Lógicamente, es casi idéntico a su primo hermano, el también recién debutado Toyota GT86, aunque en el caso del Subaru se presenta un conjunto algo más agresivo y deportivo a la vista. Lo primero que llama la atención son las proporciones, con apenas 130 cm de alto pero casi 180 de ancho; tiene 424 de longitud total.
La escasa altura aunado a lo bajo que se ubica el motor bóxer en el bastidor, le permiten al BRZ ofrecer, según la marca, un centro de gravedad incluso más bajo que un Ferrari 458 Italia. Sumando esto a un peso de apenas 1,222 kg, a una rigidez estructural muy elevada por el empleo de aceros de ultra alta resistencia y a la tracción trasera, el resultado frente al volante debería de ser sencillamente sublime.
El motor es un 2.0 litros atmosférico de cuatro cilindros que entrega 200 HP y poco más de 150 lb-pie de par motor, y capaz de girar hasta las 7,500 vueltas. lo curioso de este motor es que tiene tanto inyección directa como indirecta, gracias a que tiene dos inyectores por cilindro. Esta tecnología proviene de Toyota y lleva por denominación D-4S. El BRZ estará disponible con dos opciones de transmisión; manual o automática convencional de convertidor de par. Ambas tienen seis velocidades.
Otro elemento que seguramente colabora para que el manejo sea preciso es el esquema de suspensión, ya que mientras en la parte frontal lleva un muy tradicional MacPherson, en la parte posterior lleva un arreglo de doble triángulo.
El BRZ no es deportivo de altos vuelos, ni siquiera uno muy potente. Pero esa es justamente su intención, su encanto, ya que desde el Nissan 240Z no existe en el mercado un coupé de bajo peso, tracción trasera y manejo preciso que no sea ultra caro o muy exclusivo, y esta dupla de Subaru y Toyota le devolverá justo eso al mercado. Bienvenidos.
La familia Prius crece y ahora es el turno del hermano mayor en cuanto a tamaño, el Prius+, una denominación un tanto confusa ya que para algunos será “más” o para otros “plus”. Nace para satisfacer una carencia criticada por los usuarios de monovolumen, el consumo, que con sus 4.3 litros de media, marca el tope por abajo, al menos de momento –lo más eficiente que conocemos en estos momentos es el 1.6 dCi del Renault Grand Scénic con 130 hp y 4.4 litros de media-.
Pero también nace para dar servicio a los que quieren filosofía Prius pero necesitan más espacio, es decir, una mezcla entre Prius y monovolumen. El frontal es una evolución del híbrido que conocemos con ópticas ahora más alargadas. También evolucionan las ópticas traseras, ahora asociadas a un abrupto corte de la zaga, como es obligatorio en modelos de este tipo para aprovechar al máximo el espacio. Lógicamente el coche es más grande frente al modelo del que deriva (155 mm de largo, 30 mm de ancho y 85 mm de alto) y por lo tanto en cota de altura para la segunda fila de asientos (+45 mm), donde además, los tres asientos de nuestra unidad de pruebas van en niveles, los ocupantes de cada fila van 45 milímetros por encima de la fila precedente. También frente al Prius convencional aporta mayor cajuela si circulamos con cinco asientos ocupados -505 litros frente a 446-, pero sobre todo gracias a una tapa que nos da acceso a un segundo fondo más profundo.
El volante es de Prius, al igual que el pomo de la palanca ahora en posición más vertical, pero la consola central y el tablero evolucionan y mucho. Mayor ergonomía para la mano derecha del conductor e información sobre funcionamiento híbrido ahora mucho más integrado verticalmente en la consola central, no tan lejano, en otro plano, como estaba antes. Tenemos la sensación de contar con algo más de altura hasta el techo. Y ya que estamos en las plazas delanteras, entre ellas se ubican los 34 kilos de baterías de iones de litio –ocho kilos menos que las de níquel-metal-hidruro del modelo normal- necesarias para que este Prius monovolumen pueda también recorrer un par de kilómetros en modo eléctrico.
Nos ponemos en marcha. Arranque por botón en una posición más accesible visualmente, quitamos el freno de pie y comenzamos a andar en un modo eléctrico que podemos forzar nosotros durante los dos primeros kilómetros tocando el botón EV. Justo debajo está el botón del modo eficiente o Eco y por debajo queda la del modo Power, por si demandamos mayores prestaciones que irán ineludiblemente unidas al ruidoso cambio CVT.
Dicen que se han acortado desarrollos frente al Prius normal para poder equilibrar el sobrepeso de 80 kilos para el Prius+. El coche va plano, muy plano, demasiado plano... Nos preguntamos el porqué y nos informan de que lleva un sistema antibalanceo que busca que la carrocería esté siempre en la posición más horizontal posible, incluidas zonas de baches o de imperfecciones en el asfalto –también se han retocado suspensiones, que no esquemas, sobre todo en el eje trasero-. Pero es innegable que resulta confortable aunque algo perezoso de reacciones –quizás hemos probado demasiados Toyota distintos a la vez en la misma jornada- pero cumplidor para la tipología de vehículo que es, el primer monovolumen híbrido.
Como bien sabemos, el Karma es un eléctrico de autonomía extendida que usa su propulsor a gasolina como generador para alimentar la planta de poder eléctrica una vez se agote la carga de su batería.
El papel de generador lo cumple en la actualidad un cuatro cilindros en línea con dos litros de desplazamiento y turbocargador de origen General Motors, con una potencia de 255 caballos.
Con un poco más de 163 kilos, dicha planta motriz ofrece todavía un margen para bajar el peso y el candidato sería, en palabras de nuestros colegas de Autoblog tras conversaciones con conocedores del tema, un tres cilindros de 1,2 litros también con sobrealimentación cuyo origen sería Lotus.
De esta manera, el registro en báscula se vería reducido a unos 90-100 kilos, favoreciendo la eficiencia y asegurando aún así la energía necesaria para alimentar al impulsor principal del coche.
Tan fácil fórmula sirve para ampliar el portafolio RAM más allá de las pick-ups y para introducir a Chrysler en el segmento de los vehículos comerciales de acceso.
Las diferencias obvias son la posibilidad de reemplazar las ventanas traseras por láminas de chapa que cubren todo el espacio de carga. El piso del área para transportar objetos está fabricado en aluminio.
La capacidad de carga asciende a 816 kilos y se pueden remolcar hasta 1,632 gracias al motor V6 Pentastar que ya se conoce en otros productos de Chrysler, con 3.6 litros, 283 caballos y un torque máximo de 352 Nm.
Su transmisión es automática con seis velocidades y en autopista Chrysler estima que puede llegar a los 10.6 kilómetros por litro.
Entre los elementos de equipamiento más importantes, lleva rines de chapa de 16 pulgadas, suspensión reforzada para uso comercial o una toma auxiliar de 120 voltios. En cuanto a seguridad ofrece reposacabezas activos, airbags frontales y para las rodillas del conductor, frenos ABS y control de estabilidad.
Tiene caso el mimo tamaño que el que reemplaza, aunque el espacio entre ejes y las dimensiones interiores han crecido. De hecho, también bajó algo de peso, 79.8 kilos para ser exactos, lo que quiere decir que la versión con el motor 1.4 TFSI pesa solo 1,174 kilos.
Ese motor, con 122 hp, será uno de los tres que se ofertarán, junto a un 1.8 TFSI de 180 hp y a un 2.0 TDI de 150 hp y 236 lb-pie, en todos los casos de tracción delantera. Las versiones Quattro llegarán más adelante, de la mano de motores más potentes y combustibles alternos. La transmisión será manual de cinco velocidades o S-tronic de seis.
Las opciones hi-tech que en un momento sólo estaban disponibles en grandes sedanes, ahora las encontramos en el nuevo Audi A3, como control de crucero adaptativo, asistente de estacionamiento y un sistema de sonido Bang & Olufsen de 17 bocinas.
No te pierdas nuestra galería de fotos para concer en vivo al Audi A3 2013.
En primer lugar el frontal ha sido sutilmente modificado, donde lo que más destaca es la inclusión de una fila de LEDs que le dan al GT-R una nueva personalidad. También se aprecian unos nuevos canales sobre la defensa frontal, lo que sumado al difusor trasero logra que se mejore mínimamente el coeficiente aerodinámico: de 0.272 a 0.268.
Además de estos cambios, también se sustituyen los rines por otros de nueva generación que aligeran el conjunto 12 kilos, lo que nos deja una reducción de 3 kilos por cada rin. Estos mantienen el diseño similar a los modelos 2009 y 2010, pero ahora son hechas por Rays.
Desde Japón también prometen variaciones en el interior del GT-R, pero de momento no se han mostrado imágenes de esta parte del carro. Lo que no cambiará en absoluto, lo cual no es un problema viendo las cifras y rendimiento ofrecidos hasta ahora, será el apartado mecánico, que mantiene el motor V6 de 3.8 litros capaz de entregar 485 HP.
Sería muy lógico ver en Abarth un auto pensando únicamente para conducir, de bajo peso, poco equipamiento, una buena dosis de potencia y una puesta a punto casi de circuito; misma propuesta que siempre ha caracterizado a los Lotus Exige y en menor medida al más “amable” Elise, incluso al espectacular KTM X-Bow y en el nivel más purista a los Lotus 2-Eleven o al eterno Caterham (que a la larga nace de una idea de Lotus).
El supuesto lanzamiento, según AutoExpress, equiparía un propulsor MultiAir de unos 200 caballos de potencia, que se encargarían de mover una liviana carrocería que pesaría menos de 800 kilos, dando como resultado una relación peso/potencia de menos de cuatro kilos por caballo.
Todo suena muy bien, así que esperamos que esta presunta filtración de fuentes internas de la casa italiana sea una realidad en unos años.