La marca que fue fundada por los hermanos Dodge se encuentra de manteles largos para presentarnos el nuevo Attitude, que sustituye al actual que salió al mercado por ahí del 2006. La nueva generación tiene mucho que presumir, pero lo más impactante es su nuevo diseño, que refleja un estilo mucho más musculoso, juvenil y atractivo que seguramente atraerá a mucha clientela joven a sus distribuidoras. De por si, la generación saliente ya era uno de los coches más vendidos de toda la línea que maneja Chrysler en nuestro país.
Descontando el atractivo diseño, el nuevo Attitude presume un crecimiento en todos los sentidos, comenzando por supuesto por el tamaño en donde gana centímetros en el largo, ancho y altura. De hecho, sus 4.37 metros de largo lo colocan para competir con autos de casi la misma medida como el Ford Fiesta Sedán y Honda City que andan en los 4.40 metros por ejemplo. El interior mantiene la tónica y ahora sus nuevas medidas le permiten recibir adultos de más 1.80 metros de altura en la banca trasera con comodidad y cierta amplitud. Los asientos delanteros mantienen el concepto con una buena posición de manejo y una palanca de velocidades de tiros cortos y bastante fácil de operar.
Manejamos tanto la versión manual de 1.4 litros y 108 hp como la automática de 1.6 y 125 hp. Una de las innovaciones, es que ambos motores incorporan un sistema de apertura variable de válvulas que ayudan a mejorar el desempeño y el consumo de combustible. Ambas versiones se sienten con una potencia adecuada y siempre listas para la demanda, aunque cabe recordar que estamos a nivel del mar y aquí hay oxigeno suficiente para cambiar la sensación y el desempeño.
Se ofertarán cinco versiones de las cuales, dos vendrán con caja manual de cinco velocidades en los paquetes GL y GLS con el motor 1.4 litros de 108 hp, mientras que con caja automática de cuatro relaciones y motor 1.6 litros de 125 hp, habrá versiones GL, GLS y GLS Sport, esta última será la única que tenga disponible frenos de disco en las cuatro ruedas, frenos ABS, bolsas de aire frontales, control de audio en el volante y hasta sensor de reversa incluso. Los precios irán desde los 159,900 hasta 234,900 pesos por la versión GLS Sport. Muy pronto, le tendremos una prueba completa en la revista. El Attitude ya se encuentra disponible en las agencias Chrysler, aunque por el momento en cantidades limitadas, así que entonces, si le gustó, vaya a verlo y se sorprenderá.
Chrysler no parece estar dormido sobre sus laureles, ya que sigue muy activa con nuevos modelos y después de mostrarnos el nuevo Attitude proveniente del fabricante coreano Hyundai, ahora nos trae también el i10 –también de Hyundai-, que en realidad es el sustituto del venerable Atos, pero que va a coexistir con este en nuestro mercado siguiendo el ejemplo de Volkswagen con el Jetta y General Motors con el Matiz y el Spark entre otros tantos.
El nuevo auto nos muestra un diseño diferente, juvenil y atractivo que comenzó con el Attitude y comparte varios aspectos visuales con este. Otra de sus ventajas es el reacomodo de puesto de manejo, el cual ahora esta mucho mejor logrado ya que cambiaron la posición del volante, los pedales y la palanca de velocidades, dejando una colocación mucho más natural y unos asientos más amplios y cómodos también, facilitando mucho el manejo.
Se abandona el uso de la dirección hidráulica por una eléctrica. El motor ahora genera 66 hp y 73 lb-pie de torque usando el mismo desplazamiento de 1.1 litros con tres válvulas por cilindro. Todas las versiones ya tienen tacómetro como equipo de serie y el estéreo incorpora el sistema Bluetooth y hasta un control remoto incluso, disponible en la versiones intermedia y equipada. Esta última también tiene quemacocos y sensor de reversa además de vidrios, seguros y espejos eléctricos. Los precios serán de 112,900 por la GL, 127,900 pesos por la GL Plus con aire acondicionado y termina en 149,900 pesos por la GLS Premium. Se espera que llegue una última versión que adicionará bolsas de aire frontales dentro de un mes y medio aproximadamente pero no especificaron en cuanto se incrementaría su precio. El ABS seguirá sin aparecer pero está siendo considerado por la compañía. La presentación oficial se hará el próximo viernes en el Salón Internacional del Automóvil Guadalajara, en donde también por cierto, Chrysler aprovechará para anunciar la creación de una nueva marca: SRT (Street Racing Technology). Ahora ésta se podrá encontrar en cada distribuidor con un área especial y dedicada. Próximamente tendremos versiones SRT con el motor V8 de 6.4 litros y 470 hp en el 300C, Challenger, Charger y hasta la Grand Cherokee. Lo malo es que no habrá versiones con caja manual, todas tendrán transmisión automática.
Por último, también tuvimos la oportunidad de manejar la versión V6 del 300 con el nuevo motor Pentastar de 3.6 litros que desarrolla 292 hp y se encuentra acoplado a una transmisión automática de cinco velocidades. Nos sorprendió y nos dejó con un buen sabor de boca la facilidad con la que esta planta de poder puede mover con cierta rapidez los poco más de 1,800 kilos que pesa el 300, que viene cargado con una cantidad importante de equipo de lujo y seguridad. La verdad, no extrañamos al Hemi V8, el Pentastar demostró ser un motor bastante flexible. Su precio será de 479,900 pesos. Próximamente les ofreceremos una prueba completa de cada espécimen.
UNIDAD PROBADA
Attitude GLS MT, 194,900 pesos
NOS GUSTA
NOS GUSTARÍA
INTIMIDADES
Parece que los vaticinios de aquellos que aseguraban que Hyundai llegaba como marca en 2010, fallaron tan miserablemente como las predicciones sobre el fin del mundo que hiciera recientemente Harold Camping. Y es que con la llegada del nuevo subcompacto de la marca coreana a nuestro país, parece que ésta se encuentra muy a gusto con el acuerdo comercial que tiene firmado con Chrysler. Además, mientras Fiat -o la propia Chrysler- no desarrollen un sedán compacto y/o subcompacto que reemplace legítimamente al Neon, los productos de Hyundai le vienen como anillo al dedo a la otrora marca del carnero.
Dicho lo anterior, podemos asegurar que al nuevo Attitude le queda mucho mejor su nombre que a la generación anterior. Si bien no posee ni de cerca la fuerza intimidante de un Charger, sí tiene por lo menos mucho estilo y modernidad en sus líneas, desde el futurista frente (faros, parrilla y fascia incluidos) hasta las calaveras y la corta cajuela, que se hace chica gracias a la lentísima caída del techo. Destaca en los laterales la afilada nervadura que va por debajo de la cintura y que se empieza a convertir en uno de los rasgos más característicos de los Hyundai de última hornada.
BIEN A PRIMERA VISTA
El interior es coherente con el exterior en materia de diseño, con un tablero que tampoco tiene nada que ver con el de antes. Es más ergonómico y no existe complicación alguna para operar los mandos. Si bien tiene una totalidad de plásticos duros, lucen agradables a la vista y bien empalmados. La iluminación es azul y blanca, lo que contribuye a la sensación de modernidad.
En materia de equipamiento tenemos sentimientos encontrados, ya que por un lado se ofrece computadora de viaje, entradas auxiliar y USB para el radio, faros con ajuste de altura, rines de 16", luces de niebla adelante y atrás, elevadores eléctricos y demás amenidades. No obstante, hay grandes -por no decir enormes- carencias como las bolsas de aire y los frenos ABS; un par de elementos cuya ausencia nos parece injustificada e inaceptable en un coche que roza los 200 mil pesos. Para acceder a éstos, hay que optar por la versión GLS Sport, que agrega caja automática y un motor más grande (1.6 litros, 124 HP), pero ya hay que desembolsar ¡227 mil pesos, por un Attitude!
Como dato curioso, pudimos entrar en contacto en una ocasión con un Accent que seguramente tenía en su poder la gente de Dodge con fines de prueba o evaluación, ya que aunque se trataba de la versión con el motor 1.4, tenía elementos como sensores de reversa, climatizador automático, seis bolsas de aire -sí, seis-, ABS y demás. ¿Por qué no lo traen así a nuestro mercado? ¿Por qué nos tenemos que conformar con una versión medio equipada en cuanto a confort pero francamente pobre en seguridad? ¿Será que nuestro mercado sigue siendo inmaduro y los compradores todavía prefieren rines, quemacocos y potentes estéreos antes que ABS y bolsas de aire? Me temo que ya sabemos la respuesta, y esa es también la causa de que sigamos comprando -y además a precio de oro- generaciones viejas de algunos modelos (comentario a parte; sin hacer referencia a Dodge).
CORAZÓN DE COLIBRÍ
Mejor hablemos del elemento más sabroso y pulido del Attitude, el motor. Si bien tiene apenas 1.4 litros de desplazamiento, el hecho de tener cabeza multiválvula y sistema dual de gestión y apertura de las mismas, le permite al pequeño sedán moverse con una gracia pocas veces vista para un coche de 108 HP, que es la cifra de potencia oficial. Este pequeño pero eficiente motor gira libremente y sin quejas hasta el corte de inyección, por ahí de las 6,500 rpm. Gracias a esta cuasimaravilla de la ingeniería, el Attitude puede hacer el 0 a 100 km/h, a la altura del DF, en apenas 13 segundos, metiéndolo en territorio de coches más grandes y potentes, tipo Mazda3, Jetta, Lancer y demás. Las recuperaciones también son buenas aunque no tan brillantes como la aceleración, en parte por el "limitado" torque del 1.4 litros. El buen desempeño en general también es culpa de las cortísimas relaciones de la transmisión. Tan cerradas que a 100 km/h estamos muy cerca de las 4,000 rpm en 5ª y, casi como si de un deportivo se tratara, se alcanza la máxima velocidad -cerca de 180 km/h- en 5ª al corte de inyección, como debe de ser. En cuanto a consumos también brilla, ya que consigue 14.3 km/l en ciudad y casi 20 en carretera.
DE PIES LIGEROS
En marcha, sale a relucir el reducido peso del Attitude, que dicho sea de paso, ha perdido casi 100 kg frente a su antecesor. Esa rigurosa dieta cobra dividendos a la hora de acelerar y moverse en ciudad, el escenario ideal para este coche. No así en carretera, particularmente de montaña, en donde esa ligereza y una dirección más suave y artificial que la de una consola de videojuego, obligan a que seamos prudentes y mesurados con las transferencias de peso. En autopista, hasta 120-130 km/h parece que todo está en orden, pero basta con superar los 140 para que su carácter cambie de noble y suave, a nervioso y fuertemente afectado por los vientos. Cuanto más rápido vayamos, más vaga se nota la dirección y más pobre la estabilidad lineal; mejor conservemos un paso no mayor a 120 km/h, que al final del día es el límite máximo en nuestras carreteras.
En cuanto a las pruebas de frenado se refiere, observamos un control relativamente bueno siempre y cuando mantengamos bien sujeto el volante y dosifiquemos el pedal para no bloquear pronto y las llantas queden cuadradas. El promedio en pruebas fue de eternos 51 metros para detenernos desde 100 km/h; un valor deficiente incluso en el segmento de los subcompactos.
YA ES HORA
Dicho lo anterior, sólo queda por agregar que el nuevo Attitude es un coche atractivo visualmente y fácil de manejar. Rueda bien en ciudad pero hay que tener cuidado en carretera. Si buscamos equipo de confort quizá quedemos satisfechos, pero si queremos un sedán subcompacto seguro para viajes divertidos en carretera de montaña, hay que mirar hacia otra marca. No hay que olvidar que este coche cuesta entre 160 mil y 227 mil pesos, y lo máximo a lo que se puede aspirar es a un par de airbags y ABS.…En este sentido se nos vienen rápidamente a la cabeza dos rivales que se pueden considerar: el Nissan Tiida ofrece eso mismo, más motor y mucho más espacio por menos de 196 mil pesos. Ni hablar de un Ford Fiesta sedán, que por 223 mil pesos tiene caja de doble embrague, siete bolsas de aire y controles de tracción y estabilidad. Como que va siendo hora que exijamos un coche más seguro antes que uno muy bonito y confortable, y colaboremos para que nuestro mercado madure de una buena vez, ¿no cree usted?
Motor | |
Situación | Delantero transversal |
Nº de cilindros | Cuatro en línea |
Bloque / cabeza | Aluminio / aluminio |
Distribución | DOHC, 16 válvulas |
Alimentación | Inyección electrónica, VVT |
Cilindrada | 1,396 cc / 1.4 litros |
Diámetro x carrera | 77.0 x 75.0 mm |
Compresión | 10.5 :1 |
Combustible | Gasolina, 87 oct |
Potencia máxima | 108 HP a 6,200 rpm |
Par máximo | 137 Nm (101 lb-pie) a 5,000 rpm |
Transmisión | |
Caja | Manual, 5 velocidades |
Tracción | Delantera |
Embrague | Monodisco en seco |
Relación diferencial | 3.83 :1 |
Bastidor | |
Susp. del. | MacPherson c/brazo “L” |
Susp. tras. | Ruedas tiradas |
Elem. elástico | Resortes helicoidales |
Estabilizadora del / tras. | Sí / no |
Frenos del. | Discos vent., 255 mm |
Frenos tras. | Tambores, 203 mm |
Asistencias | N.D. |
Dirección | Eléctrica |
Giros / ø volante | 2.8 / 37 cm |
Diámetro de giro | 8.7 m |
Neumáticos | 195/50 R16 84H |
RENDIMIENTOS | |
Vel. máxima | 180 km/h |
Acel. 0-100 km/h | 11.6 s |
Consumo en ciudad | 13.88 km/l |
Consumo en carretera | 21.27 km/l |
Consumo medio | 17.85 km/l |
Emisiones de CO2 | 133 gr/km |