Filed under: BMW, Auto Show de Ginebra
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Sí es cierto, BMW había estado en la categoría de compactos con el Serie 1 Coupe (135) con el motor de 3 litros sobrealimentado que llegaba hasta los 306 HP y hasta los 340 HP en el M Coupe, pero nunca había pasado la barrera de los 300 con un hachtback, pues el más potente de los Serie 1 hatch (130) se había quedado en los 265 HP con el motor de 3 litros de aspiración natural.
El nuevo BMW M135 cuenta con el mismo motor que el coupe, aunque en este caso con 20 caballos menos de potencia, para quedarse en los 320 HP. La competencia en este segmento no es demasiado grande, pero sí significativa, pues Audi con su RS3 y 340 HP está un paso por delante en cuanto a este tipo de autos. En este segmento también podemos incluir al Ford Focus RS 500, que hasta la fecha ha sido el hachtback de producción más potente que jamás se haya construido: 350 HP. BMW entra a jugar en esta liga, con algo menos de potencia, pero con una ventaja añadida con relación a sus rivales, pues es el único que cuenta con tracción trasera y eso le da una mayor agilidad a la entrada de las curvas y en el paso por las mismas.
No sólo el motor es especial en este auto. Si bien no ha sido desarrollado por la división M de BMW, sí que ha sido supersivado por ellos. Las suspensiones, los frenos, la caja de velocidades de 8 relaciones automática y muchos aspectos del interior, como asientos, volante, palanca de cambio o páneles de puerta se han diseñado específicamente para este auto.
Una vez a volante, el M135i es de esos autos que te saca una sonrisa con sólo escucharlo (hay un pequeño botón que abre el escape y suena mucho más racing). Los primeros kilómetros sirven para comprobar su capacidad para acelerar; de 0 a 100 km/h en 5.1 segundos. Pero no es su aceleración lo que más impresiona, sino su agilidad y su elevada velocidad de paso por curva. La dirección es tremendamente rápida, quizá la más rápida que hayamos probado en un deportivo. El auto sigue fiel a la vista; incluso en algunas ocasiones y antes de acostumbrarse a esa elevada desmultiplicación de la dirección puede resultar un tanto nervioso. Apoya bien y frena mejor. Este es un auto para meter en serios problemas a deportivos que pueden llegar a costar el doble de lo que se estima costará cuando arribe a México, a finales de este 2012 (60,000 USD aprox).
Otro aspecto que nos ha llamado la atención ha sido la caja automática de 8 relaciones; sin ninguna duda, la mejor caja de este tipo que hayamos probado jamás. Además se puede adaptar su desempeño conforme se haga un tipo de conducción u otra. Desde la posición Eco Pro, hasta la de Sport +, pasando por Confort y Sport. En la posición Sport + no tiene nada que envidiar a la mejor con sistema de doble embrague, incluso se pueden apreciar los jalones típicos de este último tipo de cajas.
BMW ha vuelto a hacer un excelente deportivo, el mejor de su categoría. Lo ha hecho con la receta de siempre: motor de seis en línea, reparto de pesos 50/50 sobre cada eje, y un compromiso excepcional entre lo más deportivo y un auto que se puede usar todos los días.
Unidad probada
659,300 pesos
NOS GUSTA
NOS GUSTARíA
Intimidades
Quizá desaparecido para algunos autoconstructores, el nicho de los llamados GTIs -o hothatchs según los inclinados por la pronunciación anglosajona-, todavía cuenta con creyentes que apuestan a construirlos y venderlos como esa opción tentadora, seductora a ojos todavía devotos de aquellos compactos de dos volúmenes concebidos para el disfrute de la conducción ágil por encima de la simple movilidad personal.
Pese la crisis y racionalización del automóvil europeo o quizá por esa necesidad de soñar que surge en toda sociedad angustiada por la dureza económica de los últimos años, BMW oferta una opción muy interesante de cara a los pocos afortunados que pueden gastar su dinero en un ejemplar personal, egoísta, de elevado carácter prestacional.
Discreta figura
Apegado al concepto de menos es más, su M135i aquí evaluado no descolla con grandes apéndices aerodinámicos. Su fascia frontal sólo exhibe parrillas menores de corte deportivo, mientras la principal apenas luce cambios de distinción. Lo mismo ocurre en costados y trasera. Sólo los logos M y el doble escape insinúan una proposición radical sobre el convencional Serie 1.
Los más observadores notarán que las pinzas de frenos son azules, que envueltas en enormes rines de 18 pulgadas, prefiguran su talante deportivo.
Al interior, tampoco hay grandes señales, salvo las obligadas por la designación M: costuras y vestiduras singulares en asientos específicos -manuales, sin automatismos- y puertas, acentos M en volante, tablero, relojes y palanca; todo acompañado de un buen nivel de equipamiento e infotenimiento.
Corazón Sport
Pero no existe pedal de embrague y en lugar de una venerable transmisión de seis relaciones existe una pragmática caja automática de ocho escalones. Un sacrilegio para el purista pero razonable para los menos radicales. La nueva caja viene acompañada de cuatro programas accesibles al pulso de un botón: EcoPro, Comfort, Sport y Sport +. El primer modo procura el menor gasto de combustible y hace juego con un despliegue visual en azul debajo del tacómetro que nos indica qué tanto ahorramos. Lo notable es que si nos apegamos a estos límites logramos rendimientos de combustible muy buenos dada la naturaleza deportiva del seis en línea turbocargado.
El segundo modo es el más convencional, con cambios suaves y tendencias naturales de toda transmisión automática. La cosa se pone interesante en el modo Sport, donde la gestión electrónica ya coordina motor, caja, suspensión y dirección, de tal suerte que propician una experiencia divertida, cómoda, más segura que aventurada, ideal para aquellos que gustan de rodar rápido pero sin las exigencias de una conducción deportiva.
Por lo tanto, el modo Sport + (eleva los parámetros del cará deportivo), resulta el más deseado por los puristas o amantes de la velocidad, pese la ausencia de embrague y la imposibilidad de realizar un punta-tacón a la vieja usanza. En su lugar, existen sendas manetas tras el volante que conectan la relación deseada al primer pulso o si prefiere, puede accionar el pomo de la palanca en su respectiva canaleta de Manual.
A ello se suma que el control de estabilidad y tracción limitan su intromisión al punto de concedernos cierta libertad para jugar con el exceso de potencia en el segundo eje, traducido en leves pero apreciables deslizamientos de cola que desatan esa adrenalina cuando superamos el límite adherente de los neumáticos traseros.
Gracias a este esmero en el órgano dosificador de energía vulgo caja, la potencia del contundente 3.0 litros turbocargado siempre aflora a nuestro más mínimo requerimiento. Su empuje arranca desde las 2,500 rpm, se conserva hasta el corte de inyección -7,250 rpm-, en la zona roja del tacómetro. Claro, siempre que usemos el modo Manual de la caja porque de otra manera cambia a las 7,000 vueltas.
Todo este pulimento de ingeniería interna trabaja de manera precisa con suspensión y dirección, combinación mejor apreciada cuando circulamos por nuestras amadas u odiadas carreteras de montaña.
Para ese placer de entusiasta, conviene dejar a la caja en el modo Sport + y no soltar las manos del volante, que ubicadas en la posición 9 y 3 facilitan el trabajo sobre las manetas. Acto seguido, basta concentrarse en lo que se avecina: un viaje delicioso por el rápido enlace de curvas y cambios de velocidad precisos, instantáneos. El M135i obedece todo tal cual se lo dictamos y nos retroalimenta de manera exacta y tersa, salvo los asfaltos muy dañados en virtud de una amortiguación dura pero de excelente filtrado.
No hay sobresaltos ni vacíos de información. Todo fluye de una manera catártica que incluso la respiración en vez de ser apurada, se percibe profunda, como si estuviéramos en pleno trance espiritual. La magia de BMW nos deja palpar nuestro nirvana personal: la conducción veloz, inmediata, demandante, envolvente, viva. Mucha adrenalina, quizá no tan pura, pero muy satisfactoria, plena.
Durante nuestras pruebas nos sorprendió este M135i, que si bien no cuenta con modo de arranque (Launch Control), sí permite un ligero patinamiento de las ruedas de tracción si practicamos la precarga del convertidor (stall en 2,500 rpm). Muy divertido y responsable de los buenos tiempos de aceleración. Además, el sistema de frenos observa un pulimento que permite una detención muy equilibrada, sin cabeceos del eje delantero o nervios del trasero. Casi perfecto, aunque los frenos sufrieron un poco al final de nuestras pruebas por su carácter regenerativo.
Opción versátil
Sólo su elevado precio, unos 660 mil pesos aproximadamente, lo colocan en una esfera superior al de los GTI de estos días. Incluso lo acercan al rubro de los deportivos élite de acceso como Porsche Boxster u otros coupés destacados como el Ford Mustang o Chevrolet Camaro en sus vertientes V8.
Sin embargo, el refinamiento de su chasis, la facilidad de conducción veloz y la practicidad inherente de su carrocería hatchback lo vuelven una posibilidad egoísta muy atractiva, con tintes nostálgicos para aquellos que siempre han soñado con un GTI desde su adolescencia. El M135i es su oportunidad.
Ficha técnica:
Datos Oficiales | |
Rango de precio | De 380,500 a 659,300 pesos |
Motor | |
Situación | Delantero longitudinal |
Nº de cilindros | Seis en línea |
Bloque / cabeza | Aluminio / aluminio |
Distribución | DOHC, 24 válvulas, |
Valvetronic, BiVanos | |
Alimentación | Inyección directa con |
turbocargador de doble etapa | |
Cilindrada | 2,979 cc / 3.0 l |
Diámetro x carrera | 89.6 x 84.0 mm |
Compresión | 10.2:1 |
Combustible | Gasolina, 92 oct |
Potencia máxima | 320 HP a 5,800 rpm |
Par máximo | 450 Nm (331 lb-pie) entre 1,300 y 4,500 rpm |
Transmisión | |
Caja | Automática, 8 velocidades |
Tracción | Trasera |
Embrague | Convertidor de par |
Relación diferencial | 3.077 :1 |
Bastidor | |
Susp. del. | MacPherson c/triángulo inf. |
Susp. tras. | Multibrazo, 5 elem. |
Elemento elástico | Resortes helicoidales |
Estabilizadora del / tras. | Sí / sí |
Frenos del. | Discos ventilados, 338 mm |
Frenos tras. | Discos ventilados, 324 mm |
Asistencias | ABS, DSC, TC |
Dirección | Eléctrica, variable |
Giros/ø volante | 2.0/36 cm |
Diámetro de giro | 10.9 m |
Neumáticos | 225/45 R18 88Y delante; |
245/35 R18 88Y atrás | |
RENDIMIENTOS | |
Vel. máxima | 250 km/h |
Acel. 0-100 km/h | 4.9 s |
Consumo en ciudad | 9.7 km/l |
Consumo en carretera | 17.2 km/l |
Consumo medio | 13.3 km/l |
Emisiones de CO2 | 175 gr/km |
Carrocería | |
Peso/báscula | 1,440/1,450 kg |
Largo x Ancho x Alto | 434 x 176 x 141 cm |
Distancia entre ejes / vias | 269/151-153 cm |
Cajuela | 360 l |
Nuestras Mediciones | |
Aceleración/rebases | |
Acel. 0-100 km/h | 6.62 s |
Acel. 0-400 m | 14.75 s |
Acel. 0-1,000 m | 26.76 s |
20-120 km/h | 7.15 s |
50-120 km/h | 5.61 s |
80-120 km/h | 3.89 s |
Velocidad máxima | 260 km/h |
Frenadas | |
140-0 km/h | 80.6 m |
120-0 km/h | 59.0 m |
100-0 km/h | 39.5 m |
CONSUMOs | |
Ciudad km/l | 7.90 |
Carretera km/l | 14.5 |
Media (70, 30%) | 9.8 |
Dinamómetro | |
Potencia | 325.7 HP a 6,880 rpm |
Par | 485 Nm (357 lb-pie) a 4,300 rpm |
Relación peso/potencia | 4.45 kg/HP |