Publicado el 22/02/2011 01:15
El cansancio de casi 20 horas de vuelo acumuladas entre Europa y Singapur, y de ahí a Australia, no se reflejó por completo en el semblante de Checo Pérez cuando tomó la salida en las llegadas internacionales del Tullamarine Airport de Melbourne.
Había mucha ilusión, alegría y ánimo para firmar autógrafos cuando la gente se lo solicitaba. No fueron muchos los que lo hicieron y eso fue mejor para el mexicano, que rápido salió del aeropuerto para llegar a encontrarse con otro motivo para darse ánimos para este fin de semana.
La cena fue italiana; la compañía, la mejor. Su familia entera, a excepción de su hermano Antonio, están acá para apoyarlo y para compartir cada segundo de éste, el fin de semana más importante de su carrera hasta el momento.
Ahora, ya miércoles en Australia, irá a conocer la pista y los canguros por la tarde. De ahí, ya todo será concentración total para el GP de Australia.
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