Porsche 911: especial 50 aniversario

Publicado el 13/01/2013 19:15

El 911 ha inspirado a los amantes de los autos deportivos de todo el mundo desde su debut como el modelo 901 en la Exposición Internacional del Automóvil (IAA) en septiembre de 1963. A la fecha se han fabricado más de 820,000 Porsche 911, con lo que se convierte en uno de los autos deportivos más exitosos del mundo.

Cada una de sus siete generaciones fue reinventada por los ingenieros en Zuffenhausen y Weissach, y una y otra vez demostraron al mundo el poder de innovación de la marca Porsche, y de los ingenieros y diseñadores alemanes en general. Como ningún otro vehículo, el 911 reconcilia aparentes contradicciones como la cualidad deportiva y la practicidad cotidiana, la tradición y la innovación, la exclusividad y la aceptación social, el diseño y la funcionalidad.

No es de sorprender que cada generación haya escrito su propia historia de éxito. Ferry Porsche describió muy bien sus singulares cualidades: “El 911 es el único auto que se podría conducir en un safari en África o en Le Mans, camino al teatro o en el tráfico de Nueva York”.


El primer 911 (1963) - Nace una leyenda

Como sucesor del Porsche 356, el 911 se ganó el afecto de los entusiastas de los autos deportivos desde el principio. El prototipo fue revelado por primera vez como el 901 en la Exposición Internacional del Automóvil (IAA) en Frankfurt en 1963 y fue rebautizado 911 para su lanzamiento al mercado en 1964. El motor Boxer de seis cilindros refrigerado por aire generaba 130 hp, lo que permitía la admirable velocidad máxima de 210 km/h.

Si uno deseaba ir un poco más despacio, a partir de 1965 se podía elegir el Porsche 912, con motor de cuatro cilindros. En 1966, Porsche presentó el 911 S de 160 hp, que fue el primero con rines Fuchs de aleación forjada. El 911 Targa, con su distintiva barra antivuelco de acero, debutó a fines de 1966 como el primer cabriolet del mundo con estas medidas de seguridad. La transmisión semiautomática Sportomatic de cuatro velocidades se sumó en 1967.

Con el 911T de ese año y las variantes posteriores “E” y “S”, Porsche se convirtió en el primer fabricante alemán en cumplir con las estrictas reglamentaciones de los Estados Unidos referentes a emisiones contaminantes.

El Porsche 911 se fue haciendo cada vez más potente a medida que aumentaba la cilindrada, que inicialmente era de 2.2 litros (1969) y luego pasó a ser de 2.4 litros (1971). El 911 Carrera RS de 2.7 litros de 1972 con motor de 210 hp y peso de 1,000 kg sigue siendo, hasta hoy, el arquetipo del auto de ensueño. Su característica “cola de pato” fue el primer alerón trasero del mundo en un vehículo de producción en serie.



La serie G (1973) - La segunda generación

A diez años de la presentación del 911, los ingenieros de Porsche le hicieron la primera remodelación profunda. El modelo G fue producido entre 1973 y 1989, por más tiempo que ninguna otra generación del 911. Tenía prominentes defensas con fuelles, innovación diseñada para cumplir con las nuevas normas de los Estados Unidos referentes a pruebas de choque. La protección para los ocupantes fue mejorada con cinturones de seguridad de tres puntos como equipamiento estándar y apoyacabezas integrados.

Uno de los hitos más importantes de la historia del 911 fue en 1974, con la revelación del primer Porsche 911 Turbo con motor de tres litros de 260 hp y un enorme alerón trasero. Con su singular combinación de lujo y rendimiento, el Turbo pasó a ser sinónimo de la mística de Porsche.

El siguiente salto en el rendimiento llegó en 1977 con el 911 Turbo de 3.3 litros equipado con refrigerador intermedio (intercooler). Con 300 hp, era el mejor en su clase.

En 1983, el 911 Carrera con motor de aspiración natural reemplazó al SC; con un motor de 3.2 litros y 231 hp, se convirtió en un favorito de los coleccionistas. A partir de 1982, los amantes del aire libre también pudieron pedir el 911 en versión cabriolet. El 911 Carrera Speedster, lanzado en 1989, evocaba al legendario 356 de los cincuenta.



El 964 (1988) - Clásico moderno

Justo cuando los expertos en automotores predecían el inminente fin de una era, en 1988, Porsche apareció con el 911 Carrera 4 (964). Después de haber sido producida durante quince años, la plataforma del 911 pasó por una renovación radical con un 85% de componentes nuevos, lo que le significó a Porsche un vehículo moderno y sostenible.

El motor Boxer de 3.6 litros refrigerado por aire generaba 250 hp. En el exterior, el 964 no era muy diferente de sus antecesores, con la defensa aerodinámica de poliuretano y el alerón trasero automáticamente extensible, pero en el interior, era casi totalmente diferente.

El nuevo modelo fue diseñado para cautivar al conductor, no sólo con el rendimiento deportivo, sino con un mayor confort. Contaba con ABS (sistema de frenos antibloqueo), Tiptronic, dirección hidráulica y bolsas de aire. Tenía un chasis completamente rediseñado con brazos de control de aleación liviana y resortes helicoidales en lugar de suspensión de barra de torsión.

La nueva línea del 911 tuvo un integrante revolucionario desde el principio, que fue el modelo Carrera 4 de tracción total. Además de las versiones Carrera Coupé, Cabriolet y Targa, a partir de 1990, los clientes podían pedir también el 964 Turbo.

La versión Turbo, inicialmente con el probado motor Boxer de 3.3 litros, en 1992 fue actualizada y pasó a tener un motor más potente de 3.6 litros que generaba 360 hp. Actualmente, el 964 Carrera RS, el 911 Turbo S y el 911 Carrera 2 Speedster son especialmente buscados por los coleccionistas.



El 993 (1993) - Los últimos modelos refrigerados por aire

El 911 con el número de diseño interno 993 sigue siendo el único y verdadero amor de muchos conductores de Porsche. El diseño extraordinariamente atractivo tuvo mucho que ver con esto. La defensa integrada resalta la suave elegancia de su estilo. El 993 se ganó rápidamente la reputación de gran confiabilidad. También era ágil, siendo el primer 911 con chasis con nuevo diseño de aluminio.

La versión Turbo fue la primera en contar con motor biturbo, lo que lo convirtió en el tren motriz de más bajas emisiones en 1995. Los rines de aluminio de rayos huecos, nunca antes utilizadas en ningún automóvil, fueron otra innovación de la versión Turbo de tracción total.

El Porsche 911 GT2 estaba dirigido al aficionado purista de los autos deportivos en busca de la emoción de las altas velocidades.

Una de las innovaciones del 911 Targa fue el techo de vidrio eléctrico que se deslizaba debajo de la luneta trasera. Pero la verdadera razón por la cual los acérrimos entusiastas de Porsche aún veneran el 993 es que este modelo, producido entre 1993 y 1998, fue el último 911 con motor refrigerado por aire.



El 996 (1997) - Refrigeración por agua

El 996, que salió de la línea de montaje entre 1997 y 2005, representó un punto de inflexión en la historia del 911. Retuvo todo el carácter de su clásica herencia, pero fue un automóvil completamente nuevo. Esta generación que fue rediseñada integralmente fue la primera con motor Boxer de refrigeración por aire. Gracias a las tapas de cilindro de cuatro válvulas, generaba 300 hp y fue pionero en materia de reducción de emisiones, ruido y consumo de combustible. El diseño exterior era una reinterpretación de la clásica línea del 911, pero con un menor coeficiente de resistencia aerodinámica.

Las líneas del 996 también eran fruto de los componentes que compartía con el exitoso modelo Boxster de Porsche. El rasgo más destacado del exterior eran los faros delanteros con guiño integrado o “lagrimal”, que al principio causaron polémica, pero luego fueron copiadas por muchos fabricantes. En el interior, el conductor tenía la experiencia de una cabina completamente nueva. El confort de conducción ahora también tenía un papel muy importante junto con las características deportivas típicas.

Con el 996, Porsche inició una ofensiva de productos inédita, con muchas variaciones nuevas. El 911 GT3 se convirtió en uno de los protagonistas de la gama de modelos en 1999, lo que mantuvo viva la tradición del Carrera RS. El 911 GT2, el primer auto equipado con frenos cerámicos como característica estándar, fue promocionado como un vehículo deportivo extremo en el otoño de 2000.



El 997 (2004) - Lo clásico y lo moderno

En julio de 2004, Porsche reveló la nueva generación de los modelos 911 Carrera y 911 Carrera S, conocidos internamente como los 997. Los faros delanteros ovalados transparentes con guiño separado en la plataforma delantera implicaban un regreso visual a los anteriores modelos del 911, pero el 997 no sólo ofrecía estilo. Era un vehículo de alto rendimiento, con un motor Boxer de 3.6 litros que generaba 325 hp, en tanto el nuevo motor de 3.8 litros del Carrera S alcanzaba la increíble potencia de 355 hp. El chasis también fue modificado considerablemente. 

Por otra parte, el Carrera S venía con Porsche Active Suspension Management (control activo de suspensión de Porsche) como equipamiento estándar. En 2006, Porsche introdujo el 911 Turbo, el primer automóvil de producción en serie con motor de gasolina que tenía turbocompresor con tecnología de turbina de geometría variable. Una actualización del modelo en el otoño de 2008 hizo al 997 aun más eficiente, gracias a la inyección directa de combustible y la transmisión de doble embrague.

La serie del 911 nunca había sido tan indulgente respecto de los gustos particulares del conductor. Con el Carrera, el Targa, el Cabriolet, de tracción trasera o total, las versiones Turbo, las versiones GTS, los modelos especiales y las versiones para carretera de los autos de carrera GT, la familia del 911 llegó a abarcar 24 versiones de modelos.




El 991 (2011) - El refinamiento de la experiencia

Este auto, conocido internamente como el 991, representa el mayor avance técnico en la evolución del 911. Siendo ya el parámetro en su clase durante décadas, la nueva generación del 911 elevó el rendimiento y la eficiencia a nuevos niveles. La suspensión es completamente nueva, con mayor distancia entre los ejes, distancia más amplia entre las ruedas y el interior optimizado desde el punto de vista ergonómico.

Todo eso contribuye a una experiencia aun más deportiva, a la vez que aumenta el confort. Desde el punto de vista técnico, el 911 es el arquetipo de Porsche Intelligent Performance –mayor reducción del consumo de combustible y aun mayor rendimiento. Esto se debe, en parte, a la menor cilindrada, de 3.4 litros, en el modelo básico del Carrera (no obstante, con una potencia de 5 hp más que el 997/II), y a su construcción híbrida de acero y aluminio, que reduce considerablemente el peso del vehículo. Entre otras, las innovaciones son el sistema Porsche Dynamic Chassis Control (PDCC – control dinámico de chasis de Porsche) y la primera transmisión manual de siete velocidades del mundo.

El diseño del 991 también fue muy bien recibido por la crítica. Con su silueta plana y estilizada, sus hermosos contornos y detalles precisos, la séptima generación del Porsche 911 Carrera sigue siendo, sin lugar a dudas, un 911 que ha vuelto a triunfar en la redefinición del estándar de diseño automotor. Es, como dice Porsche, el mejor 911 de todos los tiempos… hasta que llegue la próxima generación.

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