La entidad especializada en el sector automovilístico ha querido analizar el éxito real de los modelos propulsados por una mecánica híbrida. Si bien es cierto que desde 2007 su número se ha doblado en EEUU, esta categoría de ecológicas pretensiones sólo ocupó el año pasado un 2.4 por ciento del total en el mercado.
Más preocupante es el hecho de que únicamente un tercio de los conductores afirma que volvería a comprarse un modelo híbrido. De hecho, si se elimina de la ecuación al Toyota Prius, los automovilistas que repetirían con un híbrido son menos de un 25 por ciento. Peor parados aún quedan los híbridos enchufables, que no funcionan en el mercado como se esperaba ante la inexistencia de la infraestructura necesaria.
Polk señala el precio como el mayor de los culpables del bajo éxito comercial de los automóviles híbridos. Y es que los automovilistas prefieren optar por opciones más baratas que ofrecen no sólo mejores prestaciones y equipamiento, sino que además son muy comedidos en el apartado de consumo y emisiones.
Ahora bien, cierto es que de volverse a comprar un híbrido, la marca que más fidelidad cosecha entre sus clientes es Toyota: un 60 por ciento compraría de nuevo un modelo de la marca nipona. La segunda en este ranking es su rival Honda: el 52 por ciento de los clientes muestran idéntica lealtad.
Con estos datos en la mano cabe preguntarse muchas cosas. En primer lugar, la popularización de esta tecnología permitirá que su precio vaya siendo mayor en el mercado. Si esto es así, cabe esperar que la tendencia en el mercado de los híbridos sea a la alza.
Por otra parte, las prestaciones que ofrece hoy un híbrido, principalmente en marcas premium, son muy parejas a las de un modelo de propulsión convencional. El ejemplo más reciente lo encontramos en el Audi Q5 Hybrid, que desarrolla una potencia total de 245 hp y muestra un consumo mixto de 15 km/l. Ahora bien, si se compara con el 3.2 FSI de 270 hp, ¿vale la pena el ahorro de consumo por el sobreprecio que supone una mecánica híbrida?
Estará por ver el comportamiento de este recién nacido segmento en el futuro del mercado pero, hoy por hoy, no se puede hablar de éxito, por muchas ganas que pongan los fabricantes en la materia.
Son todos ejercicios de diseño que justamente participan del Concurso de Diseño que todos los años se realiza en el Salón de Los Angeles. Los competidores del año pasado estaban relacionados con la bioingeniería (bajo peso, ecología, eficiencia) y este año el tópico en cuestión es Hollywood.
Hay seis recreaciones, todas contextuadas en su propia ficción, en busca de ser el próximo héroe automovilístico de la pantalla grande.
Honda Intelligente Horse
Es parte de un planeta devastado por un cometa gigante. Está inspirado en la estructura ósea de los caballos la cual protege a su conductor de todo ataque. Tiene neumáticos con forma de flor, que le sirven para defenderse, y sólo puede llevar a un pasajero.
Hyundai Stratus Sprinter
Es un MPV (monovolumen) todoterreno que transporta a la condesa rusa Elena para combatir el comunismo luego de cambiarse de bando. Pero cuando es necesario se transforma en el DB Atlant Airship, una nave espacial para viajes de larga distancia.
Maybach Berline
Es el móvil de una señorita desarrollado por su padre, ingeniero automovilístico con el que va surcando la noche. Tiene una imagen similar a las antiguas carrozas, y posee una mecánica eléctrica con pila de combustible. La dirección se maneja vía satélite y al habitáculo pueden acceder tres pasajeros, escaleras plegables mediante.
Mercedes-Benz Silver Arrow
Evoca al mítico W125 y al Uhlenhaut SLR de los '50. Cuenta con unas ruedas sin eje central y se destaca por su velocidad y potencia. Lleva hasta dos pasajeros y presenta una carrocería gris plata brillante.
Smart 341 Parkour
Annie Angle es una joven periodista que se traslada por la ciudad en busca de las últimas primicias a bordo de su Smart 341 Parkour, que puede trepar por las paredes y tiene un techo de vidrio que le proporciona un ángulo de visión de 360º y ruedas con ventosas.
Subaru Horizon
Es un vehículo que, luego de la división del mundo en dos, deberá soportar fuertes campos electromagnéticos, calor y tormentas y lleva un equipo formado por un conductor, un copiloto, un mecánico y un gato mágico. ¿El motor será bóxer también?
La aventura de los sedanes familiares de Mazda empieza a cobrar importancia en 1976 con el 626, que desde su concepción siempre se distinguió del resto de sus rivales por ofrecer una imágen juvenil, respetables niveles de calidad y sobre todo, un manejo suculento.
Bajo el concepto SKYACTIV también viene de la mano el diseño llamado Kodo, que significa “alma en movimiento”. Inspirado en el auto conceptual que se presentó en el Autoshow de Tokio de 2011 llamado Takeri Concept. Llama mucho la atención la armonía que existe en todos los trazos, como la integración de el grupo óptico con la parrilla y la fascia. La caída baja del techo y las salpicaderas ensachadas, le dan un toque de deportividad y elegancia. En realidad, las diferencias entre el modelo de producción y el concpeto son pocas, de ahí que sea un vehículo que llame la atención entre la gente que lo ve pasar por las calles. La opción de los enormes rines de 19 pulgadas complementan muy bien la imagen. Por dentro destaca la ergonomía, la disposición de todos los mandos, el completo nivel de equipamiento, pero sobre todo, la calidad de acabados y ensambles. Más que un auto japonés, parece un coche de lujo europeo, pues los plásticos suaves, las costuras y los materiales empleados, lo ponen ligeramente arriba de lo que podría ver en sus rivales. En donde llegamos a batallar un poco fue al interactuar con nuestros dispositivos móviles, pues tardaba mucho tiempo en reconocer la conexión, aunque una vez cumplido el trámite, el sistema de audio Bose dejaba escapar notas musicales sensacionales. La plataforma es completamente nueva, con una rigidez estructural superior al modelo que reemplaza, con un esquema de suspensión de compleja arquitectura, complementado con una dirección eléctrica muy bien calibrada. Hasta aquí todo marcha de maravilla. Ahora pasemos al corazón, que es lo que le da vida a este atractivo sedán familiar. Se ofrecerá con motores de cuatro cilindros de gasolina y diesel. Este último sólo estará disponible en Europa, mientras que para México, el único combo es un cuatro en línea aspirado, con 2.5 litros de desplazamiento, asociado a una transmisión automática de seis velocidades con control secuencial.
Si hay algo que aplaudir de este vehículo es el bastidor y los ajustes de suspensión, frenos, transmisión y dirección. El motor de 2.5 litros desarrolla 185 caballos de fuerza y 182 libras-pie de torque, suficientes para moverlo con agilidad y competir con sus rivales con motores similares. Lo destacable del motor SkyActive de Mazda es la elevada relación de compression (13:1), cuando generalmente una de 10:1 es considerada una buena referencia.Dentro de la oferta de transmisiones está una manual (que no llegará a México) y una automática de seis cambios. Esta última cuenta, además del tradicional convertidor de par, incorpora un embrague que permite efectuar los cambios de velocidad con mayor rapidez. La conducción tiene ese toque divertido característico de los Mazda, con una muy buena retroalimentación de lo que pasa en el asfalto y una respuesta destacable del motor, especialmente cuando el tacómetro está en la parte media-alta, que es ahí justo cuando cobra vida. La transmisión está muy bien programada para aprovechar las curvas de potencia y torque, efectuando los cambios de velocidad con rapidez. Mazda asegura que es tan ágil como una de doble clutch, aunque honestamente una DSG de Volkswagen resulta mucho más rápida. El comportamiento dinámico, no tiene queja, muestra un aplomo al camino digno de autos más caros, los frenos trabajan correctamente, y al llegar al límite de sus capacidades se muestra neutral, siempre bajo la tutela de las asistencias electrónicas como los controles de tracción y de estabilidad. Una de sus mejores cartas es el bajo consumo, con un promedio oficial de 15.8 km/l, habrá que esperar a la prueba en condiciones de clima, gasolina y altura de México.
Mazda no ha dado a conocer si en un futuro ofrecerá un motor V6, muy buscado en la gama alta, en donde rivales como el Accord y Passat sí ofrecen este tipo de mencánicas con casi 300 caballos de fuerza. Aunque, de acuerdo con la filosofía SKYACTIV honestamente vemos lejana esta posibildad. A México llegará los primeros días de marzo, con un rango estimado de precios de entre 300 a 400 mil pesos.