Como bien sabemos, el Karma es un eléctrico de autonomía extendida que usa su propulsor a gasolina como generador para alimentar la planta de poder eléctrica una vez se agote la carga de su batería.
El papel de generador lo cumple en la actualidad un cuatro cilindros en línea con dos litros de desplazamiento y turbocargador de origen General Motors, con una potencia de 255 caballos.
Con un poco más de 163 kilos, dicha planta motriz ofrece todavía un margen para bajar el peso y el candidato sería, en palabras de nuestros colegas de Autoblog tras conversaciones con conocedores del tema, un tres cilindros de 1,2 litros también con sobrealimentación cuyo origen sería Lotus.
De esta manera, el registro en báscula se vería reducido a unos 90-100 kilos, favoreciendo la eficiencia y asegurando aún así la energía necesaria para alimentar al impulsor principal del coche.
El Renault Twizy es de esos coches que con el paso del tiempo parece ganar adeptos a pesar de sus limitaciones en cuanto a volumen interior y a su escasa autonomía eléctrica. Precisamente en el primer aspecto es donde más adolece, ya que sus compactas dimensiones no dan lugar a mucha amplitud.
En el modelo de serie, se cuenta con solo 31 litros detrás de la plaza posterior, y el único acceso está en una tapa situada en el respaldo del asiento, en el propio habitáculo. En el Renault Twizy Cargo se pone a disposición del cliente profesional una cajuela independiente de 180 litros, una capacidad de carga de 75 kilogramos y un portón exterior de apertura de 90º.
El Twizy Cargo estará a la venta en Europa a partir del final del verano tanto en las versiones 45 y 80 (que varían en su potencia y velocidad máxima). Los principales destinatarios, según Renault, son ‘empresas dedicadas al reparto urbano, de servicio técnico o vigilancia’.
Con esta nueva variante, el Twizy cumple con una de sus carencias, la de la funcionalidad, aunque sea en detrimento de perder uno de sus puestos.
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Tan fácil fórmula sirve para ampliar el portafolio RAM más allá de las pick-ups y para introducir a Chrysler en el segmento de los vehículos comerciales de acceso.
Las diferencias obvias son la posibilidad de reemplazar las ventanas traseras por láminas de chapa que cubren todo el espacio de carga. El piso del área para transportar objetos está fabricado en aluminio.
La capacidad de carga asciende a 816 kilos y se pueden remolcar hasta 1,632 gracias al motor V6 Pentastar que ya se conoce en otros productos de Chrysler, con 3.6 litros, 283 caballos y un torque máximo de 352 Nm.
Su transmisión es automática con seis velocidades y en autopista Chrysler estima que puede llegar a los 10.6 kilómetros por litro.
Entre los elementos de equipamiento más importantes, lleva rines de chapa de 16 pulgadas, suspensión reforzada para uso comercial o una toma auxiliar de 120 voltios. En cuanto a seguridad ofrece reposacabezas activos, airbags frontales y para las rodillas del conductor, frenos ABS y control de estabilidad.
Tiene caso el mimo tamaño que el que reemplaza, aunque el espacio entre ejes y las dimensiones interiores han crecido. De hecho, también bajó algo de peso, 79.8 kilos para ser exactos, lo que quiere decir que la versión con el motor 1.4 TFSI pesa solo 1,174 kilos.
Ese motor, con 122 hp, será uno de los tres que se ofertarán, junto a un 1.8 TFSI de 180 hp y a un 2.0 TDI de 150 hp y 236 lb-pie, en todos los casos de tracción delantera. Las versiones Quattro llegarán más adelante, de la mano de motores más potentes y combustibles alternos. La transmisión será manual de cinco velocidades o S-tronic de seis.
Las opciones hi-tech que en un momento sólo estaban disponibles en grandes sedanes, ahora las encontramos en el nuevo Audi A3, como control de crucero adaptativo, asistente de estacionamiento y un sistema de sonido Bang & Olufsen de 17 bocinas.
No te pierdas nuestra galería de fotos para concer en vivo al Audi A3 2013.
En primer lugar el frontal ha sido sutilmente modificado, donde lo que más destaca es la inclusión de una fila de LEDs que le dan al GT-R una nueva personalidad. También se aprecian unos nuevos canales sobre la defensa frontal, lo que sumado al difusor trasero logra que se mejore mínimamente el coeficiente aerodinámico: de 0.272 a 0.268.
Además de estos cambios, también se sustituyen los rines por otros de nueva generación que aligeran el conjunto 12 kilos, lo que nos deja una reducción de 3 kilos por cada rin. Estos mantienen el diseño similar a los modelos 2009 y 2010, pero ahora son hechas por Rays.
Desde Japón también prometen variaciones en el interior del GT-R, pero de momento no se han mostrado imágenes de esta parte del carro. Lo que no cambiará en absoluto, lo cual no es un problema viendo las cifras y rendimiento ofrecidos hasta ahora, será el apartado mecánico, que mantiene el motor V6 de 3.8 litros capaz de entregar 485 HP.
Sería muy lógico ver en Abarth un auto pensando únicamente para conducir, de bajo peso, poco equipamiento, una buena dosis de potencia y una puesta a punto casi de circuito; misma propuesta que siempre ha caracterizado a los Lotus Exige y en menor medida al más “amable” Elise, incluso al espectacular KTM X-Bow y en el nivel más purista a los Lotus 2-Eleven o al eterno Caterham (que a la larga nace de una idea de Lotus).
El supuesto lanzamiento, según AutoExpress, equiparía un propulsor MultiAir de unos 200 caballos de potencia, que se encargarían de mover una liviana carrocería que pesaría menos de 800 kilos, dando como resultado una relación peso/potencia de menos de cuatro kilos por caballo.
Todo suena muy bien, así que esperamos que esta presunta filtración de fuentes internas de la casa italiana sea una realidad en unos años.