Tras un buen desayuno, cargar gasolina hasta el tope, llenar un par de bidones extra de combustible y comprar víveres para el viaje que nos esperaba salimos con rumbo a Dawson City como primera escala en el camino hacia Inuvik.
La distancia total es de cerca de 1,200 kilómetros y el problema principal de esta etapa es la falta de poblados y estaciones de servicio, así como la casi nula presencia de autos o camiones en las carreteras completamente nevadas y heladas, así como las pocas horas de luz que se tienen y que se van perdiendo conforme se sube más hacia el norte.
Bajo esta circunstancia se decidió llegar a Dawson City, un pueblo colocado a pocos kilómetros de la carretera conocida como Dempster Highway, un trazo carretero de grava y arena que en estas épocas está cubierto de nieve y que nos llevaría hasta Inuvik, pero que está completamente desierta en invierno salvo por dos pequeñas poblaciones. Y si así se le puede llamar a un lugar con gasolinera, taller y un motel que funciona como restaurante, bar y súper.
Tras un día tranquilo y sin contratiempos al volante llegamos a Dawson City e tras una abundante cena decidimos salir a la caza de auroras boreales que por desgracia no se hicieron presentes en una noche clara y fría. Estábamos a -25 C°.
Al día siguiente salimos con la intensión de llegar a Inuvik y tras las fotos reglamentarias en Dawson City tomamos la Dempster Highway en una fría mañana a -27 C°. La VW Amarok no ha mostrado ningún problema serio causado por las bajas temperaturas. Únicamente tarda más de lo normal en alcanzar su temperatura de operación y lo logra solo una vez en marcha. Si se queda mucho tiempo en ralentí la temperatura vuelve a bajar notablemente, tanto que no marca nada en el indicador del tablero.
Con caminos despejados y en mejor estado de lo esperado llegamos a Eagle Plains, un lugar de paso en el que al cargar gasolina nos recomendaron permanecer por las malas condiciones del camino que nos esperaba - 350 kilómetros más o menos - por fuertes vientos. Nada como hacerle caso a los locales.
Hoy descansamos en Eagle Plains con la esperanza de poder salir al amanecer y llegar a Inuvik, primer objetivo de esta súper prueba.
De entrada, el tablero parece decir que sí, marcando como velocidad punta 334 km/h, mientras que el tablero del M6 que lleva el paquete opcional “M Drivers Package” deja ver 305 km/h.
La lógica indicaría que el B6 está basado en el BMW M6, pero la realidad dista mucho de esta situación ya que, mecánicamente, el B6 es muy distinto del BMW M6; ¿la causa? Alpina no puede tocar ningún vehículo de BMW en cuyo modelo se incorpore la letra “M”. Así que decidieron tomar un 650i con un V8 4.4 biturbo, al que BMW manda casi sin terminar para que Alpina lo equipe con sus accesorios, detalles y obviamente una buena dosis de prestaciones de alto rendimiento.
Al V8 se le han colocado pistones forjados, se optimizó el sistema de enfriamiento además de una nueva caja automática de 8 velocidades que cuenta con su propia computadora; eso a lo que usualmente llamamos “gestión electrónica”. Este paquete de alto rendiemiento se completa con escapes de titanio Akrapovic. Las cifras finales que arroja el B6 Biturbo son: 540hp (el M6 tiene 560) y un torque de 700 Nm contra los 680 Nm del M6. El 0 a 100 km/h marca 4.4 segundos para el Alpina y 4.2 segundos para el M6.
Al final del día, el tema de la velocidad punta, es algo que se sobrevalua en si mismo. Actualmente y dependiendo del coche ya no resulta tan impresionante que se superen los 300 km/h, sin embargo, este ejercicio nos deja muy claro que Alpina, de la mano de BMW sigue siendo lider en preparaciones de altos vuelos.
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Gemballa participa este año en la categoría GT3 con un McLaren, por lo que aprovecharon su know-how y basta experiencia, la cual "ha sido destilada para hacer un superdeportivo de primer nivel".
En otras palabras, esto significa que el Gemballa GT es un McLaren MP4-12C con nuevas fascias, faldones y alerón, además de rines de casa de 20 y 21 pulgadas.
Por dentro, este preparador alemán forró de piel blanca los asientos y algunas partes del tablero y los paneles de las puertas. Lamentablemente, no hicieron ninguna mejora mecánica al McLaren, aunque afirmaron que ya están trabajando en ella.
Sabemos que el Volkswagen Golf siempre es polémico. Tiene sus detractores y sus defensores a ultranza. El diseño de esta nueva generación, que puedes ver en las fotos, seguro que llena más de una tertulia entre los aficionados. A nosotros nos parece continuista, VW no quiere jugársela con un modelo que le ofrece muchos réditos y por el que suspira un cliente muchas veces conservador: ¿para qué arriesgar si funciona? Sí es cierto que el cambio más ‘radical’ lo encontramos en la parte trasera. Aquí sí parece que se ha dado algo más de libertad a los diseñadores, con una caída del techo más arriesgada. El frontal, no obstante, apuesta sobre seguro: identidad Golf indiscutible, con, eso sí, faros algo más rasgados y nervios más definidos sobre el cofre.
Desde Volkswagen se apuesta por un salto cualitativo en materia de interiores y un salto adelante en cuanto a tecnología. Nuestros colegas de Motorpress en España, tuvieron la oportunidad de sentarse dentro del nuevo Golf y sus percepciones fueron más que positivas: “el nuevo Golf presenta un tablero fuerte, poderoso, que te arropa, con la consola central sesgada hacia el conductor… Parece salido de un modelo superior, de un Passat o algo más. Mullidos por doquier para que el sentido del tacto disfrute, buenas calidades, acabados perfectos... Lo que se espera de un Volkswagen… Se han retocado elementos para ganar ergonomía como acercar la palanca del cambio a la mano, separar ligeramente el pedal de freno y acelerador para que el juego del pie derecho sea más natural…”.
El diseño también ha ganado y se abandona esa aparente frialdad de anteriores generaciones. “Dos grandes relojes presiden el frontal. Son muy legibles, con grafías en blanco. El izquierdo, el tacómetro, lleva asociado el indicador circular de temperatura, mientras que el velocímetro, a la derecha, tiene en su parte inferior el indicador de gasolina. En la consola central del nuevo Golf manda una pantalla táctil –entre cinco y ocho pulgadas de diagonal- que puede presentarse en seis configuraciones distintas combinando colores, tamaños y posibilidades prestacionales, destacando por encima de todos el Discove Pro que, como tope, ofrece cargador de DVD con posibilidad de ver imágenes por debajo de 6 km/h, módulo telefónico, control por voz, disco duro de 64 gigas, acceso a Internet... Por debajo, en un plano inferior quedan los controles del aire acondicionado”.
Centrándonos en la cifra como tal, el Golf VII mide 4.25 metros de longitud, 56 milímetros más largo que el Golf actual. Su distancia entre ejes también ha crecido 59 mm hasta situarse en 2.64 metros mientras que la altura se reduce ligeramente en 28 mm quedando en 1.45 metros. Esto, junto con una anchura que crece ligeramente –sólo 13 milímetros- hace del nuevo Golf un modelo más atractivo, más dinámico, más aerodinámico –nos comentan que este Golf VII ha mejorado su aerodinámica un 10 por ciento.
Como es lógico el aumento de dimensiones se traducirá en esta séptima generación del compacto de VW en un habitáculo más espacioso en centímetros –los ocupantes traseros ganan un par de centímetros para rodillas y sobre todo, al adoptar sus asientos una posición muy hundida, mejorarán su cuota de altura a nivel de cabezas-. Detrás de los pasajeros, también se optimiza la cajuela ganando 30 litros para dejar la cifra oficial de este nuevo Golf en 380 litros, además de descender la boca de carga en 10 centímetros y a la vez aumentar la anchura de ésta. Con estas credenciales, y los asientos doblados –son abatibles 60/40 por ciento- se genera un espacio de carga de 1.56 metros que pueden llegar a 2.41 metros si abatimos hacia adelante el asiento del copiloto.
Más grande, más capaz, pero, al mismo tiempo, más ligero. Sorprende el trabajo de Volkswagen a la hora de “adelgazar” el conjunto: 100 kilogramos de ahorro frente al VW Golf VI son muchos kilos. Y esta reducción de peso, junto a las optimizaciones mecánicas y mejoras aerodinámicas se traducen en una mejora de consumos que en algunas variantes se acercan al 23 por ciento.
Mecánicamente, el nuevo Golf no descuida el medio ambiente y tendrá una oferta completa de propulsión alternativa. Tendremos un Golf eléctrico, un Golf de gas natural y un Golf híbrido enchufable. Si nos centramos en mecánicas más convencionales, nos encontramos con un 1.2 y un 1.4 turboalimentados con potencias de 85 y 140 HP, respectivamente. Sus consumos son de los más reducidos, anunciándose 20.4 km/l km para la versión menos potente (113 g/km de emisiones) y ¡20.8 km/l! (112 g/km) para la más potente (gracias a la tecnología de desconexión de cilindros).
En cuanto a los Diesel, tenemos los conocidos 1.6 y 2.0, aunque se les han realizado modificaciones, ligeras en el de menor cubicaje y más profundas en el más veterano 2.0. El primero declara 105 HP y un consumo y emisiones de 26.3 km/l y 99 g/km, mientras que el 2.0 entrega 150 HP, consume apenas 24.4 km/l y emite 106 g/km. Además, se anuncia un Golf Bluemotion, que toma como base la versión 1.6 TDI, con un mini consumo de 31 km/l.
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Atrapado mientras hacía pruebas en Europa, el fuertemente camuflado prototipo parece más largo y ancho que el modelo actual. Además el auto tiene una parrilla más chica, un cofre más largo y postes A más delgados.
Si bien el exterior es fácilmente reconocible, los cambios más fuertes están en el interior, pues dicen que la próxima generación del Cooper reemplazará el velocímetro central por un tablero más convencional.
Las motorizaciones aún son un misterio, pero no nos sorprendería que los modelos de entrada llevaran los nuevos propulsores de tres cilindros TwinPower.
El nuevo MINI Coupé es el primer vehículo de la armadora que tiene tres volúmenes bien definidos y con una trasera que cae y que es claramente diferente al resto de sus hermanos, aunque conserva la silueta plana característica de MINI. Las nuevas formas le confieren un toque de deportividad aún mayor y de individualidad.
Su pequeño tamaño lo vuelve muy versátil para el tráfico de todos los días y la cajuela promete tener el suficiente tamaño para transportar objetos para el ocio o para practicar diferentes deportes y su comodidad interior permite los viajes largos.
Bajo el cofre se podrán encontrar todos los motores de la gama, empezando por el Cooper de 122 hp y pasando por los 153 caballos del Cooper SD y los 184 caballos de potencia del Cooper S para terminar en los 211 hp del John Cooper Works.
También se podrá encontrar lo último en tecnología montado en el MINI Coupé como frenos regenerativos, sistema Auto Start-Stop, indicador de cambios para mejorar la eficiencia y mucho más. Además, no se pierde la sensación de manejo de go-kart gracias al esquema de suspensión, controles de estabilidad y tracción y transmisión, garantizando una excelente sensación de manejo inconfundible a la marca.
De entrada se notan varios rasgos en común con el Verso S mostrado hace unas semanas, con unas líneas más puntiagudas y algo más agresivas, manteniendo sin embargo la sobriedad típica de Toyota.
Por dentro se logra una sencillez muy agradable más por los pocos botones que por sus formas, que son un cambio total con respecto al saliente Yaris, empezando por el cuatro de instrumentos, ahora detrás del volante y no en medio del tablero.
En su tierra natal, Japón, se podrá adquirir con tracción delantera o total, motores que van desde el litro de desplazamiento hasta los 1,5, mientras que, como ya va siendo tradicional, una caja automática CVT es la alternativa a la manual.