Unidad probada
Challenger 392, 629,900 pesos
NOS GUSTA
NOS GUSTARíA
Intimidades
Antes de empezar esta prueba del Challenger SRT8 392, ya teníamos algunas cosas claras. La primera y –sin duda– la que más trabajo cuesta aceptar, es el desvanecimiento de ceros en nuestra cuenta bancaria al sacarlo de la agencia, pero gozar del manejo de un auto extremadamente brutal y divertido, nos recuerda al instante las prioridades de esta vida (la cual dura un suspiro).
Además, si valoramos que tendremos muchos nuevos amigos –casi todos despachadores de gasolina– y, sobre todo, las nuevas amigas... ¡mejor ni hablamos! Podemos asegurar que el capricho de esta edición especial nos hará cada día mas felices sólo con verlo estacionado en nuestro garage.
Las líneas del diseño no son nuevas, de hecho son las que hemos admirado desde el 2008, pero las que sí son una novedad en un Challenger (y en verdad nos sorprendieron) son las “Race Stripes” azules a lo largo de todo el monstruo de 5 metros, pues ese es un sello característico de veneno Shelby y que sólo el Viper se había atrevido a copiar.
La verdad creemos que la agresividad en la decoración de los míticos Challenger T/A hubiese sido suficiente para dar y regalar estilo a los 60 Challenger 392 “Edición Especial Inaugural” que se venderán en suelo mexicano.
El motor 6.4 no es un experimento improvisado. El primer Hemi 392 hizo su debut en modelos de 1957 y probó estar curtido en batalla. El mismo bloque regresa ahora a la producción en serie de los SRT8 del 2011 tras ser usados hace un año en los modelos Challenger Drag Pack bajo pedido y exclusivos para el 1/4 de milla.
La compresión, admisión y carrera cambiaron para regalarnos 470 HP y 470 lb-pie de torque, cifras desconocidas y escandalosas hasta hoy para motores de aspiración normal. Y si le inquietan un poco las normas ambientalistas de emisiones de gases, no se apure, pues seguro los catalizadores de escasa restricción harán explotar las máquinas del Verificentro, otorgándole al dueño del 392 la calcomanía doble cero vitalicia por puro miedo a que algún día regrese.
¿Para que tanto?
Simplemente para contener las embestidas del Camaro ZL-1 y el Shelby GT500, pues en esta guerra sin cuartel el que afloje el paso un segundo se queda fuera de la jugada. ¡Qué importa la ecología y el acabarse los hidrocarburos del planeta, si tu nombre queda hasta arriba en la lista!
Si bien sus competidores cuentan con sobrealimentación, tenemos que tomar en cuenta que vivimos en una ciudad a 2,200 metros sobre el nivel del mar (que nos parece excelente, pues jamás nos alcanzaría un tsunami), pero los autos aspirados prácticamente se vuelven perezosos.
Pero este Challenger a nivel del mar, sin más potencia que los fierros forjados, un desplazamiento de camión y la tecnología y brutalidad heredada del mejor V8 americano de todos los tiempos, competiría sin problema en pelea de perros con sus enemigos supercargados.
El manejo es imponente incluso a esta altura, con cambios bruscos acompañados del patentado aullido del Hemi a 6,000 rpm escapando a través de 2 1/2 pulgadas de escape.
Este auto no permite ningún instante de distracción, pues en tan sólo un parpadeo, el pálido velocímetro marca los 100 km/h. -–6.4 s para ser exactos– y el 1/4 de milla se fue en un suspiro de 14.5 s.
Los responsables de tal aceleración y siempre los menos mencionados son las 470 libras-pie de torque y la transmisión automática W5A580 de 5 cambios (¡Imagínese si fuese manual…!), pero estos también son los culpables de sugerir a nuestros lectores que alejen la manita del control de tracción cuando el piso esté mojado, pues notamos que la asistencia electrónica en este auto no es cuestión de sólo aumentar la diversión en el manejo, sino de puro instinto de supervivencia.
Ya en casos extremos, la frenada es aún más salvaje que el impulso; el sistema Brembo con discos ventilados ranurados de 360 mm adelante; 350 atrás y pinzas de cuatro pistones detienen este tanque Shermann de 1,891 kilogramos prácticamente en seco y derechito (benditos ABS y ESP). El curveo no es nada malo e incluso permite juguetear muy al estilo de la Fórmula Drift, pues su nobleza para corregir es impactante.
La suspensión, empezando por los coil-over delanteros y la de cinco elementos e independiente trasera, hacen que las llantas 245/45 montadas sobre rines forjados de aluminio de 20x9 pulgadas absorban todo el castigo de nuestras apabulladas calles. Incluso esos grandes hoyos que hacen que la persona más decente suelte un repertorio de las más infames palabrotas, suelen pasar casi al olvido.
Pura locura
La intención de crear un modelo único e inolvidable también invadió el interior del auto. De entrada, los radicales asientos blancos con motivos azules, incluyendo las pulgadas cúbicas bajo el motor están ahí.
Los marcos de las puertas también hacen segunda a la gama cromática, que –hay que decirlo– dividió gustos y opiniones. La verdad es que en un modelo de edición limitada se permiten estas locuras y hasta se aplauden. Lo que no se permite es que, tratándose de un espécimen radical con asientos, volante, instrumentos e interminable equipo a otro nivel, se utilice una consola de cambios del tipo Windstar o Avenger. Incluso su versión manual cuenta con la palanca “pistol grip” que le da el carácter correcto de monstruo, tal como este auto debe proyectar.
En conclusión: seguimos presenciando una nueva carrera espacial entre los Tres Grandes de Detroit; mientras ellos agotan nombres del pasado y reviven recetas de poder casi olvidadas, la oferta para estos caprichos jamás se acabará, incluso existiendo híbridos y eléctricos que ganan terreno cada día. Esta vida –la única que tenemos– se debe vivir intensamente. Punto.
La marca Cadillac del grupo General Motors presenta su nueva apuesta para el mercado automovilístico: el nuevo CTS 2014. La firma estadounidense ha trabajado concienzudamente para ofrecer un coche en el que el lujo y la tecnología son sus principales estandartes. Así es la tercera generación del Cadillac CTS que competirá contra el Audi A6, el BMW Serie 5, el Mercedes Clase E y el Jaguar XF.
Las líneas cuadradas, rectas y clásicas de un sedán de lujo cien por ciento americano se acentúan en la tercera generación del Cadillac CTS, aunque en esta nueva entrega la firma estadounidenses parece que apuesta más por la elegancia y por ciertos detalles aerodinámicos en su gran carrocería de cuatro puertas. Por fuera, el nuevo CTS ha crecido 127 mm de largo, con un aumento importante de 30 mm en la distancia entre ejes, mientras su altura ha bajado en 25 mm. La mayor ligereza en su construcción es otro de los puntos clave, con más protagonismo del aluminio, presente en las puertas y en muchas de sus entrañas técnicas (las suspensiones delanteras, por ejemplo).
En la nueva mirada del Cadillac CTS 2014 llaman la atención la gran parrilla delantera -ahora mucho más ancha que en el CTS de segunda generación- junto a unos faros verticales que prácticamente se extienden hasta el cofre. Estas formas verticales también las adoptan las luces adicionales de tipo LED.
Por su parte, en el interior la distribución de todos los mandos y elementos está orientada hacia el conductor, el gran protagonista en el habitáculo. Dentro, el CTS cuida el más mínimo detalle con presencia de materiales de gran calidad, entre los que destacan varias inserciones en madera, aluminio, fibra de carbono y asientos de cuero.
Fiel a la tradición de las marcas americanas, Cadillac ofrecerá inicialmente en su nuevo CTS 2014 motores de gasolina. Del menos al más potente, estarán disponibles tres propulsores: un 2.0 Turbo de cuatro cilindros y 276 HP, un 3.6 V6 atmosférico de 325 HP y un 3.6 V6 biturbo de 425 HP, éste último exclusivo de la versión más deportiva CTS VSport.
La versión CTS VSport es, sin duda alguna, una de las más interesantes. Estrena por primera vez en la historia de Cadillac un cambio automático de ocho marchas, en este caso, de convertidor de par y fabricado por el especialista ZF. La firma norteamericana promete transiciones muy rápidas entre marcha y marcha para acrecentar las sensaciones deportivas al volante. En pos del mayor dinamismo y seguridad, el CTS VSport incorporará un diferencial autoblocante de deslizamiento limitado en el tren posterior.
Unos frenos Brembo con gran capacidad de frenada y de alta resistencia a la fatiga y varios detalles estéticos más agresivos -entre los que se incluyen, dos diseños exclusivos de rines de aleación de 18 y 19 pulgadas en neumáticos Pirelli de corte deportivo- son otros elementos interesantes en la atractiva versión CTS VSport.
El equipamiento del Cadillac CTS 2014 es el propio en un coche de lujo. En sus sistemas de entretenimiento e información, destaca la nueva generación del dispositivo multimedia CUE de Cadillac, dotado con navegación, pantalla táctil de 8 pulgadas (como opción, una pantalla LCD de 12.3 pulgadas), conectividad USB y manos libres Bluetooth y ranura auxiliar para tarjetas SD. El especialista Bose es el encargado del sistema de sonido, con 11 altavoces para las versiones básicas y con 13 altavoces para los acabados más exclusivos.
La seguridad y los distintos asistentes de conducción son otros de los aspectos importantes en el CTS 2014. De esta forma, el nuevo CTS presume de ser el primer Cadillac en ofrecer un sistema automático de estacionamiento, es decir, es el primer Cadillac de producción capaz de estacionarse por sí sólo (una computadora y las distintas cámaras y sensores se encargan de realizar esta maniobra).
En pos de evitar accidentes y, en caso de producirse, minimizar las lesiones de los ocupantes, el CTS 2014 incorpora un sistema de control de crucero adaptativo y con regulación variable de la velocidad, sistema de prevención de colisiones con frenada de emergencia, control de tráfico en zona posterior, sistema de aviso de cambio involuntario de carril, control de vigilancia del ángulo muero, diez airbags, luces inteligentes con encendido automático, controles de tracción y estabilidad... en definitiva, seguridad que incluye prácticamente los más modernos dispositivos.
Mercedes nos sorprendió en el Salón de Shanghai de 2011 con su concepto del futuro Clase A. Ahora llega a Ginebra tal y como lo veremos a seguramente a finales de año en los concesionarios. Pocos o ningún rasgo en común con su antecesor. “Se ha partido de cero, comenta el presidente de Mercedes-Benz Cars, Dieter Zetsche. Es un vehículo nuevo hasta el último de sus detalles”.
¿No parece así? Adiós al monovolumen, adiós a la elevada postura de conducción… Entramos en la nueva era Mercedes. Más coupé y emocional, dinámico, fresco… moderno. El frontal lo preside la estrella, rodeado como de un cielo estrellado, integrada en la parrilla al estilo de lo visto en las últimas realizaciones de la marca. Es 18 cm más bajo que el actual, situándose ahora en los 1.43 alto. Se sirve de la plataforma del Clase B por lo que crece en longitud (de 3.88 a 4.29 metros) y ligeramente en anchura (de 1.76 a 1.78), y en su oferta de motores añade más potencia, hasta los 211 HP. Todos cuentan de serie con el sistema de arranque y parada start&stop y pueden combinarse con el nuevo cambio manual de seis relaciones o, de manera opcional, con el cambio automático de doble embrague 7G-DCT.
Desde el comienzo de su desarrollo, los especialistas en altas prestaciones AMG han tomado parte en el Clase A, algo atípico en la marca, ya que desde el primer momento el modelo contará con una versión más dinámica y deportiva de AMG con el motor de gasolina de 2 litros de 211 HP, antes mencionado, que lucirá detalles específicos, tanto en su carrocería como en el interior, así como modificaciones en su tren delantero y suspensiones más deportivas. Rines de aleación AMG de 18 pulgadas y 5 radios de color negro brillante, con neumáticos 235/40 R18, pinzas de freno de color rojo y detalles AMG de color rojo en los faldones, son parte de su fuerte personalidad. Dentro, contrastes entre rojos y negro en las costuras del volante y cinturones.
El abanico de potencias es ahora mayor. Adapta las ofertadas en el Clase B, pero añade el motor de gasolina para el A250 de 211 HP. En Diesel, además de los propulsores de 1.8 litros de 109 y 136 HP, incorpora la variante de 2.2 litros de 170 HP. En el apartado más técnico, con el paquete deportivo se dispondrá de una dirección directa, concepto ya empleado antes en Mercedes, consistente en una menor desmultiplicación en los extremos del giro del volante, para facilitar las maniobras. Se evita así volver nerviosa la conducción normal, con giros pequeños de volante, como sucede con una dirección directa de desmultiplicación uniforme.
En cuanto a seguridad, desde la versión más básica, el Mercedes Clase A monta de serie el sistema de asistencia a la conducción basada en un radar con servofreno de emergencia adaptativo, con el fin de reducir el peligro de sufrir accidentes por alcance. También llegará por vez primera al Clase A el sistema Pre-Safe preventivo de protección a los ocupantes, que ya se estrenó en el Clase S en 2002.
Tres opciones de equipamiento. Urban, Style y AMG Sport. Junto al equipamiento básico, Mercedes ofrece para el Clase A infinitas opciones. Tal y como lo vimos en el concepto, podremos integrar el smartphone en el sistema de manejo visualizado del vehículo. Una aplicación específica permitirá hacer uso en el coche de todas las funciones del iPhone y, más adelante, también de otros smartphones.
Su deportivo interior se acentúa con detalles como la abertura entre el borde superior del respaldo y el reposacabezas. En el respaldo esta abertura puede iluminarse en combinación con el paquete de alumbrado y visibilidad que se ofrece como equipo opcional.
Delante de nosotros, en el puesto de conducción, cinco difusores redondos para el aire de ventilación. En el cuadro de instrumentos observamos dos generosos relojes, con instrumentos redondos en su interior. Un total de 12 teclas se reparten en su volante de tres radios.
En los 70 y 80, nuestro país vio rodar varios muscle cars exclusivos del mercado mexicano, con características que los hacían únicos al compararlos con sus similares estadounidenses. Las tres grandes marcas tuvieron el suyo, pero la iniciadora del “muscle car azteca” fue Chrysler, que en 1968 debutó el Dart GTS, con un V8 de 318 pulgadas cúbicas, transmisión de 4 al piso y un paquete estético que dejaba en claro que no era un Dart normal. Para 1970, el GTS fue sustituido por el Super Bee, que “importaba” el nombre del paquete de alto rendimiento ofrecido en Estados Unidos en el Coronet… pero aquí se ofrecía de un modo totalmente único.
En primera, el auto base para el paquete Super Bee no era el Coronet como en Estados Unidos, sino el Valiant Duster, una plataforma ligera que hacía su debut en 1970. El modelo base era un auto de 6 cilindros bastante mundano, pero al ordenar un Valiant Super Bee se transformaba totalmente, resultando un coche similar al Dart Sport norteamericano, pero con componentes de más alto rendimiento en motor y chasis, haciéndolo un coche bastante más agresivo. El motor era cambiado por un V8 de 318 pulgadas cúbicas, el único V8 que ofrecía Chrysler en el país en ese entonces, pero en el Super Bee le agregaba partes de alto rendimiento tomadas directamente de los motores 340 estadounidenses, un “small block” que no se podía vender aquí por regulaciones gubernamentales.
Así que el 318 nacional era un motor único, pues tenía el cigüeñal forjado, árbol de levas, múltiple de admisión –con un carburador Carter de 625 cfm- y partes del tren motor del 340, que aunado a cabezas especiales de alta compresión lograban que el pequeño 318 erogara 270 hp, que lo convertían en el motor más potente ofrecido en México. El encendido electrónico se incorpora a partir de 1973, modelo del auto que vemos en las fotos.El chasis también recibía una inyección de rudeza. El diferencial era un Dana 44 a prueba de todo, con paso 3.54:1, mucho más corto para ayudar a la aceleración; la suspensión tenía barras de torsión y barra estabilizadora delantera, una rareza en su época aquí en México, y la caja de velocidades era la famosa A833 de 4 velocidades de Chrysler con palanca Hurst “de chanfle”, por su particular inclinación.
Como era brutal, era distintivo. Las tomas de aire y el tacómetro funcional en el cofre eran la principal característica estética de los Super Bee, así como las franjas, que variaron dependiendo el año. Igualmente, el interior contaba con asientos de butaca en vinil, consola, velocímetro de 240 km/h y volante deportivo, todo exclusivo del paquete Super Bee.
El coche que vemos en las fotos es uno de los Super Bee más originales de México.
Tiene apenas 29 mil kilómetros, el 90 por ciento de la pintura es original, al igual que el interior, y el motor conserva su pintura original también, con todo y uso. Lo único que falta son las llantas Polyglas “Super Aguila” con las que salió de agencia, pero ya los dueños tienen tres, solamente les falta encontrar otra para viajar de regreso a 1973.
Que el coche se encuentre en estas condiciones es un verdadero milagro, porque la mayoría de estos carros fueron rugidos hasta decir basta. Y es que el Super Bee depredó las calles de México sin piedad. Fue el coche más rápido del país durante el tiempo que estuvo en producción. Tanto, que hasta la Policía Federal de Caminos los usaba como patrullas.
Era un coche hecho para correr desde que salía de agencia, por eso es que encontrar uno tan bien conservado hoy en día es en extremo difícil.
Datos Oficiales | |
MOTOR | |
Situación | Delantero longitudinal |
Nº de cilindros | 8 en V |
Bloque /cabeza | Fundición/fundición |
Alimentación | 1 carburador |
Cilindrada | 5,213 cc / 5.2 litros |
Diámetro x carrera | 99.0 X 84.1 mm |
Compresión | 8.8:1 |
Combustible | Gasolina |
Potencia máxima | 275 HP a 5,000 rpm |
Par máximo | 460 Nm (340 lb-pie)a 3,500 rpm |
TRANSMISIÓN | |
Caja | Manual de 4 velocidades |
Tracción | Propulsión trasera |
Embrague | Monodisco en seco |
BASTIDOR | |
Susp. del. | Independiente con horquillas |
Susp. tras. | Eje rígido |
Elem. Elástico | Resortes helicoidales |
adelante, muelles | |
semielípticos atrás | |
Estabilizadora del / tras. | Sí/no |
Frenos del. | Discos sólidos |
Frenos tras. | Tambores |
Llantas | 195/50 R14 |
CARROCERÍA | |
Peso | 1,340 kg |
Largo x ancho x alto | 478 X 180 X136 cm |
Distancia entre ejes | 275 cm |
Seis “Concept Car” serán los encargados de renovar lo que los diseñadores llaman un nuevo “lenguaje” para Renault: rasgos que, sin ser idénticos, se aplicarán a diferentes modelos, permitiendo reconocerlos como integrantes de una misma gama.
Según Axel Breun, director del departamento de diseño de los show car de Renault, “tratamos de conseguir coherencia, pero también un lenguaje sensual, emocional y común y, en eso, tiene especial importancia el frontal. El diseño que aplicamos nos permitirá diferenciar con claridad los modelos de Renault de los de Dacia, que tendrán un lenguaje más frío.”
En julio del año pasado Renault mostraba el primero de los seis conceptuales que expondrán las diferentes vías que seguirá el diseño de los modelos de producción. Cada uno de ellos representa, metafóricamente, el pétalo de una flor que se completará a razón de un coche por salón y es parte de un ciclo de la vida que va desde el enamoramiento -representado por un deportivo- hasta la experiencia, pasando por la exploración -con un SUV-, la familia -un monovolumen-, el trabajo y el ocio.
Si el DeZir, el primero diseñado en la era del nuevo jefe de diseño de Renault, Laurens van den Acker, era un coupé biplaza eléctrico; el segundo, obra de Julio Lozano, es un Crossover con aire de coupé.
Explorar la vida
Presentados en el Salón de Ginebra, Captur y R-Espace fueron los alicientes del stand de Renault, la atracción frente a la ausencia de novedades de producción que supuso cierta decepción para algunos.
Para poderlos explorar a fondo y hasta conducirlos, con las prevenciones que supone llevar un prototipo de precio incalculable y sensaciones aún muy alejadas de las que podría esperarse en un coche de producción, Renault nos brindó el acceso a las instalaciones del CERAM de Mortefontaine, Francia.
Ademas, allí pudimos departir con Axel Breun y con Julio Lozano. Para el primero, los “Concept Car” que ahora se presentan “serán modelos de producción en cuatro o cinco años”, aunque el primer coche que contará con la nueva imagen de marca será el próximo Clio, que se lanzará comercialmente el año que viene. Tendrá una “zona delantera homogénea a la de otros modelos, pero no idéntica, que recordará y se distinguirá”, comenta Breun.
Al natural, el Captur es espectacular, más que el R-Espace. El frontal dice mucho de su fuerza porque se siente ancho, más cuando esa impresión queda reforzada por tan voluminosas salpicaderas; pero más lo hace la tridimensional trasera: no hay tregua para la vista con tanta sucesión de formas.
Aquí destacan unas calaveras espectaculares. Incluso lo es el funcionamiento de las intermitentes, con una repetición del encendido y apagado de los LEDs principales y los más pequeños situados en las hendiduras que se suceden a lo largo de las salpicaderas de acabado mate: dan un efecto de blizamiento.
Hard Top de alta costura
El arco posterior que queda camuflado con el techo instalado -porque el Captur es casi un convertible con “Hard Top”, capaz de dejar a la vista el esqueleto de su techo que tanto se asemeja a las hendiduras de un casco de ciclista- sostiene ese elemento, pero también da un aire de targa a la zona posterior y enmarca el pequeño cristal que, a diferencia de lo esperable, no pivota para dar acceso a la cajuela: sólo lo hace la zona más vertical de metal. Aunque, propiamente, debiéramos decir de fibra de carbono, el material con el que se construye este sueño de alta costura: es lo que son los “show car” frente al “listo para llevar” de los coches de producción.
En el interior sorprende el diseño de Magali Gourard-Borgers, inspirado en la ligereza de deportes como la vela o la alta montaña y donde el mullido de los asientos es sustituido por tiras elásticas.
Quedan las estructuras de carbono, aunque atrás, ni eso: dos pequeños apoyos la hacen de respaldo, en tanto que otras dos soportadas por el arco trasero, de cabeceras.
Arranque por botón, mando giratorio en D -el cambio es automático- y sólo queda acelerar para que el Captur deje de ser una escultura y se convierta en un automóvil.
Su motor Diesel, más que sonar, ruge con la claridad que supone el carecer de aislantes acústicos. Es un 1.6 dCi de 160 hp gracias a dos turbos, y su aspiración queda más que presente al rozar el acelerador.
Eso sí, suspensión como tal no hay porque, de momento, el Captur no la precisa: el asfalto del CERAM es perfecto y su oscilación supondría un riesgo para el ensamble de esta joya.
Hace diez años que se presentó en el Salón del Automóvil de París un nuevo modelo de Bentley: el Continental. Su éxito fue arrollador. De hecho, desde un primer momento, la marca empezó a recibir peticiones de compra de este atractivo y bien diseñado modelo. Ha pasado una década y el Continental ha ido ampliando su oferta pasando por los Speed de 2007 (610 HP), Supersport de 2009 (630 HP) hasta que en el 2010 se presentó la nueva generación ampliada al año siguiente con la versión Convertible. Desde 2002 hasta hoy se han vendido alrededor de 26,000 Bentley Continental W12, lo que da una idea del éxito y la importancia que este modelo tiene para la marca inglesa integrada bajo el paraguas del Grupo Volkswagen.
Una década después, Bentley presentó su nueva criatura: el Continental GT Speed, que tiene como tarjeta de presentación 625 HP de potencia y unas prestaciones más que destacables y, lo que es mejor, todo ello con una rebaja en los consumos y emisiones contaminantes.
Exteriormente, el GT Speed se distingue del resto de sus hermanos de gama por sutiles detalles que pasarán desapercibidos para aquellos que no hayan jugado de pequeños al pasatiempo de "busca las diferencias". Aquí van unas pistas: nuevos rines de 9.5 x 21 pulgadas con diez radios, la rejilla del radiador y de la fascia en color oscuro, unas salidas de escape con estrías en su interior y biseles cromados en los grupos ópticos traseros. Si abrimos el cofre la diferencia estriba en que los colectores de admisión están pintados con pintura en polvo de color negro. Como puede verse pocas diferencias y, sobre todo, poco llamativas como para darse cuenta a simple vista de que es el nuevo Speed.
El motor W12 es la joya de la corona dentro de Bentley. De hecho, cuando presentaron el V8 lo dejaron bien claro: "Seguiremos evolucionando el W12, no vamos a dejar de utilizarlo para nuestro Continental". Y es que, las peticiones de la versión con este motor son de más del cincuenta por ciento de las ventas desde el año 2008. ¡Como para dejar ahora de montarlo en sus coches!
¿De dónde han sacado estos 50 hp extras que hay en el Speed con respecto al GT? Pues de ajustar la presión de soplado del turbo a 0.3 bares más y de una reprogramación de la computadora. Con ello, el GT Speed anuncia una velocidad máxima de 330 km/h (el Bentley más veloz fabricado hasta el momento), un 0 a 100 de 4.2 segundos y un 0 a 160 km/h de 9 segundos. Y todo ello contando con que el peso oficial pasa de las 2.3 toneladas de peso y que se han rebajado tanto los consumos como las emisiones en aproximadamente un 12 por ciento con respecto al anterior Speed.
Aproximadamente la mitad de este ahorro viene dado por la presencia de la nueva caja de cambios automática ZF de ocho velocidades con un impecable, suave y eficaz funcionamiento. Además, el Speed incorpora el sistema de recuperación de energía en las frenadas (según la marca esto representa alrededor de un 1.6 por ciento menos de emisiones). Sólo le falta el sistema Stop/Start para redondear algo más este panorama ahorrador, pero nos imaginamos que les ha parecido demasiado para un coche de esta categoría.
El Speed mantiene el esquema de suspensiones del GT, sólo que se han realizado algunas modificaciones en calibraciones de muelles y amortiguadores neumáticos para adaptarlo a sus mayores prestaciones y se ha rebajado la altura de la carrocería al suelo en 10 mm.
En vías rápidas es un auténtico misil. La capacidad que tiene el motor para lanzar por encima de los 200 km/h las más de 2.3 toneladas de peso es, simplemente, impresionante. Pero quizás lo que más llama la atención es la sensación de seguridad y aplomo que transmite el coche cuando se rueda a esas velocidades. No hay ningún síntoma de "flotabilidad" del coche, ni siquiera cuando se pasa por zonas no perfectas de asfalto; las curvas se pueden tomar con una precisión milimétrica. El coche no se mueve en absoluto, no hay movimientos transversales ni verticales de la carrocería y la dirección manda con total precisión el coche hacia donde le manda el conductor.
Si en las autopistas el GT Speed es una delicia, en zonas de muchas curvas con carreteras de doble sentido, la sorpresa es todavía mayor. Parece como si lleváramos un coche mucho más pequeño y ligero de lo que en realidad es. La tracción total, el empuje del motor, la buena respuesta del equipo de frenos y su bien puesto a punto bastidor y suspensiones, permiten moverse muy rápido por este tipo de trazados con una más que apreciable sensación de seguridad.
Evidentemente, las inercias y las leyes de la física están ahí y no se pueden eliminar, pero una vez que entendemos dónde están los límites, lo cierto es que se puede poner en apuros a más de un deportivo de altos vuelos con mucho menos peso.
Un auto que sin duda vale los poco más de 230 euros que cuesta (en Europa).
VW JETTA CLASICO
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RENAULT SCALA
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Las condiciones económicas de nuestro país y la falta de una regulación en la venta de automóviles nuevos le da a las marcas facilidades impresionantes para vender prácticamente lo que se les antoje. Por eso en el mercado automotriz podemos encontrar autos como el Nissan Tsuru y el Chevrolet Chevy por ejemplo, los cuales llegaron a principios de la década de los noventa y se han mantenido con puros cambios cosméticos. Con estos ejemplos enfrente, muchas marcas quieren emularlos con sus propias versiones que les permita competir con los susodichos o al menos mejorar su volumen de ventas.
Volver al pasado
Comenzando en orden alfabético, tenemos al Renault Scala, un auto que nos llega desde las lejanas tierras de Corea y no es otra cosa que un Sentra de la generación anterior que salió hasta el 2006, y debido a la alianza entre Nissan y Renault, se fabrica en la nación oriental en las instalaciones de Samsung. Tiene varios cambios con respecto al Sentra que conocimos, como el frente, los faros, las calaveras y por supuesto los rines. En el interior también hay cambios en tablero, las puertas y los plásticos pero se mantiene el diseño y la disposición de la botonería casi en el mismo lugar. En cuanto al motor refiere, se cambia el cuatro cilindros de 1.8 litros de 126 HP que ahora usa el Tiida por un 1.6 de 16 válvulas y 110 HP que tiene apertura variable en la admisión, aparejado en este caso a una caja automática de cuatro relaciones. Como detalle interesante, usa cadena en lugar de una banda de distribución de plástico, lo que evitará su cambio frecuente como en muchos otros autos. El equipamiento de la versión Dynamique que probamos es completo, ya que tiene vidrios, seguros y espejos eléctricos, ajuste de altura en el asiento del conductor, control de audio en el volante y entrada auxiliar en el estéreo, pero lo más importante es que ofrece bolsas de aire frontales y sistema de frenos ABS con EBD y Asistente de Frenado de emergencia (SAFE). Extrañamos el ajuste de profundidad del volante dado que sólo tiene de altura.
El contendiente es un viejo conocido también, el Volkswagen Jetta de cuarta de generación al cual la planta ya denomina simplemente Clásico, que se fabrica en la ciudad de Puebla. Comenzó su vida en el año 2000 y tiene poco tiempo que sufrió un cambio en el frente, faros y calaveras. En el interior no hay cambios de estilo, pero si le quitaron varias cosas para modificar a la baja el precio, como el liberador eléctrico de la cajuela y el del tapón de gasolina que estaban en la puerta del conductor, cambiando este último al hueco que existe entre los asientos delanteros. También quitaron el aviso acústico y el testigo del cinturón de seguridad. En el asiento trasero removieron el cinturón central de tres puntos (que el Scala sí lo tiene) dejando uno pélvico. De hecho, la versión que nos facilitaron era la GL manual sin el paquete de seguridad, lo que implica la falta de las bolsas de aire y frenos ABS. Además, no tiene vidrios y espejos eléctricos, sólo los seguros. Pero eso sí, viene con unos rines de aluminio de 16” y unos asientos denominados “Leatherette”, que es una imitación, no una vestidura, de piel. A su favor tiene el sistema de sonido con Bluetooth para el celular que tiene entrada auxiliar y de USB. El motor sigue exactamente igual, el eterno 2.0 litros de 115 HP de ocho válvulas que VW ha usado desde hace tanto tiempo.
Ventajas opuestas
Cada contendiente tiene atributos en distintas áreas. Siguiendo en orden, el Scala posee un buen puesto de conducción con asientos cómodos que sujetan bien el cuerpo; acomodarse para manejar es sencillo. En la banca trasera hay buen espacio para cuatro, apretado para cinco mientras que la cajuela es suficiente. La suspensión McPherson adelante y eje Panhard modificado atrás están del lado duro pero agradable. En ciudad no tiene queja, el motor trabaja relajado con la caja cambiando siempre a no más de 2,000 vueltas para lograr un bajo consumo de gasolina y con suficiente reserva para hacer cambios de carril rápidos gracias a su caja automática proactiva. En carretera las cosas cambian por dos factores que no le ayudan: el motor y las llantas. En casi todas las carreteras que salen del D.F. hay que superar los 2,000 metros de altura, y aquí es donde al 1.6 con 111 lb-pie le cuesta mover los 1,210 kilos que pesa el Scala incluso con la gran ayuda de la caja, que hace su mejor esfuerzo. A ritmo alegre en curvas, las llantas 185/65 R15 chillan debido a que son ligeramente delgadas y en las versiones inferiores adelgazan más. Detalle a mejorar.
En el VW Clásico la posición de manejo también es buena pero más fácil de encontrar gracias al ajuste de profundidad del volante y el asiento sujeta bien y cómodamente al cuerpo. El espacio en la segunda fila es escaso y la cajuela, casi cavernosa. La palanca de la caja manual tiene tiros cortos y rápidos, una delicia para los pocos seres que todavía gustamos de este tipo de transmisiones. El motor 2.0 litros tiene la cualidad de gozar de mucho torque (122 lb-pie) y presentarlo a bajas revoluciones, que se traduce en una buena respuesta en casi todas las situaciones.
En carretera, el ajuste duro de la suspensión y los rines de 16” con neumáticos de medida 205/55 invitan a entrar con confianza y rapidez en las curvas. Lo que nos decepciona es la falta de bolsas de aire y los frenos ABS.
Sin duda alguna la directriz a seguir con este par es vender un auto compacto al mejor precio posible. Y en la redacción entendemos que les quiten ciertas cosas para generar ahorro, pero sólo hasta cierto punto, porque no podemos dilucidar cómo es posible que el Scala que viene casi desde el otro lado del mundo tenga un precio inferior en más de 20,000 pesos que el VW Clásico fabricado en México. Hablando de autos igual de equipados, ya que el VW automático y con paquete de seguridad está en 219,401 pesos. En el caso de esta comparativa el Scala Dynamique vale 198,000 pesos mientras que el Clásico GL cuesta 191,500. ¿Vale la pena pagar 6,500 pesos más por tener bolsas de aire, frenos ABS, caja automática y todo el equipo eléctrico? Si contemplamos solamente la seguridad para empezar, por supuesto que sí. La mayoría de la gente busca más la transmisión automática y de la misma manera no todo el mundo es un entusiasta del desempeño. Sospechamos que el ADN de Nissan que tiene el Scala redundará en una buena calidad y duración. Si conjugamos los factores de precio, seguridad y equipamiento, el Scala gana indiscutiblemente. El VW Clásico es un excelente automóvil, divertido y aguantador pero ¿no creen ustedes que vale más la pena tener bolsas de aire y frenos ABS que vestiduras “Leatherette” y rines de 16 pulgadas? Mientras no tengamos una regulación gubernamental como en otros países en donde la seguridad no es opcional, seguiremos consumiendo lo que las marcas quieren y no lo que los consumidores necesitamos
Motor | RENAULT SCALA | VW JETTA CLASICO |
Situación | Del. transversal | Del. transversal |
Nº de cilindros | Cuatro en línea | Cuatro en línea |
Bloque/cabeza | Aluminio/aluminio | Fundición/aluminio |
Distribución | DOHC, 16 válvulas, VVT | SOHC, 8 válvulas |
Alimentación | Inyección multipunto | Inyección multipunto |
Cilindrada | 1,596 cc / 1.6 l | 1,984 cc / 2.0 l |
Diámetro x carrera | 76.0 x 88.0 mm | 82.5 x 92.8 mm |
Compresión | 10.5:1 | 10.0:1 |
Combustible | Gasolina, 87 oct | Gasolina, 87 oct |
Potencia máxima | 110 HP a 6,000 rpm | 115 HP a 5,400 rpm |
Par máximo | 151 Nm (111 lb-pie) a 4,250 rpm | 165 Nm (122 lb-pie) a 2,800 rpm |
Transmisión | ||
Caja | Automática 4 velocidades | Manual 5 velocidades |
Tracción | Delantera | Delantera |
Embrague | Convertidor de par | Monodisco en seco |
Relación diferencial | N.D. | 4.32 :1 |
Bastidor | ||
Suspensión del. | MacPherson | MacPherson |
Suspensión tras. | Eje Panhard recortado | Eje arrastrado |
Elemento elástico | Resortes helicoidales | Resortes helicoidales |
Estabilizadora del/tras. | Sí / no | Sí / sí |
Frenos del. | Discos ventilados | Discos ventilados, 280 mm |
Frenos tras. | Tambores | Tambores |
Asistencias | ABS, EBD, SAFE | N.D. |
Dirección | Hidráulica, variable | Hidráulica, variable |
Giros/ø volante | 2.8/38 cm | 3.0/37 cm |
Diámetro de giro | 10.6 m | 10.9 m |
Neumáticos | 185/65 R15 88H | 205/55 R16 91H |
Rendimientos | ||
Vel. máxima | 180 km/h | 195 km/h |
Acel. 0-100 km/h | 12 s | N.D. |
Consumo ciudad | 12.6 km/l | 11.1 km/l |
Consumo carretera | 14.4 km/l | 19.5 km/l |
Consumo medio | 16.0 km/l | 15.1 km/l |
Emisiones de CO2 | 144 gr/km | 153 gr/km |
Carrocería | ||
Peso | 1,212 kg | 1,307 kg |
Largo x Ancho x Alto | 451 x 171 x 145 cm | 440 x 173 x 144 cm |
Distancia ejes/vias | 253/149 - 147 | 251/150 - 149 |
Cajuela | 410 litros | 455 litros |
Nuestras Mediciones | ||
Aceleración / rebases | ||
Acel. 0-100 km/h | 18.36 s | 16.79 s |
Acel. 0-400 m | 22.51 s | 20.20 s |
Acel. 0-1,000 m | 40.46 s | 37.01 s |
20-120 km/h | 28.66 s | 22.98 s |
50-120 km/h | 24.59 s | 18.99 s |
80-120 km/h | 17.73 s | 15.00 s |
Velocidad máxima | 160 km/h | 190 km/h |
Frenadas | ||
140-0 km/h | 87.2 m | 82.6 m |
120-0 km/h | 63.1 m | 62.3 m |
100-0 km/h | 43.9 m | 42.6 m |
Consumos | ||
Ciudad km/l | 12.1 | 9.2 |
Carretera km/l | 15.1 | 18.8 |
Media (70, 30%) | 13 | 12 |
Dinamómetro | ||
Potencia | 110.2 HP a 5,990 rpm | 117.6 HP a 5,170 rpm |
Par | 150 Nm (111 lb-pie) | 186 Nm (136.06 lb-pie) |
Rel. peso/potencia | 11.00 kg/HP | 10.91 kg/HP |