Hace algunos años nos hubiesen comentado que revivirían el Mini Cooper, nos hubiera invadido un fuerte ataque de risa, y ya ven, al final fue un gran éxito. Si después de eso nos hubieran dicho que también renacería el Fiat 500… y armado en su totalidad en México, remitiríamos de inmediato al informante a la clínica San Rafael para brindarle ayuda psiquiátrica.
Pues sí, ni manicomio ni carcajadas pues fue justo lo que pasó. La marca que movilizó Italia tras la Segunda Guerra Mundial retomó el ADN de su modelo consentido para crear un auto completamente renovado.
La simpatía del 500 es total desde cualquier ángulo que se le mire. Por supuesto, al frente conserva la forma del original con ojos coquetos y molduras retro, pero con las bendiciones que la modernidad brinda como faros de niebla, fascia pronunciada y buena aerodinámica. Al girar un poco la cabeza tal vez captemos su mejor ángulo, pues de tres cuartos luce más parecido a su cautivador abuelo ya que en lateral lo alcanza la modernidad del diseño para dejar la trasera como la única parte sin herencia directa.
Corazón joven
Con todo y que se logró revivir un ícono del pasado, el nuevo 500 es incomparable con su abuelo por una simple razón: el modelo original fue uno de los autos más austeros de la historia y por lo tanto muy barato; ese fue el secreto de su brutal éxito. En cambio el Cinquecento mexicano se encuentra infestado de comodidades, gadgets y detalles que alegrarán el manejo de cualquier persona, sobre todo si es una chica adolescente, pues además enloquecerá buscando cuál de los 14 colores de carrocería combina mejor con su guardarropa.
El interior se siente amplio en las plazas delanteras, aunque el material de los asientos lo notamos un tanto áspero al tacto en comparación al refinamiento de todo lo demás, siempre muy bien iluminado con un quemacocos gigantesco. El equipo de sonido con excelente fidelidad, hay que decirlo, es mas fácil manejarlo desde el volante, que vía sus botones centrales. El tema de los instrumentos es curioso, pues el ejercicio de diseño es sublime: el velocímetro, tacómetro, medidor de combustible, temperatura, en fin, todo dentro de un círculo, que a veces cuesta trabajo separarlo al primer vistazo. Tal vez un cíclope no necesite acostumbrarse pero nuestra mirada bifocal necesita un poco de práctica. Pero no importa, en este auto la belleza y abrir tendencias es lo primero.
El manejo cambió totalmente desde aquel que conocimos en Turín. Ahora el motor 1.4 litros de 101 HP unido a una transmisión de 6 relaciones lo hace mucho más ágil y menos sufrido, incluso cambiando a 6,500 rpm, -regalo del sistema MultiAir en válvulas- y el jugueteo en la palanca en su forma semimanual con el botón “sport” activado. Si bien le cuesta trabajo despegar al enano, superados los 60 km/h se siente ágil y respondón. De hecho, dan ganas de introducirse en todos los espacios posibles entre los autos al más puro estilo de un juego de Tetris.
Enjundioso y presto
El manejo divertido se torna un poco nervioso en la parte posterior, pues la suspensión trasera semi rígida de ruedas tiradas con barra estabilizadora no está a la altura de la McPherson delantera.
Además, la corta distancia entre ejes tampoco ayuda mucho. Sin embargo, circular en carretera arriba de 160 km/h sobre neumáticos 185/55 R15 no tiene problema alguno, es relativamente fácil de llevar. Si bien no se escatimó en argumentos divertidos de ventas como el audio con entrada con MP3, auxiliar y iPod, control de voz para los dispositivos y 6 bocinas bien afinadas, tampoco se hizo menos con la seguridad, pues este Fiat cuenta con 7 bolsas de aire, para conductor y su pareja, rodillas, cabeza adelante y atrás y de cortina. En fin, trae más bolsas de aire que libras-pie de torque.
El ABS de serie y control de tracción ASR aseguran que sólo en casos muy remotos se usarán las bolsas.
Como lo mencionamos, este auto está armado en México, y si ve alguno rodando en cualquier rincón del planeta siéntase orgulloso que se fabricó en la tierra del chorizo verde: Toluca.
Datos Oficiales | |
Motor | |
Situación | Delantero transversal |
Nº de cilindros | Cuatro en línea |
Bloque / cabeza | Aluminio/ aluminio |
Distribución | DOHC, 16 válvulas |
Alimentación | Inyección multipunto |
Cilindrada | 1,368 cc / 1.4 l |
Diámetro x carrera | 72.0 x 84.0 mm |
Compresión | 10.8:1 |
Combustible | Gasolina, 89 oct |
Potencia máxima | 101 HP a 6,500 rpm a 4,000 rpm |
Par máximo | 133 Nm (98 lb-pie) |
Transmisión | |
Caja | Automática, 6 velocidades |
Tracción | Delantera |
Embrague | Convertidor de par |
Relación diferencial | 4.10:1 |
Bastidor | |
Susp. del. | MacPherson |
Susp. tras. | Ruedas tiradas |
Elemento elástico | Res. helicoidales |
Estabilizadora del / tras. | Sí / no |
Frenos del. | Discos vent., 257 mm |
Frenos tras. | Discos sólidos, 240 mm |
Asistencias | ABS, ESP |
Dirección | Eléctrica |
Giros/ø volante | 3/28.5 cm |
Diámetro de giro | 9.32 m |
Neumáticos | 185/55 R15 82H |
RENDIMIENTOS | |
Vel. máxima | 160 km/h |
Acel. 0-100 km/h | 17.83 s |
Consumo medio | 13.2 km/l |
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UNIDAD PROBADA
Impreza XV, 23,890 dólares.
NOS GUSTA
La puesta a punto del bastidor
Sensación general de robustez
Soporte y comodidad de los asientos
NOS GUSTARíA
Más potencia en el motor
Transmisión más moderna y eficiente
Plásticos más agradables al tacto
INTIMIDADES
La computadora de viaje sólo muestra consumo promedio de combustible.
La rueda de refacción es temporal pero curiosamente tiene rango de velocidad V (240 km/h).
La dirección no se siente lenta, a pesar de que el volante gira 3.3 vueltas de tope a tope.
El equipo de audio tiene una calidad de sonido más bien pobre. Tiene sólo cuatro bocinas.
Mientras el Impreza sedán con caja manual tiene reductora, el XV no la lleva; ¿no debería ser al revés?
Subaru es la única marca en México que ofrece sistema de tracción integral permanente de serie en todos sus modelos a la venta, un “detalle” que lo pone en clara ventaja frente a las marcas generalistas y prácticamente a la altura de, por ejemplo, Audi y su vanagloriado Quattro. Por ello, pueden darse el lujo de presentar una versión del Impreza con aspiraciones todoterreno y no mentir al respecto, como lo han hecho sistemáticamente muchas marcas al sacar sus versiones “para la aventura” por el simple hecho de tener más altura libre al piso, la llanta de refacción por fuera de la quinta puerta y un enorme rack para equipaje en el toldo. ¿Eso los convierte en vehículos todoterreno? Absolutamente no.
La historia con el XV es diferente, ya que además de la tracción integral tiene una suspensión más robusta que el Impreza normal, con la que sí puede rodar fuera del asfalto sin tanto temor de romper una rueda o dañar algún componente de los bajos. Y conste que tampoco estamos diciendo que este Subaru sea tanto o más capaz que un Jeep Wrangler, porque no lo es. Es “simplemente” un compacto de apariencia off-road que sí puede salir del pavimento y que cumple lo que promete.
Mientras, el interior nos recibe con una sensación general de calidad tanto en ensambles como materiales. Se respira un ambiente de solidez apoyado por una ausencia casi total de ruidos y vibraciones, aunque circulemos en pavimento en mal estado. En este sentido lo único criticable es que todos los plásticos al alcance de la mano son duros y algunos incluso brillosos. En equipamiento no faltan los esenciales: elevadores y seguros eléctricos, faros de niebla, quemacocos, computadora de viaje, climatizador automático y equipo de audio más bien sencillo con entrada auxiliar, seis bolsas de aire y controles de tracción y estabilidad.
Estrellita en la frente para los asientos delanteros ya que recogen muy bien al cuerpo y tanto piernas como espalda encuentran soporte aunque haya muchas curvas en nuestro camino. Además, resultan lo suficientemente cómodos como para sentarse en ellos a diario.
LE FALTA SANGRE WRX
Bajo el cofre, el Impreza XV monta un motor atmosférico de 2.0 litros que entrega una potencia de 150 caballos y un par de 144 libras-pie; cifras que en la teoría se antojan suficientes para un coche de su tamaño y peso, pero estando a más de 2,200 msnm y en combinación con una no muy moderna transmisión automática de sólo cuatro velocidades y el arrastre extra de metales por el sistema de tracción integral, el XV nos regala despegues más bien relajados, ya que acelerando a fondo se necesitan más de 18 segundos para alcanzar los primeros 100 km/h. En este apartado, una transmisión más moderna o el motor de 2.5 litros y 175 caballos harían la diferencia.
Y es que teniendo que exprimir el motor para conseguir los mejores valores posibles castigamos notablemente el consumo, que puede caer por debajo de los 7 km/litro en ciudad, logrando con dificultad los 14 en carretera. En cuanto al sistema de frenos podemos destacar la firmeza del pedal y la buena resistencia a la fatiga, aunque las distancias son mejorables: necesita 44 metros para frenar desde 100 km/h.
Otro aspecto remarcable en el XV es la buena puesta a punto del bastidor, ya que en una carretera de montaña exhibe un carácter más bien neutral, predecible. La carrocería inclina mientras haya más exigencia, pero no hay subviraje ni sobreviraje que genere nerviosismo. Al final del día es una plataforma que puede soportar más de 300 caballos.
Con un precio de 23,890 dólares (unos 277 mil pesos considerando 11.58 pesos por dólar al cierre de esta edición), el XV no es precisamente una ganga, pero tomando en cuenta la puesta a punto del bastidor y la buena calidad de marcha, ya nos parece más atractivo, máxime considerando que cualquier SUV light con menos capacidades todoterreno que el Subaru supera sin problemas los 300 mil pesos. Un todoterreno ligero que sí cumple lo que promete y que no necesita de numerosos accesorios tuning ni estampados en la carrocería para vender una imagen de lo que no es.
Motor | |
Situación | Delantero transversal |
Nº de cilindros | Cuatro opuestos, bóxer |
Bloque / cabeza | Aluminio / aluminio |
Distribución | DOHC, 16 válvulas, VVT |
Alimentación | Inyección electrónica |
Cilindrada | 1,994 cc / 2.0 litros |
Diámetro x carrera | 92.0 x 75.0 mm |
Compresión | 10.2 :1 |
Combustible | Gasolina, 87 oct |
Potencia máxima | 150 HP a 6,400 rpm |
Par máximo | 144.5 Nm (251 lb-pie) a 3,200 rpm |
Transmisión | |
Caja | Automática, 4 velocidades |
Tracción | Integral permanente |
Embrague | Convertidor de par |
Relación diferencial | 4.11 :1 |
Bastidor | |
Susp. del. | MacPherson c/brazo “L” |
Susp. tras. | Multibrazo, 4 elem. |
Elemento elástico | Resortes helicoidales |
Estabilizadora del / tras. | Sí / sí |
Frenos del. | Discos ventilados |
Frenos tras. | Discos sólidos |
Asistencias | ABS, VDC |
Dirección | Hidráulica, variable |
Giros/ø volante | 3.0 / 37 cm |
Diámetro de giro | 11.2 m |
Neumáticos | 205/60 R16 89H |
RENDIMIENTOS | |
Vel. máxima | 182 km/h |
Acel. 0-100 km/h | 11.6 s |
Consumo en ciudad | 8.85 km/l |
Consumo en carretera | 15.2 km/l |
Consumo medio | 11.6 km/l |
Emisiones de CO2 | 194 gr/km |
Carrocería | |
Peso | 1,375 kg |
Largo x Ancho x Alto | 442 x 174 x 148 cm |
Distancia entre ejes / vias | 262 / 151-151 cm |
Cajuela | 300 - 1,215 litros |
Unidad probada
Limited FWD, 339,900 pesos
NOS GUSTA
NOS GUSTARíA
Intimidades
Si bien Compass y Patriot son prácticamente gemelos en el apartado mecánico, la segunda ha sido mucho más exitosa que la primera en cuanto a ventas se refiere, principalmente debido a la falta de identidad y carisma que la Patriot siempre ha tenido. La estrategia a seguir para no sepultarla es relativamente simple: darle aspecto del Jeep tope de gama, la Grand Cherokee. Y es que basta con echarle un ojo al frente, en donde los faros redondos y la parrilla integrada a la fascia han cedido su lugar a grupos ópticos rectangulares y una parrilla con toques cromados que francamente luce mejor, más lujosa y refinada. Los laterales y el trasero, su parte menos inspiradora, se mantienen casi sin cambios, donde sólo destacan las calaveras que incorporan diodos emisores de luz ( LEDs) y cromo en la defensa.
GRAN PASO
El interior cambia incluso más que el exterior, y recibe plásticos que aunque siguen siendo duros se notan de mayor calidad; más agradables a la vista y al tacto, menos brillosos. El volante es herencia de otros Jeep y, el la versión Limited, se incluyen quemacocos, vestiduras de piel, calefacción en los asientos, rines de 18", climatizador, computadora de viaje y equipo de audio con pantalla táctil y disco duro, entre otros. El espacio para los pasajeros no cambia, es bueno para cuatro adultos aunque entran cinco; tiene menos altura para la cabeza que el Patriot porque la altura total es menor, digamos que es como menos camioneta y más coche.
También pudimos notar una ligera ganancia en calidad de marcha y una mayor insonorización. Esto fue posible gracias a ligeros pero efectivos retoques de la suspensión –léase nuevos bujes y reubicación de horquillas- que le confieren un andar más suave, como de coche más grande y pesado, y que le permite absorber y filtrar mejor las irregulariades del camino. Por su parte, el tren motor se mantiene sin grandes cambios, ya que conserva el conocido cuatro en línea de 2.4 litros, apertura variable de válvulas, 172 HP y 165 lb-pie con el que se mueve con suficiente soltura para las intenciones del Compass. A bajo régimen sufre un poco con la altitud, pero basta con superar las 3,000 rpm para que el motor no deje de empujar hasta el corte de inyección, que se alcanza apenas por encima de las 6,000 vueltas y en donde se queda sin quejas si mantenemos hundido el pedal del acelerador.
Si bien el 2.4 tiene suficiente “galleta”, es la caja CVT la que parece no extraer lo máximo del motor; funciona bien, pero nos deja con ganas de una respuesta más contundente. Con todo, es capaz de hacer el 0 a 100 km/h a la altura del DF en menos de 14 segundos, y llegar a una máxima en torno a los 170 km/h, buenas cifras para un coche de su tipo, motor y peso. En materia de frenos también destaca, ya que logra buenas distancias y la recuperación del sistema es correcta. Existe fatiga que surge si abusamos del pedal, pero desaparece al cabo de pocos kilómetros bajando el ritmo. Finalmente, el consumo no es de sus armas más fuertes, ya que es complicado conseguir más de 14 km/litro aunque mantengamos un ritmo sosegado.
NUTRIDO SEGMENTO
Por tamaño, equipamiento, motor y un rango de precios que va de los 285 mil a los 370 mil pesos, el anticipado Compass 2012 habrá de verse las caras con una lista de rivales muy amplia, en donde hay nombres muy bien posicionados como Honda CR-V, Chevrolet Captiva, Dodge Journey, Mazda CX-7, Toyota RAV4 y la propia Jeep Patriot, por mencionar tan sólo algunos ejemplos. Sin embargo, el nuevo diseño de inspiración Cherokee, la mayor calidad de marcha y un interior con acabados que poco tienen que ver con su antecesor le auguran un futuro prometedor al integrante más joven de la marca con la parrilla de las siete barras.
Motor | |
Situación | Delantero transversal |
Nº de cilindros | Cuatro en línea |
Bloque / cabeza | Aluminio / aluminio |
Distribución | DOHC, 16 válvulas, dual VVT |
Alimentación | Inyección electrónica |
Cilindrada | 2,359 cc / 2.4 litros |
Diámetro x carrera | 88.0 x 97.0 mm |
Compresión | 10.5 :1 |
Combustible | Gasolina, 91 oct |
Potencia máxima | 172 HP a 6,000 rpm |
Par máximo | 224 Nm (165 lb-pie) a 4,400 rpm |
Transmisión | |
Caja | Automática CVT, 6 "cambios" |
Tracción | Delantera |
Embrague | Convertidor de par |
Relación diferencial | 6.12 :1 |
Bastidor | |
Susp. del. | MacPherson c/brazo “L” |
Susp. tras. | Multibrazo, 4 elem. |
Elemento elástico | Resortes helicoidales |
Estabilizadora del / tras. | Sí / sí |
Frenos del. | Discos vent., 294 mm |
Frenos tras. | Discos sólidos, 262 mm |
Asistencias | ABS, ESP, BAS, ERM |
Dirección | Hidráulica, variable |
Giros/ø volante | 2.7/37.5 cm |
Diámetro de giro | 10.8 m |
Neumáticos | 215/60 R17 96H, |
Continental ContiPremium Contact 2 | |
RENDIMIENTOS | |
Vel. máxima | 180 km/h |
Acel. 0-100 km/h | 11.3 |
Consumo en ciudad | 8.69 km/l |
Consumo en carretera | 13.88 km/l |
Consumo medio | 11.76 km/l |
Emisiones de CO2 | 203 gr/km |
carrocería | |
Peso | 1,490 kg |
Largo x Ancho x Alto | 441 x 181 x 163 cm |
Distancia entre ejes / vias | 264 / 152 - 152 |
Cajuela | 460 - 1,270 litros |
Unidad probada
265,500 pesos
NOS GUSTA
NOS GUSTARíA
Intimidades
El SEAT Ibiza siempre se ha caracterizado por ser un vehículo que tiene mucho carisma. Quizá sea la razón principal por la que la gente joven se identifica con este pequeño auto que desde su introducción al mercado mexicano se ha ganado un lugar de privilegio.
En 2008 hace su debut la actual y cuarta generación que nos dejó gratamente satisfechos por sus atrevidos y modernos trazos, así como por el bastidor que presume de una excelente rigidez estructural, buen conjunto de suspensiones y frenos de excelente respuesta. Sin embargo, la oferta de motorizaciones figuraba limitada, comparado con lo que había en Europa, incluyendo los deseados y eficientes diesel. La buena noticia es que para el 2013 se integra una nueva planta de poder que se perfila como una de las motorizaciones que mejor sabor de boca nos han dejado, demostrando que sí se puede tener una conducción agradable sin necesidad de visitar las gasolineras frecuentemente.
Es bien sabido que el veterano motor de dos litros, cabeza de ocho válvulas y 115 HP tiene muchos seguidores por su confiabilidad y respuesta ágil en la parte baja del tacómetro. Sin embargo, la edad se le nota en el consumo, prestaciones y vibraciones por la adaptación de los soportes del motor para México.
Al abrir el cofre y encontrar un minúsculo motor de 1.2 litros puede no generar mucha emoción o alegría. Pero como reza el dicho “las apariencias engañan”. La solución que encontraron los ingenieros del grupo VAG fue aprovechar la experiencia de los motores sobrealimentados e implementarla en motorizaciones pequeñas a fin de conseguir rendimientos de combustible cercanos a un híbrido o diesel, pero sin perder esa chispa de diversión que caracteriza a los productos SEAT.
Donde sí se quedaron cortos fue en la transmisión manual de cinco relaciones, pues esperábamos una de seis, ya que en motores de este estilo hay que aprovechar cada centímetro cúbico con la idea de obtener el mejor desempeño posible.
Nuestro auto a prueba es una versión llamada FR, la cual incorpora rines de 16 pulgadas, salida de escape deportiva, faros de xenón con luces de navegación LED y dos logotipos en el portón trasero y en la parrilla.
El habitáculo tiene algunos extras interesantes como el volante y los asientos de corte deportivo, iluminación en color blanco (reemplazando al rojo) y el SEAT Portable System, una pantalla táctil colocada en medio del tablero extraíble, mediante la cual se puede controlar el navegador, el sistema multimedia, la computadora de viaje e información básica del vehículo.
En el apartado de seguridad se agradecen las cuatro bolsas de aire, el control de tracción y estabilidad, así como los frenos de disco con ABS. Estos elementos brindan mucha confianza al conducirlo en caminos sinuosos o bien en autopistas a alta velocidad. Sí, es un auto que puede sostener 180 km/h y en ningún momento percibirá sensaciones extrañas o desconectado del asfalto. Inclusive, a pesar de su bajo peso, no es tan sensible a vientos laterales.
Esa era la pregunta de quienes nos acompañaban durante nuestras pruebas. No podían creer que un motor tan pequeño pudiera acelerar con la energía y contundencia, similar a motores aspirados de mayor desplazamiento. Evidentemente, es importante cuidar que las revoluciones del motor estén por encima de las tres mil vueltas, a fin de que el turbocargador se mantenga soplando.
La transmisión tiene relaciones bien calculadas, aunque el accionamiento de la palanca podría tener recorridos más cortos y una sexta velocidad. Al accionar el aire acondicionado y llevar a cuatro ocupantes, se siente un poco lento en el arranque, por lo que es necesario revolucionar un poco más el motor.
Dinámicamente nos sigue pareciendo de los mejores en su clase, brindando un aplomo en curvas realmente destacable, considerando que no es un auto de lujo o de pretensiones deportivas. El rodaje es duro aunque no sacrifica el confort, filtrando correctamente las irregularidades del camino. Los frenos se mantuvieron al margen, registrando detenciones de 100-0 km/h por debajo de los 40 metros, con un control direccional absoluto y sin fatiga excesiva.
Si bien el precio a pagar no es necesariamente bajo y el segmento está lleno de opciones muy competitivas, este ejemplar ibérico ofrece un paquete altamente satisfactorio en términos de calidad, eficiencia y dosis de diversión al conducirlo.
FICHA TÉCNICA DEL IBIZA FR 1.2 T
Motor | |
Situación | Delantero transversal |
Nº de cilindros | Cuatro en línea |
Bloque / cabeza | Aluminio / aluminio |
Distribución | SOHC, 8 válvulas |
Alimentación | Inyección directa con turbocargador e intercooler |
Cilindrada | 1,197 cc / 1.2 l |
Diámetro x carrera | 71.0 x 75.4 mm |
Compresión | 10.0:1 |
Combustible | Gasolina, 92 oct |
Potencia máxima | 105 HP a 5,000 rpm |
Par máximo | 175 Nm (129 lb-pie) a 4,100 rpm |
Transmisión | |
Caja | Manual, 5 velocidades |
Tracción | Delantera |
Embrague | Monodisco en seco |
Relación diferencial | 3.93 :1 |
Bastidor | |
Susp. del. | MacPherson c/brazo “L” |
Susp. tras. | Ruedas tiradas |
Elemento elástico | Res. helic. / Muelles |
Estabilizadora del / tras. | Sí / no |
Frenos del. | Discos vent., 256 mm |
Frenos tras. | Discos sólidos, 200 mm |
Asistencias | ABS, ESP, TC |
Dirección | Electrohidráulica, variable |
Giros/ø volante | 2.7/36 cm |
Diámetro de giro | 10.6 m |
Neumáticos | 215/45 R16 91V |
RENDIMIENTOS | |
Vel. máxima | 190 km/h |
Acel. 0-100 km/h | 9.7 s |
Consumo en ciudad | 15.3 km/l |
Consumo en carretera | 22.7 km/l |
Consumo medio | 20.6 km/l |
Emisiones de CO2 | 124 gr/km |
carrocería | |
Peso | 1,090 kg |
Largo x Ancho x Alto | 406 x 169 x 144 cm |
Distancia entre ejes / vias | 246 / 146 - 145 |
Cajuela | 292 l |
Nuestras Mediciones | |
aceleración/rebases | |
Acel. 0-100 km/h | 12.02 s |
Acel. 0-400 m | 18.03 s |
Acel. 0-1,000 m | 33.33 s |
20-120 km/h | 20.45 s |
50-120 km/h | 12.98 s |
80-120 km/h | 11.45 s |
Velocidad máxima | 195 km/h |
frenadas | |
140-0 km/h | 75.0 m |
120-0 km/h | 57.5 m |
100-0 km/h | 37.7 m |
CONSUMOs | |
Ciudad km/l | 14.4 |
Carretera km/l | 19.2 |
Media (70, 30%) | 15.8 |
dinamómetro | |
Potencia | 115.8 HP a 4,810 rpm |
Par | 200 Nm (148 lb-pie) a 3,475 rpm |
Relación peso/potencia | 9.41 kg/HP |
La firma japonesa desvela su intensivo trabajo en el chasis de su futuro compacto híbrido para convertirlo en una máquina tan eficiente como deportiva.
Quien entienda el dinamismo como un aliado más que como una necesidad permanente de buscar los límites, tendrá en el Astra un fiel compañero.
Ser marca premium hoy en día obliga tanto a hacer los mejores coches del mundo como a ofrecer versiones más exclusivas y prestacionales, como este Infiniti G Cabrio IPL.
El movimiento era necesario desde hace años, ya que la gama de motores V6 que ofrecía Chrysler era inoperantemente grande y compleja. Los tamaños eran muchos (2.7, 3.2, 3.5, 3.7, 3.8 y 4.0 litros), y con rangos de potencia mínimos, ya que iban de los 190 a los 250 caballos. Lo peor del caso es que ni siquiera eran parecidos entre sí, estaban fabricados en diferentes plantas y pocos eran los componentes compartidos.
En resumen, un caos que lejos de ayudar a ofrecer una gama amplia y moderna, complicaba y encarecía los procesos de producción. Afortunadamente han ido desapareciendo casi hasta la extinción total, y ahora sólo sobrevive el poco eficiente 3.7 que da vida a la Liberty, cuyo futuro, dicho sea de paso, es incierto, por no decir negro.
Para fortuna de modelos y, desde luego, arcas de la marca, todos han sido relevados por el mucho más moderno y eficiente 3.6 litros, bautizado primero como Phoenix y luego Pentastar por cuestiones de copyright. Y es que con rangos de potencia entre 283 y 292 caballos según modelo, cabezas de cuatro válvulas por cilindro con sistema de apertura variable, y construcción enteramente en aluminio, el V6 es una joyita comparado con sus antecesores.
Y lo que falta, porque el motor fue diseñado pensando en el futuro, lo que quiere decir que está listo para recibir, eventualmente, inyección directa de combustible y sobrealimentación. ¿Se avecina el fin del Hemi?, puede ser, pero si es reemplazado un V6 turbo "state-of-the-art"con unos 400 caballos -o más-, es posible que no haya tantas protestas, y eventualmente se construya un mito alrededor de la potencia no por tamaño sino por tecnología.
Para eso seguro falta mucho, o al menos no es algo que esté a la vuelta de la esquina. El presente lo ocupa un V6 que tiene dos caras. Acelerando suavemente es sedoso y silencioso, además de frugal, y capaz de mover con soltura cualquiera de sus encomiendas, ya sea de Jeep, Dodge o Chrysler. Si bien el peso del coche y la relación larga del diferencial provocan que la respuesta al pedal no sea inmediata, sí es consistente y capaz de subir de vueltas sin quejas hasta el corte de inyección, por encima de las 6,500 rpm.
Acelerando a fondo se deja escuchar claramente en la cabina, pero con un ruido que si bien no es el de un deportivo italiano, no molesta para nada; está bien afinado. Mientras el nuevo V6 está acoplado a una transmisión automática de seis velocidades en otros modelos como Journey o 200, en los modelos tope de gama se las arregla, por el momento, con una veterana y perezosa transmisión de cinco marchas. No es mala pero tampoco genera ningún tipo de emociones al volante.
Lo mejor aquí es que muy pronto, seguramente para cuando lea estas líneas, estarán llegando a los concesionarios los renovados Charger y 300 V6, que estrenan flamante transmisión de ocho velocidades, con la que seguramente el Pentastar estará mejor acoplado y hará que incluso algunos se olviden, aunque sea temporalmente, de que también se oferta un V8 en sus gamas.
Dodge Charger/Chrysler 300
Idénticos en el apartado mecánico, aunque de formas y equipamiento poco tienen qué ver. El ejemplar de Dodge se ofrece en una versión básica que incluso tiene asientos de tela y poco contenido suntuoso, aunque también es cierto que lo esencial no falta. Por un dinero extra se agregan quemacocos, faros de niebla, cámara trasera, asientos de piel y pantalla táctil para controlar navegador, radio y climatizador, entre otros. Mientras, el Chrysler 300 se ofrece en una sola versión, con prácticamente el mismo equipamiento del Charger más completo. Y como ambos tienen mismo motor y caja, y pesan similar, el comportamiento es muy parecido.
Aceleran bastante bien, casi diríamos suficiente para cubrir las necesidades velocistas de sus conductores. No son fugaces como un Hemi pero cubren los primeros 100 km/h en torno a los 10 segundos. Se notan más ligeros que el V8, lo que ayuda a que en curva oculten el peso y las medidas; se notan neutrales, nobles y predecibles. El toque alemán está presente, lo que también quiere decir que se pueden pasar largas horas al volante antes de que haya fatiga. El consumo promedio en ambos sedanes ronda los 12.5 km/litro -brillante-, con caídas en ciudad de 7.8 km/litro y hasta cerca de 15 en autopista; nada mal para un sedán de cinco metros y casi 1.7 toneladas.
Rango de precio | 300: 479,900 a 729,900 pesos. Charger: 407,900 a 679,900 pesos |
Atención al cliente | 01-800-505-1300 |
chrysler.com.mx / dodge.com.mx | |
Motor | |
Nº de cilindros | Seis en V a 60° |
Cilindrada | 3,604 cc / 3.6 litros |
Potencia máxima | 292 HP a 6,350 rpm |
Par máximo | 353 Nm (260 lb-pie) a 3,600 rpm |
Transmisión | |
Caja | Automática, 5 vels. (8 vels. opc.) |
Tracción | Trasera |
Bastidor | |
Susp. del. | Doble triángulo |
Susp. tras. | Multibrazo, 4 elem. |
Frenos del. / tras. | 320 / 320 mm |
Largo/Ancho/Alto | 504 x 190 x 149 cm |
RENDIMIENTOS | |
Vel. máxima | N.D. |
Acel. 0-100 km/h | N.D. |
Consumo medio | 9.47 km/l |
Nuestras Mediciones | |
Aceleración/rebases | |
Acel. 0-100 km/h | 11.45 s |
20-120 km/h | 13.28 s |
Velocidad máxima | 190 km/h |
Frenadas | |
140-0 km/h | 87.5 m |
100-0 km/h | 38.8 m |
CONSUMOs | |
Ciudad km/l | 6.7 |
Carretera km/l | 15.8 |
Media (70, 30%) | 12.5 |
Dodge Durango
Si bien el V6 nos deja con buen sabor de boca en los sedanes, es en la Durango donde podemos decir que incluso sorprende. Sin afán de exagerar las cosas ni mucho menos, podemos confesar que durante nuestra fase de pruebas, hubo más de un par de colaboradores de la revista que aseguraban que manejaban una SUV con motor V8. ¿El truco?, una relación más corta del diferencial (3.06 :1 vs. 2.65 :1), lo que se traduce en una respuesta más inmediata al acelerador, tanto para salir desde parados como para rebasar. No queremos decir que el V8 sale sobrando ni mucho menos, sólo que el V6 es tan consistente que puede con las tareas de la camioneta sin defraudar a nadie.
Además está el tema del consumo, ya que mientras en la Durango V8 apenas se consigue una media de 7 a 8 km/litro, en la V6 rozamos los 10 km/litro; algo que se nota a la hora de pagar en la gasolinera.
En cuanto a acabados o equipamiento, la Durango sorprende de nuevo, ya que presume un interior muy bien terminado y libre de ruidos aunque el pavimento sea de mala calidad.
Rango de precio | De 449,900 a |
689,900 pesos | |
Atención al cliente | 01-800-505-1300 |
www.dodge.com.mx | |
Motor | |
Nº de cilindros | Seis en V a 60° |
Cilindrada | 3,604 cc / 3.6 litros |
Potencia máxima | 290 HP a 6,400 rpm |
Par máximo | 353 Nm (260 lb-pie) a 4,800 rpm |
Transmisión | |
Caja | Automática, 5 velocidades |
Tracción | Trasera |
Bastidor | |
Susp. del. | Doble triángulo |
Susp. tras. | Multibrazo, 4 elem. |
Frenos del. / tras. | 330 / 330 mm |
Largo/Ancho/Alto | 508 x 192 x 180 cm |
RENDIMIENTOS | |
Vel. máxima | N.D. |
Acel. 0-100 km/h | N.D. |
Consumo medio | 8.21 km/l |
Nuestras Mediciones | |
Aceleración/rebases | |
Acel. 0-100 km/h | 12.05 s |
20-120 km/h | 14.24 s |
Velocidad máxima | 180 km/h |
Frenadas | |
140-0 km/h | 89.4 m |
100-0 km/h | 41.5 m |
CONSUMOS | |
Ciudad km/l | 6.1 |
Carretera km/l | 13.8 |
Media (70, 30%) | 11.5 |
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