Tras un buen desayuno, cargar gasolina hasta el tope, llenar un par de bidones extra de combustible y comprar víveres para el viaje que nos esperaba salimos con rumbo a Dawson City como primera escala en el camino hacia Inuvik.
La distancia total es de cerca de 1,200 kilómetros y el problema principal de esta etapa es la falta de poblados y estaciones de servicio, así como la casi nula presencia de autos o camiones en las carreteras completamente nevadas y heladas, así como las pocas horas de luz que se tienen y que se van perdiendo conforme se sube más hacia el norte.
Bajo esta circunstancia se decidió llegar a Dawson City, un pueblo colocado a pocos kilómetros de la carretera conocida como Dempster Highway, un trazo carretero de grava y arena que en estas épocas está cubierto de nieve y que nos llevaría hasta Inuvik, pero que está completamente desierta en invierno salvo por dos pequeñas poblaciones. Y si así se le puede llamar a un lugar con gasolinera, taller y un motel que funciona como restaurante, bar y súper.
Tras un día tranquilo y sin contratiempos al volante llegamos a Dawson City e tras una abundante cena decidimos salir a la caza de auroras boreales que por desgracia no se hicieron presentes en una noche clara y fría. Estábamos a -25 C°.
Al día siguiente salimos con la intensión de llegar a Inuvik y tras las fotos reglamentarias en Dawson City tomamos la Dempster Highway en una fría mañana a -27 C°. La VW Amarok no ha mostrado ningún problema serio causado por las bajas temperaturas. Únicamente tarda más de lo normal en alcanzar su temperatura de operación y lo logra solo una vez en marcha. Si se queda mucho tiempo en ralentí la temperatura vuelve a bajar notablemente, tanto que no marca nada en el indicador del tablero.
Con caminos despejados y en mejor estado de lo esperado llegamos a Eagle Plains, un lugar de paso en el que al cargar gasolina nos recomendaron permanecer por las malas condiciones del camino que nos esperaba - 350 kilómetros más o menos - por fuertes vientos. Nada como hacerle caso a los locales.
Hoy descansamos en Eagle Plains con la esperanza de poder salir al amanecer y llegar a Inuvik, primer objetivo de esta súper prueba.
Motivado por el espíritu aventurero que lo caracteriza, el piloto alemán Rainer Zietlow y su equipo conmemoraron el 75 Aniversario de la carretera Panamericana con una extenuante prueba que exigió lo máximo de hombres y máquina.
La carrera contra el tiempo que iniciaron el pasado 2 de julio del presente año tuvo como finalidad batir el récord anterior de la Carretera Panamericana cuyo trazado cruza todo el continente americano desde la Patagonia hasta Alaska.
A bordo de una Volkswagen Touareg TDi Clean Diesel turboalimentado 3.0L V6, con 225
caballos de fuerza y 406 lb-ft de torque, el equipo de pilotos aventureros atacaron la carretera confiados completando la hazaña en tan solo 11 días, 17 horas y 22 minutos gracias al apoyo que Continental sumó calzando la SUV con sus neumáticos CrossContact LX20 all terrain.
Por increíble que parezca y después de una prueba tan demandante como ésta en donde la Touareg recorrió todo tipo de caminos, la tercia de pilotos llegó a su final el día 13 de julio después de cruzar no menos de 14 países y un total de 25,750 kilómetros.
Con un promedio de 110 km/hr y con la camioneta VW cargada con cerca de tres tonelada de equipo, Rainer, Biela y Fernández cumplieron una vez más con el desafío de completar una de las travesías más extenuantes y demandantes del mundo implantando un nuevo récord en base a las reglas Guinness que avalaran la prueba en el 2001.
De esta manera hombre y máquina demostraron al mundo sus capacidades para soportar de todo en un lapso de dos semanas; sol, lluvia, viento, nieve, tierra, frío, calor, etcétera.
Desvelada hoy en el Salón de Nueva York, junto a las nuevas Clase GL y GLK, el más reciente SL65 AMG reemplaza a su predecesor con un V12 biturbo de 621 hp y 738 lb-pie –mucho más torque del que trae el nuevo SRT Viper 2013-, los cuales pasan a las ruedas traseras mediante una transmisión automática de siete velocidades lo suficientemente reforzada para no volar en pedazos con todo este torque. La caja anterior de cinco relaciones simplemente no daba el ancho.
Se trata, evidentemente, del tope de gama de la Clase SL y es un auto muy exclusivo, pues su precio rondará los 200 mil dólares.