92 s |
20-120 km/h | 21.10 s |
Velocidad máxima | 188 km/h |
Frenadas | |
140-0 km/h | 84.4 m |
100-0 km/h | 45.6 m |
CONSUMOS | |
Ciudad km/l | 9.8 |
Carretera km/l | 20.3 |
Media (70, 30%) | 10.5 |
Unidad probada
AUDI TT-RS
88,800 dólares
NOS GUSTA
NOS GUSTA
Unidad probada
BMW SERIE 1 M COUPÉ
64,900 dólares
NOS GUSTA
NOS GUSTARÍA
Unidad probada
PORSCHE CAYMAN R
90,500 dólares
NOS GUSTA
NOS GUSTARÍA
El Audi y su motor 2.5 turbo “tocadísimo” al más puro estilo Fast and Furious se presenta como el más explosivo y agresivo de los tres. Basta con hundir el pedal a fondo para que sus 340 HP y poco más de 330 libras-pie de par-motor nos peguen al asiento de la misma forma en que lo había hecho –de acuerdo a nuestra memoria de probadores- el mismísimo Porsche 911 Turbo. Tiene un empuje brutal, capaz de hacernos pensar que bajo el cofre viven unos 500 caballos.
El BMW y su ultrasedoso 3.0 litros turbo, que como buen seis en línea, entrega su potencia de forma constante y gradual. Es muy contundente pero no violento. Sube de vueltas sin miramientos pero lo hace de una forma deliciosa, y hasta dócil; es mucho más manejable de lo que parece, el más amable de los tres.
El Cayman R y su escandaloso motor bóxer afinado para entregar exactamente 100 HP/litro, sin ayuda de turbina alguna. Es cierto que no tiene la patada del Audi ni la contundencia para subir de vueltas del Serie 1, y aún así, comiendo tan sólo una pequeña lata de atún, es capaz de mantener el paso de sus compañeros de gimnasio atascados de anabólicos esteroides.
Habiendo probado las capacidades de cada uno en amplias y planas autopistas, ha llegado la hora de la verdad, en donde cada bastidor exhibiría lo mejor –o lo peor- de sus elementos. El primero es, nuevamente, el TT-RS. A diferencia del "be eme" y el Porsche, el TT tiene plataforma de tracción delantera y motor transversal, lo que explica su comportamiento con tendencia al subviraje, es decir, a irse ligeramente de frente en una curva cerrada; no podemos olvidar tampoco que es el único que tiene el motor "colgado" por delante del eje. Con todo, los ingenieros de Ingolstadt hicieron un excelente trabajo puliendo el bastidor para el extra de potencia, ya que el chasís no se siente rebasado por la misma. Sí es bronco y nervioso, pero hasta fácil de controlar. Sorprendió a todos ya que fue el más rápido de los tres en aceleración pura, necesitando de fugaces ¡4.7 segundos! para hacer el 0 a 100 km/h, es decir, 2 décimas menos que el 911 Turbo manual que probamos hace unos años. Sencillamente espectacular; si lo que buscas es aceleración de infarto, el TT-RS es la opción. Desde luego hay que activar el launch control para lograr tal cifra, poniendo todos los mandos en modo Sport y nada más. En modo automático cambia a 6,000 rpm, estirando 1,000 más en modo deportivo; en manual llega al corte y se queda ahí, es la única doble embrague que lo hace. Finalmente los frenos, que gracias a los discos de tamaño Dominator (370 mm de diámetro), detienen una y otra vez al TT sin fatiga.
El M Coupé son como el día y la noche. El primero sirve sólo para acelerar a fondo en línea recta y nada más, en curvas exigentes se comporta mejor una X3. Pero con el M los desarrolladores -ingenieros y pilotos de prueba- hicieron magia. Este Serie 1 sí gira muy bien y, por primera vez en la historia de este compacto, redujeron el subviraje hasta niveles casi imperceptibles. Nuevamente, basta con poner todos los botones en Sport y el M sacará la casta, poniendo en alto la estirpe de la división Motorsport, tratando de contrarrestar un poco el daño que X5 y X6M hicieron con sus ridículas cifras de peso y cajas automáticas de sedán americano. Ah, por cierto, este M es el único manual del grupo -como debe de ser-, lo que permite dosificar a la perfección la entrega de potencia. En pruebas, le bastaron 6 segundos exactos para acelerar hasta 100 km/h; más rápido que un 911 ó un M3. Los frenos heredan el mismo defecto histórico en los BMW de alta gama: se fatigan pronto y parecen claramente superados por la capacidad de aceleración; algún defecto tenía que tener. El Serie 1 M es el más útil de los tres, el más práctico y con el que sí se puede vivir todos los días.
El Cayman es el más contundente, preciso y telepático de los tres. Es un deportivo de verdad, y no es que los otros no lo sean; simplemente es que tanto Audi como BMW parten de bases "económicas", y el Porsche fue concebido pensando en el alto desempeño desde siempre. Tiene motor central -aspirado-, asientos baquet de verdad -con todo y respaldo de fibra de carbono-, capacidad para dos pasajeros y un reparto de pesos perfecto. Eso se refleja en las curvas: cuando el TT tiende al subviraje y el BMW al sobreviraje, el Cayman gira, literalmente, sobre rieles. Las reacciones del coche parecen estar más ligadas al cerebro que a las manos, y todo el conjunto está dispuesto a satisfacer las necesidades velocistas de cualquiera. Al igual que el TT, el Porsche tiene launch control con el que se consigue la máxima aceleración posible: 5.7 segundos para hacer el 0 a 100 km/h. Otro dato contundente que habla de sus maneras es que tiene los frenos más fuertes y contundentes de los tres, a pesar de contar con los discos de menor diámetro. Algo le tenía que doler: es el menos práctico y más incómodo del trío. Es un coche para pista, pero nunca para la vida diaria. Si no hay planes de llevarlo a correr a algún circuito con cierta frecuencia, no es la mejor opción.
EL VEREDICTO
Ya lo dijimos antes y lo reafirmamos ahora, los tres coupés son capaces de elevar el ritmo cardiaco y nivel de adrenalina en la sangre de quien los maneje y se atreva a buscar siquiera donde está el límite de cada uno. El TT es el más bronco pero también el más predecible por su arquitectura; el tema más delicado es que hay que pagar –siendo algo exagerado en la consideración-, casi 90 mil dólares por un coche que está basado en un Audi A3. Por esa misma cantidad de billetes verdes quizá valga más la pena optar por uno de los mejores Porsche de todos los tiempos y uno de los deportivos más puros y transparentes de la actualidad; es cierto que el Cayman es el más incómodo y de ninguna manera se puede considerar como auto de todos los días, a menos, claro está, que nos guste sufrir incomodidades a cambio de desempeño, pero ¿quién en verdad necesita ir al súper en un Cayman R?
En ese sentido tenemos un vencedor muy claro, el BMW Serie 1 M Coupé. Además de una apariencia tanto o más intimidante que la del propio M3, el motor presume una combinación rabia/suavidad insuperable. En este coche sí caben cuatro pasajeros, tiene la cajuela más lógica, la suspensión más cómoda y, pequeño detalle, un precio que le recorta 20 mil dólares a cualquiera de los otros dos; una oferta que se hace más y más atractiva cuantos más kilómetros recorremos con uno de los BMW más sabrosos y satisfactorios de los últimos años.
Unidad probada
AUDI TT-RS
88,800 dólares
NOS GUSTA
NOS GUSTA
Unidad probada
BMW SERIE 1 M COUPÉ
64,900 dólares
NOS GUSTA
NOS GUSTARÍA
Unidad probada
PORSCHE CAYMAN R
90,500 dólares
NOS GUSTA
NOS GUSTARÍA
El Audi y su motor 2.5 turbo “tocadísimo” al más puro estilo Fast and Furious se presenta como el más explosivo y agresivo de los tres. Basta con hundir el pedal a fondo para que sus 340 HP y poco más de 330 libras-pie de par-motor nos peguen al asiento de la misma forma en que lo había hecho –de acuerdo a nuestra memoria de probadores- el mismísimo Porsche 911 Turbo. Tiene un empuje brutal, capaz de hacernos pensar que bajo el cofre viven unos 500 caballos.
El BMW y su ultrasedoso 3.0 litros turbo, que como buen seis en línea, entrega su potencia de forma constante y gradual. Es muy contundente pero no violento. Sube de vueltas sin miramientos pero lo hace de una forma deliciosa, y hasta dócil; es mucho más manejable de lo que parece, el más amable de los tres.
El Cayman R y su escandaloso motor bóxer afinado para entregar exactamente 100 HP/litro, sin ayuda de turbina alguna. Es cierto que no tiene la patada del Audi ni la contundencia para subir de vueltas del Serie 1, y aún así, comiendo tan sólo una pequeña lata de atún, es capaz de mantener el paso de sus compañeros de gimnasio atascados de anabólicos esteroides.
Habiendo probado las capacidades de cada uno en amplias y planas autopistas, ha llegado la hora de la verdad, en donde cada bastidor exhibiría lo mejor –o lo peor- de sus elementos. El primero es, nuevamente, el TT-RS. A diferencia del "be eme" y el Porsche, el TT tiene plataforma de tracción delantera y motor transversal, lo que explica su comportamiento con tendencia al subviraje, es decir, a irse ligeramente de frente en una curva cerrada; no podemos olvidar tampoco que es el único que tiene el motor "colgado" por delante del eje. Con todo, los ingenieros de Ingolstadt hicieron un excelente trabajo puliendo el bastidor para el extra de potencia, ya que el chasís no se siente rebasado por la misma. Sí es bronco y nervioso, pero hasta fácil de controlar. Sorprendió a todos ya que fue el más rápido de los tres en aceleración pura, necesitando de fugaces ¡4.7 segundos! para hacer el 0 a 100 km/h, es decir, 2 décimas menos que el 911 Turbo manual que probamos hace unos años. Sencillamente espectacular; si lo que buscas es aceleración de infarto, el TT-RS es la opción. Desde luego hay que activar el launch control para lograr tal cifra, poniendo todos los mandos en modo Sport y nada más. En modo automático cambia a 6,000 rpm, estirando 1,000 más en modo deportivo; en manual llega al corte y se queda ahí, es la única doble embrague que lo hace. Finalmente los frenos, que gracias a los discos de tamaño Dominator (370 mm de diámetro), detienen una y otra vez al TT sin fatiga.
El M Coupé son como el día y la noche. El primero sirve sólo para acelerar a fondo en línea recta y nada más, en curvas exigentes se comporta mejor una X3. Pero con el M los desarrolladores -ingenieros y pilotos de prueba- hicieron magia. Este Serie 1 sí gira muy bien y, por primera vez en la historia de este compacto, redujeron el subviraje hasta niveles casi imperceptibles. Nuevamente, basta con poner todos los botones en Sport y el M sacará la casta, poniendo en alto la estirpe de la división Motorsport, tratando de contrarrestar un poco el daño que X5 y X6M hicieron con sus ridículas cifras de peso y cajas automáticas de sedán americano. Ah, por cierto, este M es el único manual del grupo -como debe de ser-, lo que permite dosificar a la perfección la entrega de potencia. En pruebas, le bastaron 6 segundos exactos para acelerar hasta 100 km/h; más rápido que un 911 ó un M3. Los frenos heredan el mismo defecto histórico en los BMW de alta gama: se fatigan pronto y parecen claramente superados por la capacidad de aceleración; algún defecto tenía que tener. El Serie 1 M es el más útil de los tres, el más práctico y con el que sí se puede vivir todos los días.
El Cayman es el más contundente, preciso y telepático de los tres. Es un deportivo de verdad, y no es que los otros no lo sean; simplemente es que tanto Audi como BMW parten de bases "económicas", y el Porsche fue concebido pensando en el alto desempeño desde siempre. Tiene motor central -aspirado-, asientos baquet de verdad -con todo y respaldo de fibra de carbono-, capacidad para dos pasajeros y un reparto de pesos perfecto. Eso se refleja en las curvas: cuando el TT tiende al subviraje y el BMW al sobreviraje, el Cayman gira, literalmente, sobre rieles. Las reacciones del coche parecen estar más ligadas al cerebro que a las manos, y todo el conjunto está dispuesto a satisfacer las necesidades velocistas de cualquiera. Al igual que el TT, el Porsche tiene launch control con el que se consigue la máxima aceleración posible: 5.7 segundos para hacer el 0 a 100 km/h. Otro dato contundente que habla de sus maneras es que tiene los frenos más fuertes y contundentes de los tres, a pesar de contar con los discos de menor diámetro. Algo le tenía que doler: es el menos práctico y más incómodo del trío. Es un coche para pista, pero nunca para la vida diaria. Si no hay planes de llevarlo a correr a algún circuito con cierta frecuencia, no es la mejor opción.
EL VEREDICTO
Ya lo dijimos antes y lo reafirmamos ahora, los tres coupés son capaces de elevar el ritmo cardiaco y nivel de adrenalina en la sangre de quien los maneje y se atreva a buscar siquiera donde está el límite de cada uno. El TT es el más bronco pero también el más predecible por su arquitectura; el tema más delicado es que hay que pagar –siendo algo exagerado en la consideración-, casi 90 mil dólares por un coche que está basado en un Audi A3. Por esa misma cantidad de billetes verdes quizá valga más la pena optar por uno de los mejores Porsche de todos los tiempos y uno de los deportivos más puros y transparentes de la actualidad; es cierto que el Cayman es el más incómodo y de ninguna manera se puede considerar como auto de todos los días, a menos, claro está, que nos guste sufrir incomodidades a cambio de desempeño, pero ¿quién en verdad necesita ir al súper en un Cayman R?
En ese sentido tenemos un vencedor muy claro, el BMW Serie 1 M Coupé. Además de una apariencia tanto o más intimidante que la del propio M3, el motor presume una combinación rabia/suavidad insuperable. En este coche sí caben cuatro pasajeros, tiene la cajuela más lógica, la suspensión más cómoda y, pequeño detalle, un precio que le recorta 20 mil dólares a cualquiera de los otros dos; una oferta que se hace más y más atractiva cuantos más kilómetros recorremos con uno de los BMW más sabrosos y satisfactorios de los últimos años.
Unidad probada
AUDI TT-RS
88,800 dólares
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Unidad probada
BMW SERIE 1 M COUPÉ
64,900 dólares
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Unidad probada
PORSCHE CAYMAN R
90,500 dólares
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El Audi y su motor 2.5 turbo “tocadísimo” al más puro estilo Fast and Furious se presenta como el más explosivo y agresivo de los tres. Basta con hundir el pedal a fondo para que sus 340 HP y poco más de 330 libras-pie de par-motor nos peguen al asiento de la misma forma en que lo había hecho –de acuerdo a nuestra memoria de probadores- el mismísimo Porsche 911 Turbo. Tiene un empuje brutal, capaz de hacernos pensar que bajo el cofre viven unos 500 caballos.
El BMW y su ultrasedoso 3.0 litros turbo, que como buen seis en línea, entrega su potencia de forma constante y gradual. Es muy contundente pero no violento. Sube de vueltas sin miramientos pero lo hace de una forma deliciosa, y hasta dócil; es mucho más manejable de lo que parece, el más amable de los tres.
El Cayman R y su escandaloso motor bóxer afinado para entregar exactamente 100 HP/litro, sin ayuda de turbina alguna. Es cierto que no tiene la patada del Audi ni la contundencia para subir de vueltas del Serie 1, y aún así, comiendo tan sólo una pequeña lata de atún, es capaz de mantener el paso de sus compañeros de gimnasio atascados de anabólicos esteroides.
Habiendo probado las capacidades de cada uno en amplias y planas autopistas, ha llegado la hora de la verdad, en donde cada bastidor exhibiría lo mejor –o lo peor- de sus elementos. El primero es, nuevamente, el TT-RS. A diferencia del "be eme" y el Porsche, el TT tiene plataforma de tracción delantera y motor transversal, lo que explica su comportamiento con tendencia al subviraje, es decir, a irse ligeramente de frente en una curva cerrada; no podemos olvidar tampoco que es el único que tiene el motor "colgado" por delante del eje.
Con todo, los ingenieros de Ingolstadt hicieron un excelente trabajo puliendo el bastidor para el extra de potencia, ya que el chasís no se siente rebasado por la misma. Sí es bronco y nervioso, pero hasta fácil de controlar. Sorprendió a todos ya que fue el más rápido de los tres en aceleración pura, necesitando de fugaces ¡4.7 segundos! para hacer el 0 a 100 km/h, es decir, 2 décimas menos que el 911 Turbo manual que probamos hace unos años. Sencillamente espectacular; si lo que buscas es aceleración de infarto, el TT-RS es la opción.
Desde luego hay que activar el launch control para lograr tal cifra, poniendo todos los mandos en modo Sport y nada más. En modo automático cambia a 6,000 rpm, estirando 1,000 más en modo deportivo; en manual llega al corte y se queda ahí, es la única doble embrague que lo hace. Finalmente los frenos, que gracias a los discos de tamaño Dominator (370 mm de diámetro), detienen una y otra vez al TT sin fatiga.
El M Coupé son como el día y la noche. El primero sirve sólo para acelerar a fondo en línea recta y nada más, en curvas exigentes se comporta mejor una X3. Pero con el M los desarrolladores -ingenieros y pilotos de prueba- hicieron magia. Este Serie 1 sí gira muy bien y, por primera vez en la historia de este compacto, redujeron el subviraje hasta niveles casi imperceptibles.
Nuevamente, basta con poner todos los botones en Sport y el M sacará la casta, poniendo en alto la estirpe de la división Motorsport, tratando de contrarrestar un poco el daño que X5 y X6M hicieron con sus ridículas cifras de peso y cajas automáticas de sedán americano. Ah, por cierto, este M es el único manual del grupo -como debe de ser-, lo que permite dosificar a la perfección la entrega de potencia.
En pruebas, le bastaron 6 segundos exactos para acelerar hasta 100 km/h; más rápido que un 911 ó un M3. Los frenos heredan el mismo defecto histórico en los BMW de alta gama: se fatigan pronto y parecen claramente superados por la capacidad de aceleración; algún defecto tenía que tener. El Serie 1 M es el más útil de los tres, el más práctico y con el que sí se puede vivir todos los días.
El Cayman es el más contundente, preciso y telepático de los tres. Es un deportivo de verdad, y no es que los otros no lo sean; simplemente es que tanto Audi como BMW parten de bases "económicas", y el Porsche fue concebido pensando en el alto desempeño desde siempre. Tiene motor central -aspirado-, asientos baquet de verdad -con todo y respaldo de fibra de carbono-, capacidad para dos pasajeros y un reparto de pesos perfecto.
Eso se refleja en las curvas: cuando el TT tiende al subviraje y el BMW al sobreviraje, el Cayman gira, literalmente, sobre rieles. Las reacciones del coche parecen estar más ligadas al cerebro que a las manos, y todo el conjunto está dispuesto a satisfacer las necesidades velocistas de cualquiera. Al igual que el TT, el Porsche tiene launch control con el que se consigue la máxima aceleración posible: 5.7 segundos para hacer el 0 a 100 km/h.
Otro dato contundente que habla de sus maneras es que tiene los frenos más fuertes y contundentes de los tres, a pesar de contar con los discos de menor diámetro. Algo le tenía que doler: es el menos práctico y más incómodo del trío. Es un coche para pista, pero nunca para la vida diaria. Si no hay planes de llevarlo a correr a algún circuito con cierta frecuencia, no es la mejor opción.
EL VEREDICTO
Ya lo dijimos antes y lo reafirmamos ahora, los tres coupés son capaces de elevar el ritmo cardiaco y nivel de adrenalina en la sangre de quien los maneje y se atreva a buscar siquiera donde está el límite de cada uno. El TT es el más bronco pero también el más predecible por su arquitectura; el tema más delicado es que hay que pagar –siendo algo exagerado en la consideración-, casi 90 mil dólares por un coche que está basado en un Audi A3.
Por esa misma cantidad de billetes verdes quizá valga más la pena optar por uno de los mejores Porsche de todos los tiempos y uno de los deportivos más puros y transparentes de la actualidad; es cierto que el Cayman es el más incómodo y de ninguna manera se puede considerar como auto de todos los días, a menos, claro está, que nos guste sufrir incomodidades a cambio de desempeño, pero ¿quién en verdad necesita ir al súper en un Cayman R?
En ese sentido tenemos un vencedor muy claro, el BMW Serie 1 M Coupé. Además de una apariencia tanto o más intimidante que la del propio M3, el motor presume una combinación rabia/suavidad insuperable. En este coche sí caben cuatro pasajeros, tiene la cajuela más lógica, la suspensión más cómoda y, pequeño detalle, un precio que le recorta 20 mil dólares a cualquiera de los otros dos; una oferta que se hace más y más atractiva cuantos más kilómetros recorremos con uno de los BMW más sabrosos y satisfactorios de los últimos años.
Unidad probada
399,900 pesos
NOS GUSTA
NOS GUSTARíA
Intimidades
Confirmado: el mercado manda. Cuando Mazda lanzara la anterior generación de su mediano bautizado con el número 6, estimaba una colocación de 100 mil unidades por año en el mercado norteamericano. Pero se quedó a la mitad justo en los primeros años de esta década, por lo que inicialmente planteó la desaparición de este completo sedán cuando cumpliera su ciclo de vida.
Sin embargo, una nueva gerencia así como la oportunidad que otorgan las crisis, insuflaron aliento vital a un proyecto casi descartado. Las tendencias del consumidor apuntaban por motores rendidores de combustible, lo que implica cilindradas menores y un replanteamiento en la optimización de la complicada quema de gasolina; ello da origen a nuevos propulsores.
Así, Mazda une sinergias en todos su productos bajo el mantra SKYACTIV y logra renacer a un mediano que presume un paso ecológico frente al resto de la oferta.
Hermosura
Por fuera, las bellas formas no niegan un origen compartido con el Ford Fusion, con los trazos evidentes de la reciente escuela de diseño exhibida en la casa de Mazda. El frontal posee boca alta mientras las nervaduras abren hacia fuera del cofre, dejándolo limpio, equilibrado merced una fascia ancha y faros alargados que armonizan con las salpicaderas anchas.
El costado no destaca salvo por los rines de gran diámetro -19 pulgadas- y las curvas justo después del poste A. En tanto la trasera posee algo más de interés virtud de unas calaveras orgánicas fundidas vía un cromado; como remate, un fino alerón en la tapa de la cajuela.
Por dentro, sobresale el esmero de la casa nipona. La disposición de mandos resulta más cuidada que en otros Mazda. Los materiales y ensambles no presentan puntos de crítica; excelentes. Guardando las proporciones, nos recuerdan ligeramente a los de un Audi, sobretodo al mirar la perilla (HMI), que controla todo lo que despliega la pantalla central.
Como buen sedán de orientación lujosa, dispone de casi todo lo que el infotenimiento permite estos días: reproductor musical múltiple, navegador GPS -por TomTom-, cámara de reversa así como algunos ajustes menores de cortesía para el conductor. Todo acompañado de un notable nivel de seguridad (seis bolsas de aire, control de estabilidad, alerta de carril, luces activas, cámara de reversa, etc).
Comodidad
El espacio interno tampoco tiene queja. Hay suficiente para las cinco plazas y la cajuela, aunque disminuida por la inclusión forzada de una rueda de emergencia, satisface los requerimientos de equipaje promedio.
La posición de privilegio resulta fácil de hallar pero la visibilidad no es tan buena hacia los postes A. En pasos estrechos surge la duda y obliga a girar con tiento para evitar roces.
Su corazón, un cuatro cilindros de 2.5 litros y 184 HP -adiós al V6-, acoplado a la efectiva transmisión automática de seis escalones. Presume arquitectura ahorrativa enfocada a reducir las posibles pérdidas, muy eficiente termodinámicamente aunque en el dinamómetro se quedó corto -169 HP- debido al poco rodaje.
El contrapunto radica en que su afinación apunta por la economía de combustible. No hay contundencia al pisar a fondo ya que el torque del 2.5 litros aflora suave, tímido. Adecuado para moverse en ciudad, más sufre para rebases en vías rápidas. En autopistas puede rodar sin problemas por arriba de los 140 km/h con cierta soltura, a cambio de una apreciable demanda de gasolina ya que exige pisar más de media carrera del acelerador.
En carreteras exigentes, su actitud califica como efectiva, con una dirección que destaca por su fidelidad y su marcha resulta sedosa. Gira correctamente en la mayoría de los trazados pero la masa considerable y una suspensión suave obligan a dejar margen en esos giros cerrados.
Donde se agradece la suavidad del desempeño es en la ciudad. Ese es el verdadero ambiente de este Mazda. El motor gira a buen régimen, siempre en la consigna de no desperdiciar combustible, un logro compartido con la transmisión automática, que si bien no es proactiva en términos dinámicos, sí lo es en la búsqueda ahorrativa.
Claro que el modo Manual permite alterar el pulso del cuatro cilindros, pero hay que mantenerlo por arriba de las 4,500 rpm si se desea una respuesta más convincente. Esa exigencia produce esa sensación de insuficiencia en el conductor amante de la conducción veloz, por lo que termina cediendo al habitual cómodo del tren motor.
Donde resulta muy atractivo es en el ahorro. Si se acostumbra uno a mantener regímenes debajo de las 3,000 vueltas, sí rinde el tanque de gasolina.
Conclusión
Este nuevo Mazda 6 posee un encanto visual poco visto en su segmento. Las formas son atractivas y el tamaño permite exhibirlo como un ícono de status. Pero el desempeño dinámico queda debajo de lo visto en sus rivales con motores V6 o turbocargados.
La propuesta final es acertada para el que requiera un sedán mediano de lujo que simbolice su altura social y que entre sus consignas está una conducción eficiente y efectiva.
Ficha técnica del Mazda6
Motor | ||
Situación | Delantero transversal | |
Nº de cilindros | Cuatro en línea | |
Bloque / cabeza | Aluminio / aluminio | |
Distribución | DOHC, 16 válvulas, VVT | |
Alimentación | Inyección directa | |
Cilindrada | 2,488 cc / 2.5 l | |
Diámetro x carrera | 89.0 x 100.0 mm | |
Compresión | 13.0:1 | |
Combustible | Gasolina, 87 oct | |
Potencia máxima | 184 HP a 5,700 rpm | |
Par máximo | 251 Nm (185 lb-pie) a 3,250 rpm | |
Transmisión | ||
Caja | Automática, 6 velocidades | |
Tracción | Delantera | |
Embrague | Convertidor de par | |
Relación diferencial | 3.81 :1 | |
Bastidor | ||
Susp. del. | MacPherson c/brazo “L” | |
Susp. tras. | Multibrazo, 3 elem. | |
Elem. elástico | Resortes helicoidales | |
Estabilizadora del / tras. | Sí / sí | |
Frenos del. | Discos vent., 297 mm | |
Frenos tras. | Discos sólidos, 277 mm | |
Asistencias | ABS, DSC, TCS | |
Dirección | Eléctrica | |
Giros / ø volante | 2.6 / 38 cm | |
Diámetro de giro | 11.2 m | |
Neumáticos | 225/45 R19 92W | |
RENDIMIENTOS | ||
Vel. máxima | 225 km/h | |
Acel. 0-100 km/h | 7.8 s | |
Consumo en ciudad | 10.9 km/l | |
Consumo en carretera | 15.9 km/l | |
Consumo medio | 12.6 km/l | |
Emisiones de CO2 | 220 gr/km | |
Prueba de impacto | ||
Certificación | NHTSA | |
Impacto frontal | ★★★★★ | |
Impacto lateral | ★★★★ | |
Aceleraciones | ||
0-100 km/h | 10.77 s | |
0-120 km/h | 14.82 s | |
0-140 km/h | 20.53 s | |
0-160 km/h | 28.30 s | |
0-400 m | 17.58 s | |
0-1,000 m | 31.90 s | |
Rebases | ||
20-120 km/h | 13.23 s | |
50-120 km/h | 10.76 s | |
80-120 km/h | 6.98 s | |
Frenadas | ||
160-0 km/h | -- | |
140-0 km/h | 86.0 m | |
120-0 km/h | 57.7 m | |
100-0 km/h | 40.5 m | |
Consumos | km/h | km/l |
Ciudad | 22 | 9.5 |
Carretera | 107 | 15.1 |
Media (70, 30%) | 47 | 10.7 |
Autonomía media | 663 km |
Pasaron cinco años de desarrollo para que la firma italiana mostrara al mundo una sorprendente evolución de su modelo o "segmento" más importante y que le caracteriza como una de las marcas con mayor deportividad a lo largo de los años; finalmente casi 10 desde que se lanzó el Murciélago, su más grande pieza, hasta ahora.
El característico V12 de la casa sigue siendo la parte central para el desarrollo de superdeportivos que hacen temblar a cualquier fabricante de deportivos de clase. Lo han hecho desde el Miura y continúan con pasos impresionantes con este Aventador.
Roma se caracteriza por ser una de las ciudades con más historia del planeta. Es cuna de la civilización occidental, centro espiritual del catolicismo y en sus calles se respira una inigualable mezcla de siglos de vida y estilo. Es importante conocer los orígenes de una marca que ha puesto, en su última obra maestra, todo el conocimiento y cartera del Grupo VW AG, con el exquisito trabajo de diseñar autos, y levantar pasiones en cada esquina. Sólo así se puede concebir una pieza tan magistral como el Aventador, una muestra de lo que el dinero, la tecnología alemana y la pasión italiana pueden concebir en una pieza única de la ingeniería automotriz.
Tocado por el cielo
Cada línea del Aventador tiene una razón de ser. No se puede hablar de la evolución del deportivo por excelencia de la casa italiana sin el trabajo de Filippo Perini en sus trazos. De hecho, el auto fue diseñado de adentro hacia afuera, con clara inspiración en los aviones de caza y elementos tan orgánicos como los insectos, en particular una catarina (mariquita), según nos explica Perini, jefe de diseño de Lamborghini. Todo está pensado desde la perspectiva del conductor y eso se nota (más aún, se agradece). Sólo así se concibe que prácticamente sin importar el tamaño del conductor, éste se sienta perfectamente acoplado al auto, como la pieza central de este rompecabezas de carbono, aluminio y mucha piel.
A detalle
Técnicamente, el nuevo Aventador representa para la firma y para el Grupo VW AG, toda una revolución en el desarrollo y construcción, no sólo de superdeportivos, sino de autos en general. Con la cartera llena de billetes y en colaboración con el centro técnico en el trabajo del aluminio de Audi, Lamborghini tuvo carta abierta para crear su nuevo superdeportivo, algo digno de suceder al Murciélago y continuar con la magnífica historia que sus autos de motor central trasero V12 han construido. Mejor todavía, como la marca no encontró (dicen) proveedores que le pudieran entregar las piezas que buscaba para fabricar el Aventador, decidieron construir su propia fábrica para maquilar, por completo, este modelo.
Las grandes novedades son el empleo de un monocasco de plástico reforzado con fibra de carbono, muy similar a los que utiliza Lexus en el LF-A y McLaren en el MP4 12C, para ofrecer un reducción de peso de 230 kg o 30% respecto del Murciélago, mejorando significativamente su rigidez estructural, un 150% más rígido. El peso final es 1,650 kg, espectacular para un auto de estas características. Además se suman un esquema de suspensiones con una solución importada de F1 (tipo pushrod) que le permiten reducir peso y componentes y otorga más libertad para jugar con la relación entre el recorrido de la rueda y la compresión del resorte.
No es de extrañar que Audi esté interesada en la construcción basándose en el empleo del aluminio y fibra de carbono con resinas plásticas, pensando en los futuros deportivos eléctricos que requieren, por obligación, un bajo peso. Interesante laboratorio de pruebas.
La razón del V12
Muy sencillo, un V10 les hubiera obligado a emplear cilindros de mayor tamaño y una carrera más larga para conseguir esa potencia, (sin apostar a recursos "sencillos" como turbocargadores), que les generaría más inercias y vibraciones, además de que para los ingenieros de Lamborghini el equilibrio ideal se consigue con un V12; sólo así es posible girar hasta las 8,250 rpm (pocos autos alcanzan esta cifra de RPM), con una compresión alta de 11.5 a 1. El empleo de aluminio y algunas aleaciones con silicio le permiten a Lambo ofrecer un motor de peso bastante bajo, con apenas 235 kg.
Mecánicamente la otra novedad es la nueva transmisión ISR de siete cambios o "Independent Shifting Rod" que, en lugar de emplear una de doble embrague, Lamborghini utiliza un nuevo sistema que le permite a los engranajes y dispositivos de sincronización seleccionar de manera independiente cada marcha y pueden solaparse el desengrane de primera con el engrane de la segunda, para ser extremadamente rápida. Además, la nueva caja ofrece cinco modos de manejo, dos automáticas y tres manuales: Strada, Sport y Corsa, esta última destinada prácticamente para circuitos, que se encarga de variar la respuesta del control de estabilidad y entrega del torque en el sistema de tracción integral, siendo principalmente un tracción trasera con 80% del par disponible en dicho eje. Lambo estaba buscando la meta de cambiar en 50 milisegundos y no era posible con una de doble embrague o simplemente no quería usar algo de Audi. Yo tampoco lo hubiera hecho.
Complementa la orquesta de tecnología aplicada el sencillo sistema de tracción integral controlado electrónicamente (Haldex), capaz de enviar hasta el 80% del par a las ruedas posteriores, y si una rueda gira más rápido que la otra, el control de tracción es el encargado de controlar la entrega de torque.
A la carga
Y todo, absolutamente todo tiene sentido cuando se está a bordo. Los números hacen hervir la sangre: 700 HP, 0 a 100 km/h en 2.9 segundos, 350 km/h de velocidad máxima. A pesar del tamaño, encajo sin problemas en el bajísimo auto de 1.20 m de alto y no hay otra sensación que la de estar en un auto que marcará época.
La electrónica alemana se hace presente con la ausencia de la palanca de transmisión. Un solo botón me permite poner al Aventador en el modo manual y, para conocer el auto y el circuito, decido empezar con el modo Strada. Paso saliva y me permito apretar el volante dispuesto a recibir todo el que el Aventador tiene para mí. El sonido del motor es brutal, cuando pensaba que no podía sonar más fuerte, el V12 grita orgulloso su mejor ópera rebasando las 8,000 rpm. Es el concierto soñado para cualquiera que guste de manejar. Segunda es inmediata y el motor continúa en su incesante canto llevándonos de la mano. Imaginen al mismo Pavaroti sentado a su lado (y vaya que cabría) expulsando su nota más alta, inundando la cabina y sonando a varios kilómetros el encantador sonido de esta música.
Y así como acelera, gira, frena y responde, incluso a los errores. La dirección es directa, corta, sin cruzar los brazos para dar la vuelta más cerrada del circuito. Y del Strada brincamos al modo Corsa, el auto da confianza y es simplemente brutal. Cambiar por encima de las 8,000 rpm es una patada a todos los sentidos, es empujar aún más el cuerpo contra el asiento y acelerar el corazón a mil revoluciones más. Y viene la curva y la trasera se anuncia jugueteando con la electrónica como buen tutor dejándonos sentir como el piloto más experimentado. Así, una y otra vez, curva tras curva, cambio tras cambio. Adictivo, podría estar toda mi vida conduciendo este auto siempre al límite, con todos los sistemas dispuestos a concederme esa obediencia.
Magistral el trabajo de Lamborghini, pero pocos, muy pocos podrán presumir de poseer una de estas piezas, con tan sólo una producción de 2 o 3 autos diarios y pagar entre 387 mil y 508 mil dólares (para México) más impuestos, aunque la producción de los próximos 18 meses ya está vendida. Si fuera por dinero…
Es un modelo que tiene ya varios meses a la venta. De hecho, fue durante el pasado Salón de París cuando tuvimos oportunidad de manejarlo por primera vez, en el otoño de 2010. En aquella ocasión manejamos el manual, con su motor turbo de 200 caballos y hasta rines de 19". Regresando pudimos probar a fondo la versión para México, que casi no perdió equipamiento, si acaso una pulgada menos en las ruedas —bien por aquello de los baches y el pavimento- y el navegador; lo demás igual. Y entonces quedamos complacidos por varios aspectos, siendo el diseño la parte más emblemática y distintiva del coche. Mucho se dijo que tenía inspiración TT, pero basta con ponerlos lado a lado y entenderemos que el RCZ no tiene nada qué ver con el Audi.
Es cierto que no es un Porsche ni nada por el estilo, pero aunque deriva de un hatch compacto —308—, el comportamiento del RCZ en carretera es admirable. Rueda neutral, muy bien plantado y sin hacer ningún tipo de extraño aunque provoquemos alguna transferencia de peso medio brusca. Es noble y predecible, y a pesar de que en el eje posterior tiene ruedas tiradas y no multibrazo ni triángulos dobles; es obediente y gira con actitud de deportivo. Claro que llegando al límite ocurre lo esperado, subvira cual coche de motor y tracción delanteros. En ciertas ocasiones le pasa lo que al Mini: rueda muy bien siempre y cuando el pavimento esté en buenas condiciones, pero sufre tan pronto aparecen las irregularidades.
La versión automática no tiene diferencias visibles frente al manual; sólo la palanca de cambios evidencia el tipo de transmisión. El RCZ tiene caja de seis cambios, lo que ayuda a extraer lo mejor del motor. Curioso que por el tipo de coche y precio no haya una doble embrague. No funciona mal, pero sí nos deja con ganas de más, porque al final del día es una automática convencional. Vamos, no ofrece ni manetas al volante para “jugar” con la caja. Como consuelo tiene modo Sport, lo que permite estirar un poco más los cambios, superar la barrera de las 7,000 rpm y hasta reducir anticipadamente cuando frenamos con decisión.
El motor tiene menos "galleta" que en el manual, 44 HP menos para un total de 156, misma cifra que encontramos en los modelos 308 y 3008. Con este motor y caja, el RCZ acelera de 0 a 100 km/h en nada despreciables 9 segundos; con un consumo medio de casi 12 km/l y menos de 36 metros para frenar de 100 km/h a cero. Quizá no sea tan contundente ni preciso frente al volante como un Audi TT, pero cuesta 76 mil pesos menos que uno manual y casi 135 mil menos que el S-Tronic. A eso le sumamos lo atractivo de su silueta y entonces el RCZ parece la opción ideal, bueno, al menos hasta que llegue el Subaru BRZ o su hermano gemelo, el Toyota GT86.
Datos Oficiales
MOTOR | |
Situación | Delantero transversal |
Nº de cilindros | Cuatro en línea |
Bloque / cabeza | Aluminio / aluminio |
Distribución | DOHC, 16 válvulas |
Alimentación | Inyección directa, turbo e intercooler |
Cilindrada | 1,598 cc / 1.6 litros |
Diámetro x carrera | 77.0 x 85.8 mm |
Compresión | 11.0 :1 |
Combustible | Gasolina, 92 oct |
Potencia máxima | 156 HP a 6,000 rpm |
Par máximo | 240 Nm (177 lb-pie) entre 1,400 y 3,500 rpm |
TRANSMISION | |
Caja | Automática, 6 velocidades |
Tracción | Delantera |
Embrague | Convertidor de par |
Relación diferencial | 4.10 :1 |
BASTIDOR | |
Susp. del. | MacPherson c/brazo “L” |
Susp. tras. | Ruedas tiradas |
Elemento elástico | Resortes helicoidales |
Estabilizadora del / tras. | Sí / sí |
Frenos del. | Discos vent., 302 mm |
Frenos tras. | Discos sólidos, 290 mm |
Asistencias | ABS, ESP, TC |
Dirección | Hidráulica, variable |
Giros/ø volante | 2.5/37 cm |
Diámetro de giro | 11.5 m |
Neumáticos | 235/45 R18 94V |
Nuestras Mediciones
ACELERACIONES/REBASES | |
Acel. 0-100 km/h | 9.21 s |
Acel. 0-400 m | 16.62 s |
Acel. 0-1,000 m | 30.36 s |
20-120 km/h | 13.39 s |
50-120 km/h | 10.64 s |
80-120 km/h | 6.98 s |
Velocidad máxima | 206 km/h |
FRENADAS | |
140-0 km/h | 73.0 m |
120-0 km/h | 55.7 m |
100-0 km/h | 35.8 m |
CONSUMOS | |
Ciudad km/l | 8.9 |
Carretera km/l | 17.8 |
Media (70, 30%) | 11.6 |
Sólo ponerlo en marcha pulsando un botón, ya intimida. Su ralentí inicial entorno a las 1,500 rpm para calentar los catalizadores deja escapar un ruido, un bramido de mecánica especial que pone los pelos de punta. Un golpe al acelerador y el panorama no puede ser más excitante y estresante. Canalizar no sólo sus 560 HP y 506 lb/pie disponibles desde las 1,500 rpm a las ruedas traseras, nos pueden dar una idea de lo que puede suponer un milímetro de más acelerador.
BMW ha preparado varias configuraciones de respuesta de acelerador, de amortiguación, de asistencia de dirección, de autoblocante y de cambio para adaptar al M5 a nuestros momentos. Podemos configurar y guardar dos mapas, pero aceptamos como bueno el propuesto por el sistema cada que ponemos en marcha el M5, que es una combinación de los programas más "suaves".
Al empezar a rodar en carretera, su sólido bastidor nos tranquiliza. Las sensaciones abruman, porque la capacidad de aceleración, aunque sólo queramos avanzar acariciando el acelerador, es inmensa. Le sobran recursos para circular en la séptima velocidad a 1,000 rpm, pero lo que queremos es experimentar qué son 560 HP empujando a pleno pulmón.
Su capacidad de aceleración supone alterar nuestra percepción espacio-tiempo. Le basta el carril de entrada a la autopista en aceleración para alcanzar su velocidad máxima limitada a 252 km/h (opcionalmente se puede anular el límite y ver la aguja en 305 km/h), y para comprobar también que su bastidor pasa por verdaderos apuros para aprovechar semejante potencial. No faltan las pérdidas de motricidad incluso en línea recta… ¡apenas en cuarta velocidad!
Entre curvas, aunque muy lineal, tiene un antes y un después de las 4,000 rpm. Por encima, en marchas cortas y medias, el tren trasero tiene serias dificultades para avanzar sólo de frente. Con el ESP conectado, su conducción crispa porque le bastan a su motor 3,000 rpm para alertar a un sistema que continuamente está interferido "para bien y para mal" en las decisiones del conductor.
Si confiamos en nuestra destreza, el modo intermedio del control de estabilidad deja que el diferencial autoblocante activo haga su trabajo y el M5 nos ofrece una amplia motricidad, pero tenemos que asimilar dónde está el límite del neumático y del asfalto por donde circulamos, porque romper la adherencia del M5…es sólo recomendable en un circuito. Como superdeportivo, es grande y pesado, pero el M5 gira bien, su tren delantero no se satura, aunque no nos ha parecido excepcional el frenado, quizás por fatiga de las castigadas unidades de pruebas.
Este M5, como último y más potente M, fascina como máquina, aunque tanto se disfruta en muchos momentos, como se "sufre" en otros. Castiga tras una serie de vueltas en circuito. Como se puede apreciar en las fotos, la deportividad vista desde la perspectiva de BMW resulta muy emocional, muy espectacular, pero exige muchas dosis de pericia para extraer el potencial del M5, con un diferencial autoblocante activo tan eficaz para repartir el par entre sus ruedas motrices, como exigente en sus reacciones. Su eficacia no está en las curvas, sí en las rectas, donde este M5 es toda una máquina de acelerar.
Datos Oficiales | |
MOTOR | |
Situación | Delantero longitudinal |
Nº de cilindros | Ocho en V a 90° |
Bloque / cabeza | Aluminio / aluminio |
Distribución | DOHC, 32 váls., Valvetronic |
Alimentación | Inyección directa con |
doble turbocargador | |
Cilindrada | 4,395 cc / 4.4 l |
Diámetro x carrera | 88.3 x 89.0 mm |
Compresión | 10.0:1 |
Combustible | Gasolina, 92 oct |
Potencia máxima | 560 HP a 6,500 rpm |
Par máximo | 680 Nm (501 lb-pie) entre 1,500 y 5.750 rpm |
TRANSMISION | |
Caja | Automática, 7 velocidades |
Tracción | Trasera |
Embrague | Bi-disco en aceite |
Relación diferencial | 3.150 :1 |
BASTIDOR | |
Susp. del. | Doble triángulo |
Susp. tras. | Multibrazo |
Elemento elástico | Resortes helicoidales |
Estabilizadora del / tras. | Sí / sí |
Frenos del. | Discos vent., 400 mm |
Frenos tras. | Discos vent., 396 mm |
Asistencias | ABS, ESP, TC |
Dirección | Piñon y cremallera |
Diámetro de giro | 18 m |
Neumáticos | 265/49 R19 102Y, delante |
295/35R19 104Y, atrás | |
RENDIMIENTOS | |
Vel. máxima | 250 km/h |
Acel. 0-100 km/h | 4.4 s |
Consumo medio | 10.1km/l |